La realidad de las carreras de perros en Chile: cerca de 300 canódromos en el país y se concentran en la RM, Maule y Biobío

Esta jornada se rechazó en la Cámara de Diputados y Diputadas el proyecto de ley que buscaba prohibir las carreras de perros en Chile. El hito generó indignación en los parlamentarios que presentaron la iniciativa, y en las múltiples fundaciones que trabajan con los animales que sufren los daños de estas prácticas.

Al mismo tiempo, el hecho deja ver que sigue siendo una práctica común las carreras de perros en el territorio nacional. De acuerdo con los datos presentados en el proyecto, y sustentado por algunas fundaciones que trabajan en la causa, en Chile operan cerca de 300 canódromos, aunque no existen cifras oficiales, dado a que la mayoría operan de forma ilegal.

De acuerdo con especialistas en la materia, las carreras de perros se registran a lo largo de todo el país, pero principalmente en la zona centro sur.

Luis Martínez, conocido como Luis Galgo, es un educador canino y activista que trabaja en el rescate de galgos. También concentra su trabajo en la denuncia sobre carreras de perros. Él mismo confirma que ha identificado una mayor actividad en ciudades como Talca y Chillán, pero sobre todo en la región del Biobío.

Al mismo tiempo, asegura que en la Región Metropolitana tiene alta actividad. “Hay en Lampa, Paine. Había uno en Peñalolén pero que lo sacaron hace muy poco también. Creo que fue a través de una denuncia mía (…). No sabemos muy bien los motivos, pero bueno, lo sacaron. Hay otro en Maipú, que eso la gente no sabe, que hay otro en Maipú. Y bueno, en Melipilla, en Talagante. Hay muchos por acá en la Región Metropolitana”, señala.

En la Fundación Galgos Chile confirman que manejan datos similares. En ese sentido, detallan que la principal concentración está en las zonas periféricas Región Metropolitana, la del Maule y Biobío, y que son sobre 200 los canódromos operativos, pero que existen muchos abandonados que se activan para fechas o carreras puntuales, pero que no se pueden contabilizar porque operan de manera ilegal.

Apuestas ilegales, consumo de alcohol y zonas rurales

Luis Orellana, veterinario de la fundación Manada Sanadora, aclara que si bien es una tradición asociada al campo, la práctica se ejerce en todas partes. “Uno pensaría que generalmente es en las zonas más rurales, como el sur, donde hay más campo. Pero no es así, es a través de todo Chile”, señala, aunque agrega que “generalmente, claro, en las zonas rurales donde hay campo, donde están ciertas tradiciones arraigadas con el tiempo”.

En ese sentido, según fuentes consultadas por quiénes asisten principalmente a estas carreras, son personas que viven en zonas rurales. De todas formas, el diputado Félix González, autor del proyecto que fue rechazado, advierte que llega gente de todos los sectores. “Sabemos que esas carreras se hacen en distintas zonas del país. No es propio ni del sur ni del norte, también participa mucha gente que es de zonas urbanas“, aclara.

Además, destaca que más allá de la carrera misma, es lo que generan los eventos lo que genera preocupación. “En las carreras mismas hay apuestas, que son ilegales, además de venta de alcohol. Y ha habido denuncias también por inyecciones de drogas para que los perros corran más rápido”, asegura.

Luis Martínez advierte que “las carreras existen solamente porque deja un beneficio económico tremendo para los ganaderos. ¿Por qué? Porque el ganadero de los años 80 o 90 apostaba 10, 15 lucas. Actualmente se metió en banco de tráfico esto. Las apuestas ya son, rozan arriba del millón. De 5 o 6 millones están las apuestas”.

La realidad dentro de las fundaciones

Según las fundaciones que tratan con animales, la cifra de canes que reciben tras ser rescatado de carreras de perros y criaderos varía, pero que pueden recibir hasta 50 en un mes. La cifra mensual fluctúa entre 15-20, pero que en ocasiones encuentran a 20 perros en un criadero.

“Los que hemos visto en la zona donde estamos, que nosotros vivimos en la zona de Maipo, mensualmente vemos entre 10 y 15. Eso solamente es donde estamos nosotros”, detalla Luis Orellana.

Luis Galgo agrega por su parte que de repente encuentra animales maltratados cerca de la carretera, y rescata en menor cantidad, pero si va a operativos junto a la PDI puede llegar a encontrar hasta 50. “Cuando vamos al lugar, estos tipos tienen entre 20 y 30 galgos. Puede ser un aproximado de unos 20 galgos al mes. Hay veces que rescato 50, de repente“, detalla el activista.

En la Fundación Galgos Chile manejan similares, aunque tienen un tope de 20 galgos al mes por capacidad.

Esperanza de vida reducida a la mitad

Un tema que preocupa a quienes se dedican al rescate de galgos, es que tras participar en carreras de perros o ser criados para la actividad, la esperanza de vida del animal se reduce considerablemente. Así, si un perro grande vive en promedio 13 años, si son rescatados de criaderos viven en promedio 8 años.

“Recorta mucho su esperanza de vida, su calidad de vida. A veces hemos visto que su esperanza de vida en esas condiciones no supera los 5 años“, afirma Luis Orellana.

El diputado González agrega que “evidentemente hay excepciones y hay perros que viven más, pero esa es la expectativa de vida promedio para perros sometidos a estar enjaulados, a ser utilizados como máquinas. Incluso algunos les dicen, mi máquina, a los perros”.

Orellana añade que un porcentaje no menor de los perros que llegan a fundaciones no sobrevive. En ese sentido, de 15 que le pueden llegar en un mes, 10 los logran rehabilitar y los otros a veces deben ser sacrificados por razones de salud.

Qué dicen los defensores de las carreras de perros

Por otro lado, quienes lo defienden, aseguran que se trata de una actividad tradicional, que debe ser respetada. Y parlamentarios defensores, advierten que no se debe prohibir, pero que se puede regular.

El diputado Jorge Rathgeb (RN) señaló que “este es un tema que claramente se debe reglamentar, pero no prohibir. Es una tradición muy antigua en nuestra patria, enraizada en nuestras costumbres y emblemas patrios. No podemos prohibir una actividad que, además de ser parte de la distracción en el sector rural, beneficia a las personas que lo necesitan. Es una actividad que debe perdurar en el tiempo, bajo una adecuada reglamentación”.

Benjamín Moreno, parlamentario del Partido Republicano, agregó que “acá no se maltratan animales. Son personas que quieren y son los primeros preocupados del bienestar de sus animales (…). Se cree que el campo funciona de la misma manera en que funciona la vida urbana, la vida rural es muy distinta, hay otros códigos de formas de vida”.

Invitado a la sesión de la Sala, el presidente de la Fundación Soy Campo, Óscar Núñez, agradeció a los parlamentarios y manifestó “en un tiempo más, todos van a entender que nuestras tradiciones tienen que respetarse porque forman parte del alma de lo que es el chileno”.