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14 de Julio de 2023Tomás González: “Asumir mi identidad no fue fácil, uno crece en una sociedad heteronormal que igual te condiciona”
En su recién lanzado libro "Campeón", el gimnasta olímpico devela complejos momentos con su exentrenador: “Estaba tan concentrado en llegar a los JJ.OO. que acepté abusos y maltratos". También escribe sobre su mundo más personal: "Yo estaba en mi proceso de asumirme como homosexual y sentía que moría una parte de mí también. Asumirme no fue un proceso fácil".
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Esta semana Tomás González lanzó su libro “Campeón”, donde revela numerosos pasajes de su vida profesional hasta hoy desconocidos, pero también de su vida personal. El tres veces finalista olímpico, medallista de oro en los Panamericanos de 2019 y el mejor gimnasta de la historia nacional está actualmente promocionando su autobiografía, publicado por Ediciones Urano, con la que se paseará por distintas ferias del libro, como la de Maipú de este fin de semana.
“Asumir mi identidad no fue fácil, uno crece en una sociedad heteronormal que igual te condiciona”, dice Tomás González en entrevista con La Tercera. “Supongo que ya no es tema, pero sí, soy gay. Y si se trata de hacerlo público, prefiero hacerlo en este libro”, agregó el deportista.
En el libro cuenta que comenzó a ir a fiestas gay junto a su primera pareja, y que trataba de pasar inadvertido usando jockeys. En las páginas narra que inicialmente se lo contó a su mamá y que le pidió que ella se lo dijera a su papá. No hablaron durante dos meses. De sus hermanos, dice en “Campeón”, les costó digerir lo que les había contado.
“Mi papá quedó más para adentro”, escribe en su libro. “Él estaba en shock. Lo mismo le pasó a mi segunda hermana. Yo conocía a amigos gays suyos y todo, por lo que pensé que se lo iba a tomar tranqui, pero se fue para adentro también”, describe en “Campeón” y agrega que su hermano menor fue “muy relajado”, al ser “de otra generación”.
Otro de los pasajes que narra en su libro se remonta a 2007, cuando con el apoyo del Comité Olímpico Chileno comenzó a trabajar con el cubano Yoel Gutiérrez. Con él lograría su mayor desarrollo atlético y paralelamente, “un enorme desgaste psicológico”, según explica.
Tomás González ganó dos medallas de plata en los Panamericanos de Río y oro en la World Cup de Glasgow 2007, cuando su entrenador decidió exigirle más. Probaron un salto nuevo, de alta complejidad, en una competencia, y el gimnasta falló, cayendo al suelo. El técnico se indignó y lo cubrió de insultos, cuenta.
“¿Por qué fallaste? Maricón”, le gritó. “Me sentí pésimo. Mal, mal, mal…”, recuerda. De regreso en Chile comenzó a sentir intensos dolores en la espalda. Aun molesto, el coach le ordenó no pisar el gimnasio hasta resolver sus dolores. González fue a terapia, hizo reposo y volvió una semana más tarde.
“Eres un mediocre”, le dijo. Los malos tratos se hicieron frecuentes, cuenta González. “Llegué a llorar de pura rabia, porque era súper ingrato”. Pero dice que lo toleró. Y la situación no hacía sino empeorar: “Mientras íbamos aumentando y mejorando en rendimiento, más se acentuaban sus problemas de ira, lo violento que se iba poniendo”, asegura el gimnasta nacional.
Estando en una concentración en Madrid, en 2010, sintió que tenía que asumir lo que le pasaba, relata en su autiobiografía. Nacido en una familia tradicional, Tomás González pololeaba desde los 18 años y tenía el proyecto de casarse y tener hijos. Pero a los 24 decidió sincerar lo que sentía hacía tiempo: le atraían las personas de su mismo sexo.
“Lloré muchísimo esos días”, cuenta. “Yo estaba en mi proceso de asumirme como homosexual y sentía que moría una parte de mí también”. De algún modo, su proyecto de vida original se estaba derrumbando, narrando uno de sus momentos personales más complejos.
“Asumirme no fue un proceso fácil. Al final uno crece en una sociedad heteronormal que igual te condiciona. Hoy me alegra que las cosas se estén normalizando. En ese sentido, uno igual ve a las nuevas generaciones mucho más resueltas, no tienen esta carga quizás de las religiones que han influido mucho en la sociedad”, apunta el deportista.
“Mi círculo no cambió, pero uno siempre tiene que estar consciente de que hay gente con trancas. Y ahí uno se pregunta ¿por qué? “El machismo y la homofobia son problemas que están en la sociedad y en la gimnasia también”, señala.
Sobre su orientación sexual, señala que “trato de aportar a la sociedad desde el deporte, nunca ha sido mi objetivo tomar otras banderas. Participar activamente en política no me interesa. Obviamente, siempre voy a estar apoyando a las personas. Mientras haya derechos iguales para todos, lo voy a apoyar. Pero salir a la luz pública con esa meta nunca fue mi objetivo”.
Respecto a lo que significó escribir su autobiografía, Tomás González cuenta a La Tercera que “fue algo súper terapéutico para mí, repasar muchos recuerdos, tanto buenos como malos. El cerebro es astuto y bloquea las cosas más traumáticas, entonces es bueno hacer memoria. Revivo momentos súper duros y abro un poco mi vida privada, que es lo que no hice en su minuto”.