El lío judicial que involucra a la extinta empresa Salo a 13 años de su quiebra

Salo fue una empresa que marcó la infancia de miles de chilenos gracias a sus recordados juegos de mesa y álbumes de láminas con temáticas como Pokémon, Dragon Ball, Los Caballeros del Zodiaco, Sailor Moon e incluso de grupos musicales como Axé Bahía y los Backstreet Boys.

A pesar de ello, las ventas bajaron drásticamente a partir de 2008 y tras una dura crisis financiera, la compañía creada en 1962 anunció su bancarrota el 19 de enero de 2010. Aquello generó que su principal competencia, la editorial Panini, adquiriera el total que declaró en quiebra.

Han pasado 13 años desde aquel acontecimiento y la firma aún sigue dando que hablar. Aunque no por sus productos, sino que por un conflicto judicial entre los empresarios que intentaron revivirla de las cenizas.

De acuerdo a El Mercurio, el conflicto data del 2010, cuando Javier Jadue Melnick -miembro del grupo fundador de Salo- se unió con Santiago Martínez Perales -cuya familia es dueña de Bianchi- para crear Fénix Entertainment, una empresa dedicada a comercializar álbumes, láminas y cartas.

Para ello, el 2011 la compañía pagó 475 UF en un remate para adquirir las marcas y los derechos intelectuales de la extinta firma. El nuevo negocio comenzó con números verdes y tras sumar la representación de Angry Birds en Chile, todo parecía indicar que sería un éxito. Sin embargo, las ventas cayeron estrepitosamente.

Un lanzamiento fallido y demandas cruzadas

A pesar de que lograron remontar las cifras con el relanzamiento de las cartas “Mitos y Leyendas” en 2014, se produjo una serie de filtraciones de láminas desde la imprenta contratada y la situación se siguió agravando.

Tras años de malos resultados y decisiones confusas, en octubre del 2022 Jadue presentó una demanda contra la familia Martínez Perales por administración desleal, un delito que comenzó a ser tipificado en 2018.

Sin embargo, el 27 de julio de este año el grupo contraatacó con otra querella por la misma razón.

De acuerdo a la versión del empresario, sus entonces socios habrían propuesto en 2015 comprar un terreno en Lampa para beneficiar a Bianchi y luego empezarían a hostigarlo y reducir su sueldo de gerente por las bajas ventas.

Mientras que la familia Martínez -dueña del 60%- asegura que Jadue -quien tiene el 30%- habría contratado a ejecutivos poco preparados que llevaron a Fénix Entertainment a un abismo debido a “un descontrol administrativo y comercial bastante grande” que habría generado pérdidas millonarias, según afirma el texto.

Por el momento no hay una responsabilidad clara de alguno de los dos lados. Aunque la investigación ya está en manos del Ministerio Público y se espera que pronto finalice el informe preliminar para remitirlo a Fiscalía.