Los meses más complejos del general Ricardo Yáñez: el respaldo del Gobierno y el revés de la Fiscalía con la formalización en su contra

“Yo no puedo pactar nada, si yo no soy el jefe“. Esa frase emitía el viernes pasado el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, luego de que distintos medios de comunicación asegurasen que había pactado su salida del alto mando de Carabineros con el Ejecutivo.

El contexto de la situación radicaba en una cosa: en 11 días más iba a ser formalizado por la Fiscalía Centro Norte, acusado por el delito de omisión de apremios ilegítimos mientras era director de Orden y Seguridad de la institución durante la crisis del estallido social, en octubre de 2019.

Bajo ese margen, su situación, al menos como director de Carabineros, estaba casi sentenciada. Ello luego el Gobierno sujetase una tesis: el “criterio Tohá”, el cual definió que autoridades del Ejecutivo o dependientes del Presidente —como es el caso de Yáñez— debían cesar sus funciones en caso de que se iniciase una formalización en su contra.

No obstante, el sensible asesinato de los cabos primeros Sergio Arévalo (34) y Misael Vidal (30), junto al sargento primero Carlos Cisterna (43), todos ascendidos póstumamente a suboficiales mayores, alteró el devenir —aparentemente sellado— de Yáñez.

Y es que, según lo que se conversaba y señalaba la prensa, el general director de Carabineros perduraría en su cargo hasta esta semana. Ello luego de las fallidas estrategias judiciales de su defensa, quienes acudieron al Tribunal Constitucional y a la Corte de Apelaciones para suspender la formalización.

Ante ese escenario, Yáñez —establecía la prensa— había pedido sobrepasar el Día del Carabinero y, posterior a ello, presentaría su renuncia esta semana. Sin embargo, el atentado en la región del Biobío cambió su destino.

El apoyo del Gobierno a Yáñez

Fue el 3 de enero de este año cuando el Gobierno confirmó que el Ministerio Público solicitó al Poder Judicial la formalización del general director. Un día antes, la defensa de Yáñez había pedido al Fiscal Nacional, Ángel Valencia, la remoción de los fiscales Xavier Armendáriz y Ximena Chong, ambos involucrados en la investigación de la Fiscalía en su contra. “Enemistad, odio y resentimiento“, fue como describieron los representantes del mandamás de Carabineros a los funcionarios públicos.

Durante el verano, salvo unas situaciones particulares —como el supuesto llamado del Presidente Gabriel Boric a Yáñez ratificándole su apoyo y el cuestionamiento del diputado Frank Sauerbaum (RN), quien se preguntó “¿cómo sigue funcionando una institución que tiene un general cuestionado?”—, la situación del general de Carabineros pasó algo desapercibida.

Pero, lo que ocurrió en paralelo en marzo con el exdirector de la Policía de Investigaciones (PDI), Sergio Muñoz, reestableció la tensión. A eso se sumó un comentario dado en televisión —en CNN Chile— por el ministro de Justicia, Luis Cordero, que movió las aguas. “Yo esperaría que el director general (de Carabineros) evaluara su renuncia” antes de la formalización, estableció Cordero.

Ello fue considerado como una opinión del Gobierno. Por lo mismo, fue la propia vocera, Camila Vallejo (PC), quien definió —al día después— que se trataba de una “opinión personal” de Cordero.

Luego, en abril, vino el asesinato del teniente Emmanuel Sánchez —ascendido a mayor póstumamente—. Tal situación derivó en una nueva muestra de apoyo a Carabineros y, a su vez, a la labor de Yáñez.

De hecho, a menos de un mes de que se diera la formalización citada para el 7 de mayo, los ministros se encargaron de respaldarle. Lo anterior tenía su base en que el propio Mandatario seguía manteniendo en su cargo al general, pese a poder removerlo. “Cuenta con su confianza”, era una frase que repitieron los colaboradores de Boric sobre el actuar de éste con Yáñez.

Uno de los últimos respaldos respaldos provenientes del Presidente antes de la tragedia fue la semana pasada. En un desayuno que compartió con la prensa acreditada de La Moneda, el Mandatario selló: ejerciendo su cargo de director general de Carabineros cuenta con toda mi confianza“.

Una demostración de ello vino luego del asesinato ocurrido el fin de semana. “Todos somos necesarios, por cierto, lo es también el general Yáñez“, apuntó Boric, antes de que la ministra del Interior, Carolina Tohá, señalase que no habría cambio en el alto mando de Carabineros dado lo “inoportuno” de la situación.

La reconsideración de la Fiscalía

En tanto, el Ministerio Público, luego del asesinato, también manifestó un cambio en su postura. Al menos así lo declaró la noche del domingo Valencia, mandamás del ente persecutor.

“Lo que me informó el fiscal Armendáriz, a mitad del día, es que se había ingresado un escrito en el Poder Judicial para solicitar un nuevo día y hora (…). Una postergación de la audiencia que se encontraba agendada para el 7 de mayo”, reveló el fiscal nacional —en CNN Chile—.

“No es que se deje sin efecto la decisión de formalizar, sino que se pide un nuevo día“, precisó.

En todo caso, los motivos que brindó Valencia guardaban más relación con las solicitudes previa que había hecho la defensa de Yáñez. “Obedece a las reiteradas peticiones de parte de la defensa de contar con más tiempo para analizar los antecedentes de la investigación”, aseguró.

“Me parece una decisión prudente (…), una buena decisión”, evaluó Valencia sobre la acción de Armendáriz.

La acción ocurre a pesar de las aseveraciones de “enemistad” previas de la defensa de Yáñez sobre los fiscales de la investigación.