
Entrevistas
17 de Mayo de 2024Katherine Salosny busca ser alcaldesa por Algarrobo y habla de su retiro de la TV: “Siempre me han sacado de la tele, yo nunca me salí”
La comunicadora está entrando a una nueva etapa: la política. Como independiente, postula por un cupo de la DC para ser alcaldesa de Algarrobo, donde vive desde hace tres años. "Soy independiente, con mi propia autonomía, para ejercer el rol que tengo ganas de realizar acá, que tiene que ver con un liderazgo comunitario, un liderazgo transversal, con diferencias ideológicas también", apunta. Conductora de televisión durante 40 años, dice estar orgullosa de su carrera, pero hace un juicio crítico sobre la pantalla chica: "Siempre la industria instala a las mujeres, ojalá, lo más jóvenes posible, flacas, que no engorden, y ojalá con muchos hijos y que no opinen tanto. La industria ha sido un poquito majadera en eso, en el estereotipo que ha querido instalar en la televisión. Lo he vivido, lo viví en carne propia, y eso es muy violento".
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Katherine Salosny (60) se despierta a las 5:30 AM. Pese a que ya no está conduciendo matinales de televisión, la conductora sigue levantándose temprano. Le gusta tomar desayuno con tiempo. Primero le da de comer a sus dos perros y luego se prepara un jugo de pomelo y una jarra de té.
Durante el amanecer, lee la prensa y se prepara para su programa en radio Mirasol de Algarrobo, donde reside hace tres años. A la estación va en bicicleta, otras veces en auto. Lo que sí hace siempre igual es saludar al mar, dice. Y lo que no abandona, tampoco, es el deporte. Sigue nadando y haciendo yoga. Además, viernes, sábado y domingo se dedica a su restorán Casa Tunquén.
Lo que es absolutamente nuevo en su vida es que ahora irá como candidata a la alcaldía de la comuna donde vive.
-Cuando entre a la campaña política o si resulta electa, ¿está dispuesta a renunciar a todas las cosas que haces?
-¿Tú crees que no lo pienso? Creo que para mi propio bienestar mental y físico, al deporte hay que darle espacio. Hay que ver cómo se viene la mano. Uno tiene que ir coordinando las cosas, pero creo que el deporte para mí es una forma de vida y te permite estar en sintonía física, mental y anímicamente.
-Ya es un hecho que está inscrita como independiente en la lista de la Democracia Cristiana (DC). ¿Qué le convenció para dar este paso?
-Es algo que siempre ha estado, de alguna manera, porque la gente también me lo ha pedido. Tengo un vínculo con Algarrobo. Desde chica que venía a nadar al mar de acá. Mi mamá se vino a vivir a Algarrobo hace casi 10 años y vive con mi hermana. Yo tengo mi casa también en Tunquén que me la construí hace como 15 años ya.
Siempre de una forma u otra, algún vecino conversando me decía ‘¿pero a usted no le tincaría venir a hacerse cargo de la alcaldía? Eso era como una utopía, como algo muy lejano en el tiempo. Pero finalmente, cuando me vine a instalar acá y pasó todo lo que pasó, que fue muy mediático (casos de presunta corrupción en la comuna), coincidió con la invitación de Roy Crichton, que es CORE de Valparaíso y presidente de la DC en la región.
-¿Se identifica con la DC?
-Yo no tengo identificación en la política. A mí me dio esta posibilidad Roy con el cupo de DC, de un cupo más de centro, con una coalición completa que estuvo de acuerdo. Pero soy independiente, con mi propia autonomía, para ejercer el rol que tengo ganas de realizar acá, que tiene que ver con un liderazgo comunitario, un liderazgo transversal, con diferencias ideológicas también.

-¿Qué apoyo le ha brindado la DC? ¿Quién va a ser tu jefe de campaña?
-Estamos armando los equipos, por supuesto que ya hay ciertos alineamientos de un programa de gobernanza. Prefiero no comprometerme con nombres en este momento, pero están las personas pertinentes para hacer ese trabajo de campaña.
-En 2022 dio una entrevista a CNN, en que dijo que “sin duda” se identificaba con el gobierno del Presidente Boric. ¿Sigue pensando eso? ¿Le gusta este gobierno?
-A mí siempre me gustó el hecho de que hubiese una renovación en la política. Me gustó el tema de la juventud más revolucionaria del momento. Creo que no ha sido fácil, no ha sido un camino fácil para el Presidente Boric y todo su gabinete, y toda su propuesta. Creo que igual han habido avances y se han logrado cosas importantes, pero pienso que no está fácil hacer política, en ningún frente, más allá del Frente Amplio.
La política de trincheras ha sido súper dañina para la ciudadanía, entonces cuesta gobernar cuando eso es lo que se instala en el escenario: el ciudadano deja de tener la importancia que requiere, en términos de sus necesidades, y los avances que necesita esta sociedad para cubrir las cosas básicas, que la gente está demandando hace tanto tiempo. Esa parte, a mí, no me gusta y se ha visto fuertemente en el gobierno del Presidente Boric, eso es innegable.
-¿Cree que hay un riesgo de populismo cuando se mezclan los medios de comunicación, la farándula, los personajes conocidos con la política, como lo que ocurrió con Cathy Barriga?
-Somos mujeres bien distintas, entonces no tengo esos temores ni esas aprensiones, tengo una carrera muy sólida. Uno es más que una figura televisiva, puede haber prejuicios, sin duda. Uno ve harta farándula también en el Congreso y en la política, ese espectáculo siempre se instala de una forma u otra. Sí, soy una figura pública desde hace 40 años, eso es cierto, a mí me conocen todos, y tal vez desde ahí puedan pasar cosas, pero acá hay que hacer bien en la pega, nomás. Me siento con la competencia de poder lograr aquellos objetivos que se puedan cumplir también, y en eso hay que ser súper responsables.
–¿Qué es lo que le interesa del mundo político, a sus 60 años, debutando en esta área? Porque tranquila no va a estar.
-Nosotros somos una comuna más pequeña, pero que tiene muchas demandas. Por supuesto que no voy a estar tranquila. Estar tranquila no es parte de mi ADN, porque cumplir 60 años no significa que yo jubilo arriba de un crucero por el mar Caribe. Mientras tenga energía, tenga fuerza, tenga ganas, siento que estoy instalada en ese lugar, en ese escenario de querer hacer cosas. Tengo ganas, tengo la energía y siento que tengo la expertiz, junto con todo un equipo, de poder lograr cosas importantes. ¿Por qué no soñar? Soñar alto.
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Katherine Salosny no tiene hijos por decisión propia, un tema que se lo han preguntado durante toda su carrera y que, señala, es porque estamos insertos en un mundo machista. Este tema volvió a ser abordado en uno de los últimos programas de “La divina comida”, de CHV.

-¿Le impresionó que todavía sea un tema que le interesa a la prensa?
-Fíjate que no me sorprendió, porque ha sido siempre así, porque toda la vida se han querido meter en mi mundo privado. Creo que es una impertinencia también cuando a mí, tantas veces, me han preguntado “por qué no tienes hijos, cuándo vas a tener hijos”. Cuándo era más joven, me preguntaban si me iba a casar. Esa obsesión permanente de que uno tiene que casarse, tiene que tener hijos y como figura pública tengo que ser un referente de esa naturaleza. Es muy violento para uno cuando estás eligiendo un camino completamente opuesto y distinto, que tuvo muchos costos también para mí como mujer en televisión.
Aparte, que siempre la industria instala a las mujeres, ojalá, lo más jóvenes posible, flacas, que no engorden, y ojalá con muchos hijos y que no opinen tanto. La industria ha sido un poquito majadera en eso, en el estereotipo que ha querido instalar en la televisión. Lo he vivido, lo viví en carne propia, y eso es muy violento.
-Con todo esto, ¿extraña la televisión?
-Pero si la televisión como oficio es maravillosa, yo amo la televisión. Amo mi oficio, siempre fui enamorada de mi oficio, de mi carrera.
-¿La jubilaron?
-Pero si siempre me han sacado de la tele, yo nunca me salí de la tele. Sí, una vez me retiré yo de la tele, que fue para estudiar teatro, cuando cumplí 30 años. A punto de cumplir los 30, había vuelto a Chilevisión, pero cuando era de unos venezolanos en esa época. Hicimos un matinal con Guillermo Vivado y Felipe Izquierdo. Y finalmente, ¿quién se quedó en la conducción de las conversaciones interesantes, serias, profundas, en los temas políticos, sociales? Lo dejaron solo con Guillermo y a mí me dejaron como el gomero, como la planta de adorno. Y a mí esas cosas ya me violentaban.
-En febrero de 2018 salió del matinal “Mucho Gusto”, principalmente por la decisión del productor ejecutivo Pablo Alvarado. ¿Cómo recuerda, con el tiempo, ese despido? Algunos acusaron “machismo”.
-Yo ya no quiero volver a revisitar aquello. No sé si fue machismo, ese componente está como parte del ADN de los medios. Y no solo de los medios, vivimos en un mundo machista. Pero por supuesto que me dolió, porque ese era mi espacio, mi proyecto. El éxito fue con Jorge Banderas y con Luchito Jara, y con el equipo que lo hicimos. Ha sido uno de los momentos dolorosos de mi carrera, de todas las salidas que he tenido, porque fueron cinco años.
-¿Por qué tan doloroso, por la forma en que la echaron?
-Porque, pucha, sí. Por cómo sentí que me fueron menoscabando en la autoestima, en mi rol como en un espacio donde estábamos los dos tomados de la mano con Lucho. Sentí que me fueron aislando, me fueron quitando el piso. Y cuando a ti en el escenario te sueltan la mano tus colegas, tu equipo, caes al precipicio nomás. Es súper fuerte.
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Hace dos años, Katherine Salosny lanzó el libro “El abuso no es un espectáculo”, una obra en que rememora el abuso sexual del que fue víctima por parte de su padre cuando era menor de edad, cuyo caso explotó en 2005, cuando se hizo público.

-¿Cómo ve el texto con el paso del tiempo?
-Lo he vuelto a releer, sobre todo porque cuando he ido a presentarlo a distintas ferias, o he estado en algunas librerías, o acá, estando en la playa, alguna mujer se me acerca para conversar, porque ha leído el libro. Siento que se convirtió en una herramienta muy poderosa para muchas mujeres. Cuando lo leo, veo la dureza de la experiencia, de la evidencia, pero al mismo tiempo es muy esperanzador. Y lo sigo viendo así. Entonces, cuando las mujeres toman el libro y lo leen, hablan conmigo, algo pasa ahí.
-Siendo directora en la Fundación para la confianza, ¿cree que ha cambiado la dificultad para denunciar los hechos de abusos?
-Creo que hay un antes y un después del caso Karadima, de Hamilton, Cruz y Murillo. Ellos instalaron el tema del abuso en nuestra sociedad, algo que era tabú. A mí me sorprende cuando tanta gente dice y todavía dice: “¿Pero cómo tantos abusos?”. Esa es una perfecta señal, es atroz, pero es una perfecta señal de que entonces ya acá algo se movilizó al interior de las familias. Creo que sí hay un cambio y qué bueno estar en ese proceso de cambio y qué bueno para las niñas, niños y adolescentes que hoy tienen una opinión, no son los adultos.
-¿Cómo cree que se ha tratado la denuncia de Raffaella di Girolamo, apoyada por la Fundación para la Confianza, contra el actor Cristián Campos?
-Uno quisiera que ahí también hubiese un cambio, porque se hace mucho daño a quienes hoy día, otros que no son públicos, son víctimas y están en el debido proceso y se asustan. Es como que si ellos mismos se vieran expuestos. Quien lo ha vivido sabe cuán violento y complejo es, por lo tanto, cuando esto se abre así, tan públicamente, es triste (…). Ese es un problema que tenemos en Chile. Todos los procesos se ventilan de una forma u otra.