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Nacional

22 de Octubre de 2023

Tiro al plato, cultivando papas y una medalla teñida de luto: las historias tras las primeras medallas para Chile en Santiago 2023

Agencia UNO Agencia UNO

Francisca Crovetto, Hugo Catrileo y Aranza Villalón lograron obtener el oro, plata y bronce para Santiago 2023. Sin embargo, sus historias dejan en claro cómo ha sido su camino hasta el podio panamericano.

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Entre el impacto y la emoción estuvieron los deportistas Francisca Crovetto, Aranza Villalón y Hugo Catrileo la mañana de este domingo, luego de que lograran obtener las primeras medallas de Chile durante la jornada del domingo de Santiago 2023. Los chilenos subieron al podio luego de que los hermanos chilenos Martín y Catalina Vidaurre obtuvieran la plata este sábado.

Catrileo fue uno de los protagonistas a primera hora de la mañana, luego de que el chileno obtuviera la plata en el maratón, obteniendo el primer reconocimiento en esta prueba de la historia chilena, al menos en el apartado masculino.

Sin embargo, además de su logro, dio de qué hablar su historia, debido a que el maratonista semanas antes de su victoria conversó con Emol sobre cómo se había enfocado en los últimos meses al deporte, pese a sus múltiples trabajos para poder sustentarse.

De cultivar papas al podio: la historia de Hugo Catrileo

Catrileo viene desde la comuna de Saavedra, ubicada en la Región de La Araucanía. De acuerdo al propio deportista, se trataba de un lugar “más conectado con la naturaleza que con el mundo de la ciudad”. “Vengo de un origen bien sencillo, bien humilde“, comentó al medio.

En esa rama, aseguró que “nunca tuve plata, pero nunca me faltó para comer. Para vestirme no tenía, pero no era una necesidad. Mi mamá es dueña de casa, mi papá trabaja cultivando. Nosotros cuando chicos trabajábamos con él, los veranos para nosotros más que vacaciones eran días de trabajo”.

Así, Catrileo pasó sus veranos haciendo labores como “cultivar papas, cortar el trigo a mano, cultivar avena. Al final en las vacaciones trabajaba más que cuando iba al colegio”, recordó entre risas. Cuando se dio cuenta de que el deporte era lo suyo, decidió vender dulces en su colegio para costear los viajes a Temuco para entrenar.

Catrileo jamás dejó el deporte, tampoco cuando se decidió estudiar preparación física en la Universidad Católica de Temuco. Sin embargo, entre los estudios y la pandemia, Catrileo perdió el rumbo ante la falta de objetivos.

Así llegó hasta una maratón en Argentina, donde un rival sacó dos minutos de ventaja en apenas diez kilómetros, lo que le hizo volver a entrenar seriamente, enfrentándose nuevamente a los obstáculos por la falta de auspiciadores y de becas estatales debido a su bajo desempeño.

El maratonista se decidió entonces por buscar empleo, trabajando, inicialmente, en empresas forestales, donde debía captar muestras y llevarlas con los expertos. Después, se dedicó a vender para Movistar, trabajo que le permitía entrenar a gusto.

Sin embargo su dedicación al atletismo le costó su trabajo, siendo despedido meses atrás. “No estaba rindiendo, le estaba dedicando más tiempo al deporte. Lo encontré justo. Era un ingreso que me servía. Pero creo que cuando uno no está cumpliendo en un lugar tienen que echarlo no más”, dijo al medio.

Catrileo logró la medalla de plata en Maratón al superar la prueba en 2 horas, 12 minutos y 7 segundos. El chileno fue sobrepasado únicamente por el peruano Cristhian Pacheco, quien lo venció por 53 segundos.

Una victoria con sabor amargo: la emoción de Aranza Villalón

En el ciclismo, en cambio, la chilena Aranza Villalón también cautivó con su historia, la que la propia deportista relató teñida del luto que sufre debido a la pérdida de su hermano días atrás, rompiendo al llanto al enterarse de su triunfo.

Tras realizar su prueba de ciclismo ruta contrarreloj, Villalón se acercó a los medios de comunicación sin saber el resultado de su carrera, a lo que, en medio de la conversación, un periodista le informó que había ganado la medalla de bronce.

Las lágrimas no se hicieron esperar y, llevando sus manos hacia su rostro, Villalón quiso dar palabras de agradecimiento a todos. “Muchas gracias, Chile. El apoyo se sintió en la ruta. Muchas gracias al Comité Olímpico, al presidente, a todos. Estoy muy contenta. Esta medalla de bronce me sabe a oro, de verdad. Dejamos todo por el país”, aseguró entre lágrimas.

“Perdón, pero necesito estar con mi entrenador“, mencionó visiblemente afectada por la buena noticia. Pero sus sentimientos no eran en vano. Momentos antes, la propia deportista había explicado el agrio momento en el que se encontraba, lamentando además el no obtener el primer lugar inmediato.

“Yo quería el oro, estar en casa es una ventaja, pero en el día de hoy hubiera sido diferente, porque hace unos días perdí a mi hermano en manos de un sicario“, confesó entonces, alegando además que este momento “es muy doloroso”.

“(Esta es) una pena con la que corrí, pero sabía que todo el trabajo que he realizado estos años tenía que verse reflejado hoy”, continuó, para entonces agradecer el apoyo que recibió en los juegos Panamericanos, en especial el de su entrenador, Daniel Bretti, “que ha estado a mi lado en todo momento en este instante agridulce“.

Oro para Chile: el viaje de Francisca Crovetto en el tiro al vuelo

Francisca Crovetto también logró marcar la jornada este domingo, luego de obtener la primera medalla de oro para Chile. La mujer de 33 años logró consagrarse como la campeona panamericana en tiro al vuelo, deporte también conocido como Skeet.

De acuerdo a la información de los Juegos Olímpicos, Crovetto es la primera chilena destacada en tiro al vuelo, teniendo en su historial diferentes récords y reconocimientos, como su récord mundial obtenido en 2022, cuando dio a los 125 platos en una serie en la Copa del Mundo de Lonato.

Pero su triunfo viene tras una vida dedicada al tiro al vuelo. Nacida en una familia fanática de aquel deporte, Crovetto ya había pisado un campo de tiro a sus tres años. Sin embargo, no intentó nada con el deporte hasta sus 10 años, cuando disparó una escopeta.

Lo odié. Me dolió el rebote de la escopeta, no quise disparar”, dijo, de acuerdo al sitio web de las olimpiadas. De todas formas, Crovetto seguía viendo con interés aquel deporte. “Siempre me gustó armarle la escopeta a mi papá. Encontraba muy entretenido esto de dispararle a un plato”, comentó.

El impacto de aquel arma la dejó alejada del deporte hasta que, a sus trece años, quiso volver a intentarlo y así, esta vez, inició su vocación deportiva. El nombre de Crovetto comenzó a sonar en 2005, cuando compitió por primera vez en Perú.

Su éxito la llevó a los juegos Panamericanos de Río de Janeiro donde, a sus 17 años, obtuvo el cuarto lugar. Finalmente, Crovetto ha obtenido medallas en Copas del Mundo y se ha consagrado en competencias como el Panamericano de tiro de Río 2010 y dos Juegos Bolivarianos. Ahora, con oro en mano, tiene en la mira el podio de los Juegos Olímpicos de París 2024.

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