El ascenso político de Bárbara Figueroa y sus caóticos últimos días tras la renuncia a la embajada de Argentina

Fue hace once años cuando el nombre de Bárbara Figueroa se establecía en la opinión pública. La profesora de Filosofía llegaba a presidir la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), arrebatándole al Partido Socialista su liderazgo en la multigremial y convirtiéndose en la primera mujer en dirigir la misma.

Sus pasos como cabecera de la sindical –con diferencias directas con ministros de Hacienda entremedio– concluirían en 2021, donde se trasladó a otra línea de comando de la organización. En marzo del 2022, eso sí, un llamado del Presidente Gabriel Boric la haría despegar hacia Argentina, pues resultaría elegida para representar a Chile en la embajada de ese país.

Aunque el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, valorase la gestión de Figueroa, aseverando que “mantiene una muy buena relación con el gobierno argentino”, el paso de la dirigente sindical por el país trasandino acabó repentinamente en los últimos días.

Los cargos de embajadas acostumbran a conservarse durante todo el período del gobierno asumido. Sin embargo, el caso de Figueroa concluyó tras un evento particular. Tras el deceso del entonces presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, la estructuración interna del partido se vio frustrada. Por ello, en el reajuste de los cargos unipersonales de la tienda -definidas el sábado pasado-, la elección de Figueroa como secretaria general coartaría sus funciones en Argentina.

Tener esa implicancia en el PC y ser embajadora de Chile resultaba “incompatible“, adelantaba la ministra Carolina Tohá el domingo. Durante la tarde de ese día, la renuncia de Figueroa se concretó.

Problemas para abordar

Bárbara Figueroa viajó a Chile para asistir a la reunión que tuvo el comité central del PC el sábado, en donde se definió a Lautaro Carmona como nuevo presidente del PCy la expresidenta de la CUT como secretaria general.

Sin embargo, eventos particulares ocurrirían en su retorno a Buenos Aires. Según consignó el Diario Financiero, el domingo la exembajadora de Argentina llegaba tarde para abordar el vuelo que la devolvería a la capital trasandina. La tripulación de cabina explicaba las medidas de seguridad a los pasajeros presentes, como protocolo antes de despegar. Sin embargo, un llamado a la cabina del avión retrasó el despegue previsto: solicitaron que se esperara a Figueroa para su abordaje.

Si bien el vuelo tenía pensado iniciar su ruta el a las 18:20, finalmente salió a las 18:50. Al ingresar a la aeronave, hubieron entre pifias y aplausos para Figueroa.