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Opinión

18 de Enero de 2019

El galgo es mío y lo maltrato cuando quiero…

"Hoy en Chile existen aproximadamente 200 canódromos donde suceden estas carreras sin ninguna fiscalización. Desde hace un tiempo los activistas por los derechos de los animales hemos comenzado a denunciar estos abusos exigiendo fiscalización por parte de las policías. Al menos esto ha logrado desinflar el interés de los vecinos trasandinos por venir a Chile a apostar ilegalmente y maltratar animales", dice Daniela Echeverría en esta columna.

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Por Daniela Echeverría – Directora Fundación Animal Chile

A comienzos de enero, en una publicación de Facebook de la Municipalidad de Olmué, “El club de deportes tradicionales de Chile de Olmué” (sic) invitaba a una “nueva fecha” de Carreras de Perros Galgos para el domingo 19 de enero.

Las redes sociales son aún más rápidas que los galgos. La invitación se viralizó rápidamente como todas las publicaciones relacionadas con maltrato animal. A las pocas horas el posteo fue borrado de las redes del Municipio y la alcaldesa Macarena Santelices (UDI) contestó por Twitter que ella no tenía idea de esa publicación y comenzó a bloquear a las personas que le informaban que en estas prácticas los perros galgos son maltratados, explotados y drogados muchas veces hasta morir.

Las carreras de galgos están prohibidas en la mayoría de los países desarrollados, siendo legales actualmente sólo en Inglaterra e Irlanda. Es ahí donde nacieron y donde son una práctica tradicional. Existe en esos países la fiscalización correspondiente lo que no evitó que en 2017 el galgo ganador del Derby de Irlanda diera positivo en benzoilecgonina, uno de los compuestos principales de la cocaína.

En Argentina están prohibidas desde el 2016 y en Uruguay un decreto presidencial las prohibió desde el pasado 26 de diciembre hasta que sea proclamada una ley que las erradica definitivamente. Esto ha significado que galgueros transandinos se trasladen a Chile a hacer su negocio de apuestas ilegales y maltrato canino ya que no existe un tratado que permita juzgarlos por cometer el ilícito una vez que cruzan la frontera.

Las imágenes de carreras de galgos son un horror: perros enajenados por supuestas “vitaminas” que no son más que cocaína, efedrina, viagra y otros fármacos de ese tipo. Un vídeo perturbador muestra un choque a toda velocidad de 2 galgos que al caer quedan convulsionando en el suelo, aullando de dolor. Luego se ve a los galgueros furiosos porque perdieron la carrera y termina en una pelea de amos digna de un callejón presidiario. Los “custodios de la tradición popular” pierden los modales con facilidad si algo se interpone en su carrera al gran pozo acumulado. Es que estos “amantes de los animales”, como ellos mismos se definen, apuestan ilegalmente altísimas sumas de dinero, lo que les permite comprar, por ejemplo, grandes camionetas que luego exhiben en sus redes.

Hoy en Chile existen aproximadamente 200 canódromos donde suceden estas carreras sin ninguna fiscalización. Desde hace un tiempo los activistas por los derechos de los animales hemos comenzado a denunciar estos abusos exigiendo fiscalización por parte de las policías. Al menos esto ha logrado desinflar el interés de los vecinos trasandinos por venir a Chile a apostar ilegalmente y maltratar animales.

En Chile están prohibidas las apuestas ilegales y la nueva ley nº 21020 de Tenencia Responsable de Animales de Compañía prohíbe el maltrato, la explotación y la reproducción y venta informal de animales. Es incongruente entonces que instituciones estatales promuevan y permitan estas carreras. En el caso de Olmué, organizaciones civiles tuvieron que manifestar con firmeza toda esta evidencia para que el Municipio reculara y no solo cancelara la carrera de este 19 de enero, sino que, por instrucción de la alcaldesa, desde el 14 de enero están prohibidas para siempre en la comuna.

Con cada nueva carrera de galgos que ocurre en nuestro país, el Estado, sus policías y sus ciudadanos, no hacemos más que permitir que la ambición ilimitada de abusadores siga torturando perros que después de tres años de explotación son desechados en pésimas condiciones o simplemente asesinados por bajar su rendimiento.

Para evolucionar como sociedad debemos exigir la prohibición de este tipo de prácticas en que la entretención de nuestra especie depende del sufrimiento de otra. Debemos proteger a estos seres inocentes de las personas que ven en ellos la fórmula perfecta para llenarse los bolsillos.

El galgo es tuyo… pero en Chile está protegido por Ley.

Escribe: Daniela Echeverría – Directora Fundación Animal Chile

Instagram @fundacionanimalchile
#GalgoLibreCl
#StopGalgueros
www.fundacionanimal.cl

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