Cristóbal Piñera Morel recuerda a su padre: “El ejemplo de hacer lo que uno quiera, pero con responsabilidad, es el mayor legado y consejo que nos dejó a los hijos”

El psicólogo, Cristóbal Piñera Morel, por estos días cumplirá dos años desde que abrió Daedalus Ventures, una oficina de capital de riesgo que se enfoca principalmente en la inversión de compañías tecnológicas que buscan generar cambios económicos y sociales en toda Latinoamérica.

En julio de 2022 se cerró el primer fondo constituido en Delaware e inscrito en la Comisión de Bolsa de Valores de Estados Unidos.

Allí hay US$25 millones invertidos en más de 15 diferentes startups. Piñera Morel afirma que la mayoría de estas inversiones han tenido éxito y que están destinando fondos para seguir apostando por empresas de su portafolio.

Al profundizar en su vida, remarcó en entrevista con el Diario Financiero que “lo que a mí siempre me llamó la atención fue la tecnología, los computadores. Me marcó tanto personal como profesionalmente la programación. Y así, poco a poco, eso se fue mezclando con el mundo profesional”.

Añadió que “mi primer trabajo fue en la Fundación Chile como consultor en innovación y poco a poco fui acercándome a este mundo. Diría que de las cosas interesantes es que me ha tocado verlo muy 360º. Lo he visto desde fundaciones, emprendiendo, trabajando en fondos de venture capital y también desde el mundo corporativo. Incluso como inversionista de fondos a través del family office. Entonces, uno puede tener esa mirada más transversal de lo que está pasando a nivel de fondos en todo el mundo”.

Inversiones, emprendimiento y el talento

En 2012 Cristóbal Piñera decidió emprender la startup de soluciones tecnológicas Hopin, esto junto al doctor Andrés Godoy y el abogado José Tomás Daire.

Piñera, como founder, afirma que “era otro mundo” y que “había muchas cosas que se estaban formando en el camino y fue una curva de aprendizaje muy grande. Nos tocó exponernos al mundo de Silicon Valley, estar en San Francisco, desarrollar productos, escalarlos, tener casos de éxito. Me acuerdo que fuimos los primeros latinos en ganar en la competencia de Evernote y con eso logramos hacer una integración con ellos, lo que nos permitió ganar muchos clientes”.

Sobre Inversiones Odisea, el family office de la familia Piñera Morel, Cristóbal asegura que “la verdad es que, operativamente, el 99.9% de mi carrera no ha sido en el family office. Adyacentemente estuve ahí en una transición de un año que fue al final del Gobierno”. 

Cuando abre el fondo de venture capital en 2020, el empresario recuerda que “veíamos un espacio grande en venture capital. (Queríamos) no mirar Chile solamente, sino que Latinoamérica. Yo llevaba muchos años en esta industria y había una construcción de relaciones con emprendedores y con fondos, y veíamos un vacío en esta mirada de conectar Latinoamérica con los grandes mercados”.

Agregó que “cuando uno piensa en los mercados de Latinoamérica, uno piensa en México, Brasil, incluso Estados Unidos. Pero lo que nosotros veíamos y hemos reafirmado es que el talento no viene necesariamente de estos países. Entonces, si nos preguntas dónde están los mercados de nuestras startups, efectivamente están muy concentrados en los grandes países, pero los founders vienen de Centroamérica, Argentina, Colombia, Chile, México, Estados Unidos, Israel, Brasil. De todas partes”.

El psicólogo de profesión cuenta que siempre le gusta conocer a los fundadores detrás de empresas que emprenden, ya que cuando no hay gran métrica y experiencia comercial, es vital conocer el talento y equipo humano detrás.

El legado de Piñera

Piñera Morel apuntó que “a nosotros nos tocó ver a mi papá sacar adelante emprendimientos como Bancard y otros, y ver en primera mano lo que implica ser un fundador, que yo lo correlaciono con lo que vemos hoy en los buenos founders. O sea, en el fondo, es una ética, una dedicación, una mentalidad que no es para cualquiera”.

Aseveró que “le dedicamos mucho tiempo a conversar con los founders. Queremos hablar con ellos, entender sus motivaciones, comprender el fondo, su visión de largo plazo, cómo se complementan como equipo, entender cómo construyen la cultura de la empresa. Todos tenemos el mismo acceso a las métricas, pero en profundizar en los founders es donde uno se diferencia. Y eso no se encuentra ni en los decks ni en los Excel, sino que en los equipos humanos. La variable invisible es muchas veces el mayor predictor de éxito”.

No tranquilo con eso, aseguró que ” tenemos conversaciones donde nos enfocamos 100% en la historia de ellos, en quiénes son, de dónde vienen, cuál es su motivación. Buscamos entender por qué están haciendo esto. Porque al final, si no están enamorados por el largo plazo y del problema que están tratando de solucionar, la probabilidad de que logren el éxito es muy baja, porque esto es tan difícil, requiere tanto compromiso, tanto tiempo, que necesitas personas con las motivaciones correctas. Que tengan esa perseverancia y obviamente también todas las habilidades técnicas”.

Por ahora Piñera Morel adelanta un 2024 más cargado y con más inversiones en compañías tecnológicas y más.

Al ser consultado por si Chile es un país para hacer negocios, contestó que “Chile lo que mejor que tiene a su favor -y que hay que cuidarlo muchísimo- es la institucionalidad, que permite poner reglas del juego. Eso siempre ha sido un atractivo para inversionistas extranjeros y para emprendedores, ya sea en temas de energía, acuícolas, mineros. Y eso es de las cosas que tenemos que cuidar y que son drives importantes en el desarrollo de nuestro país. Yo sí soy optimista de Chile. Obviamente hay ciclos macros y locales que a veces son mejores o peores, pero en general, si se le atribuye a Latinoamérica una curva a largo plazo, soy optimista”.

Sobre el aniversario de muerte de Piñera, su hijo señaló que se queda con “los consejos, muchas veces, son más lo que uno observa que lo que uno escucha. A nosotros nos tocó ver a mi papá sacar adelante emprendimientos como Bancard y otros, y ver en primera mano lo que implica ser un fundador, que yo lo correlaciono con lo que vemos hoy en los buenos founders. O sea, en el fondo, es una ética, una dedicación, una mentalidad que no es para cualquiera”.

Resaltó también que “él emprendió e hizo cosas de cero y a nosotros nos tocó ver la pasión que le ponía el trabajo: siempre estudiando, siempre aprendiendo. Yo creo que el ejemplo de hacer lo que uno quiera, pero hacerlo con responsabilidad y con pasión, es el mayor legado y consejo que nos dejó a los hijos. Porque el resto, la libertad, fueron muy grandes. Tenemos una doctora, una profesora, un ingeniero, un psicólogo. Entonces lo que observé en él es lo mismo que busco en los founders: esa dedicación, esa pasión y esa consistencia de trabajar duro para sacar adelante un proyecto”.