La nueva vida del actor Álvaro Gómez lejos de las teleseries en el sur de Chile: “Mi vieja está chocha”

Álvaro Gómez se hizo conocido por sus roles en numerosas producciones nacionales como Mala conducta (2008), Martín Rivas (2010), Las Vegas (2013), Mamá Mechona (2014), Amanda (2016) y muchas otras.

Sin embargo, con la llegada de la pandemia el actor de 42 años decidió alejarse de las cámaras, tomó sus maletas y se mudó al sur de Chile. Específicamente a Osorno, la ciudad ubicada en la Región de Los Lagos donde nació y se crió.

Ahora la figura televisiva vive cerca de su madre y tiene su propio programa de conversación que transmite junto a excompañeros de colegio por YouTube, donde también ayuda a la comunidad difundiendo información e invitando a vecinos sin pedir ganancia alguna. Asegura que no piensa volver a Santiago por un largo tiempo.

En entrevista con LUN, Álvaro Gómez explicó que cuando llegó la pandemia “la pega no estaba buena. Además me corté el tendón de Aquiles y se me vino encima el mundo. Me acordé de mi sur, donde está toda mi familia materna“.

Fue ahí que viajó a Quemchi, donde compró una parcela y tiene una casa en construcción. “Es mi primera vivienda, quise construir, pero no había materiales y los que había eran tres veces más caros. Lo que me estaba gastando eran mis ahorros previsionales. La casa está lista, pero le están poniendo el tendido eléctrico”, relató.

“Me siento tan bien”

Durante todo este tiempo, el actor se ha dedicado a vender paltas a almacenes y supermercados, a hacer asesorías como coach motivacional para emprendedores e incluso ha animado festivales de la zona.

“A mí me gusta mucho la calle, no le hago el quite, me muevo por el centro, la zona del hospital, me siento en un café, me paro a conversar. A la gente se le va haciendo más normal ver a un actor. De repente noto las expresiones de la gente: ‘¿Es o no es?’, ¿qué anda haciendo por acá?’, pero se va normalizando”, comentó.

Sin embargo, Gómez mencionó que la más contenta por este cambio de rumbo es su madre de 68 años. “Mi vieja está chocha. Esta decisión tiene que ver con los afectos y con la familia, porque el tiempo pasa súper rápido (…) Ahora ando caminando por la calle con una parka gigante y el pijama abajo paseando a mi perra, y me siento tan bien“, reflexionó el actor.