El complejo momento familiar que vivió Juan Pablo Álvarez momentos antes de competir en “Top Chef VIP”

Este lunes 15 de enero, Chilevisión emitió el segundo capítulo de Top Chef VIP. Al inicio del episodio, el conductor Cristián Riquelme le preguntó a los competidores por su disposición a participar. “¿Cómo están hoy día, muchachos? ¿Cómo está la energía, el entusiasmo?”, inquirió el animador.

Mientras los participantes respondían, la cámara comenzó a enfocar a Juan Pablo Álvarez, quien minutos antes de la grabación había vivido una compleja situación. “Álvarez, Juan Pablo”, le dijo Riquelme. “Sabemos que estás con un tema personal. Se nota que no estás pasando por un buen momento aquí, en esta cocina”, añadió.

“Pero vamos nomás“, le contestó el exrecluta de Pelotón, que luego explicó -frente a la cámara- la situación que había experimentado.

Juan Pablo Álvarez relató que “algunos segundos antes de entrar a la competencia, asaltaron a un familiar muy cercano mío. Fue un robo un poco con violencia”.

El participante agregó que “gracias a Dios está súper bien. Yo logré tener un poco de comunicación con mi familia. Y eso me dio como la fuerza de decir ‘sabes que no. Esto es una competencia y yo vine aquí a competir'”.

“Nosotros queremos saber si te sientes preparado para estar hoy día en la cocina. ¿Quieres avanzar igual? La competencia viene dura”, le preguntó Cristián. “Sí, démosle nomás. La competencia es la competencia y hay que hacerla”, replicó Álvarez.

El presente de Juan Pablo Álvarez, el exrecluta de Pelotón

En conversación con Página 7, el participante de Top Chef VIP señaló que tras su paso por Pelotón y 1810 estuvo en algunos programas televisivos. “Eso, hasta 2012 aproximadamente que fue cuando nació mi hijo y ahí ya me puse a trabajar en otras cosas”, contó.

Según Álvarez, “hice de todo prácticamente. Fui chofer, ayudante eléctrico, manejé camionetas y camiones, trabajé en packing de frutas, fui operador de grúa horquilla y me desempeñé en el campo. Lo último que estaba haciendo era mi trabajo como peoneta, que es el ayudante del chofer, el que se baja a abrir las puertas, entregar las guías, cosas así”.

“Me estaba yendo bastante bien la verdad. No me puedo quejar, era un buen trabajo, estaba en San Francisco de Mostazal, cerca de Graneros. Y el puesto necesitaba sí o sí tener una persona ahí, así que lamentablemente tuve que renunciar a mi trabajo para venir a este proyecto”, añadió.