“Mi madre se desplomó llorando”: el desgarrador testimonio de la hermana de Narumi Kurosaki en juicio contra Nicolás Zepeda

Durante la jornada de este martes, continuó en el Palacio de Justicia de Vesoul, Francia, el juicio de apelación de Nicolás Zepeda (32), el chileno condenado a 28 años por el homicidio de su expareja, la japonesa Narumi Kurosaki.

Cabe recordar que la audiencia se reanudó luego de que fuera suspendida el lunes. ¿La razón? La madre de Narumi, Taeko Kurosaki, rompió en llanto y sufrió una descompensación. Esto, tras escuchar a Zepeda que quería estar con su madre.

Así las cosas, este martes el juicio se retomó y el tribunal escuchó el testimonio de Arthur del Piccolo, expareja de Kurosaki. En la instancia, el francés detalló su relación con la joven desaparecida y declaró que recibió un correo electrónico de su parte, que la fiscalía cree que fue enviado por Zepeda.

Después, habló Kurumi Kurosaki, hermana de Narumi, quien entregó un desgarrador testimonio y le hizo una pregunta clave a Zepeda. “Si estoy aquí delante de ustedes es para describir a mi hermana mayor Narumi, a quien admiraba, y para describir lo importante que fue esta persona en mi vida. Al mismo tiempo, describiré el profundo dolor que hemos sentido desde su muerte“, comenzó diciendo la joven.

“Quería ser como ella, ella era un modelo a seguir para mí“, sumó, y detalló que Narumi “era una perfeccionista hasta el final, cada vez que me decían que me parecía a mi hermana, me sentía orgullosa de ello”.

Luego, dijo que “un día llegando del liceo me dijeron que mi hermana Narumi no estaba, que no lograban dar con ella. Honami (hermana menor) me dijo que ya no podíamos encontrar a nuestra hermana mayor. Me quedé allí, sin entender nada“.

Mostrándose completamente afectada, Kurumi Kurosaki señaló que “poco después, nuestra madre llegó a casa. Lo recuerdo como si fuera ayer (…). Mi madre había perdido el control. Recuerdo esta escena en la que mi madre, que era tan fuerte, tan enérgica, se desplomó llorando. Repitió el nombre de Narumi no sé cuántas veces. Fue esta escena la que me convenció de la terrible realidad“.

Debido a lo que significó la noticia para su familia, la hermana de Narumi afirmó que “con mi hermana tratábamos de ser fuertes. Era la condición para que nuestra madre sobreviviera. Me sentí culpable por continuar mi vida como estudiante, mientras mi familia estaba en una angustia indescriptible. Pero recordé las palabras de aliento de mi hermana mayor, ella quería que siguiera este camino. Seguí yendo a la escuela todos los días para no decepcionarla”.

La pregunta directa a Nicolás Zepeda

Kurumi Kurosaki señaló que antes del primer juicio, en abril de 2022,  “seguimos esperando el regreso de Narumi -como familia-“, y agregó que “mantuvimos nuestra unidad para que el día que Narumi regresara pueda encontrar a su familia como antes”.

“Todavía tenía la esperanza de encontrar a Narumi. Pero mirando el rostro del acusado y escuchando lo que tenía que decir, me di cuenta de que había asesinado a nuestra hermana mayor“, agregó la joven.

“Cada una de las palabras pronunciadas por el acusado sonaban como insultos dirigidos a mi hermana, y todas estas mentiras repetidas, estas leves sonrisas que flotaban en su rostro, nos pusieron en un estado indescriptible“, continuó diciendo Kurumi Kurosaki.

Totalmente afectada, Kurumi dijo ante el tribunal que “yo debí haber muerto en lugar de ella. Tengo un enorme remordimiento en mi vida, el día en que Narumi se fue a Francia estaba muy estresada por mis exámenes. Me peleé con ella y no me pude despedir”.

“El único deseo que tengo es encontrar a Narumi para pedirle perdón y traerla de vuelta a casa. Le pido a esta corte que nos pueda decir donde podemos encontrar a mi hermana”, agregó la joven.

Después, Kurumi se dirigió directamente a Nicolás Zepeda y dijo ante el tribunal: “Le pido al acusado que nos diga dónde está mi hermana”.

Tras la petición de la hermana de Narumi, el presidente del tribunal le exigió a Zepeda que “si usted sabe algo para disminuir el dolor de la persona aquí presente, dígalo por favor”. “No sé dónde está”, dijo el imputado.