El factor Bachelet en la izquierda: la irrupción de la expresidenta previo a las elecciones municipales

“Está sonando la alarma. ¿Estamos todos sanos?“. Eso dijo el martes de esta semana, entre risas —debido al ruido generado por la activación de una alarma—, el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, cuando cruzó el umbral que permitía ingresar hacia el interior del primer Servicio de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolución (SAR) Michelle Bachelet.

La escena, eso sí, era particular. Antes de entrar él, quien lideró al grupo de autoridades que inspeccionaba las nuevas obras —entre ellas, la ministra de Salud, Ximena Aguilera— fue la propia titular del nombre del recinto: la expresidenta Michelle Bachelet.

“Hola, ¿qué tal? ¿Cómo está?”, preguntaba Bachelet de forma cortés al saludar a los funcionarios del nuevo SAR, quienes le identificaban cada sala del lugar.

La participación de la exmandataria no pasó desapercibida y generó descontento en gran parte de la oposición. Su visita coincidió con la misma semana en que se asentó como el segundo personaje político más mencionado al consultarse respecto a las preferencias presidenciales espontáneas, en la medición realizada por la encuesta Cadem. Sólo fue superada por la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, y compartía el segundo lugar con José Antonio Kast.

No solo eso. La comuna elegida para la actividad también generó comentarios, ya que Vodanovic —quien competirá por la reelección— es de las autoridades con mejores números en las encuestas.

“Michelle Bachelet tiene toda la libertad para hacer campaña. Pero, el alcalde de Maipú, no tiene derecho de usar los fondos públicos para hacer actos de campaña para Michelle Bachelet. La inauguración del SAR de Maipú es un burdo acto de campaña con la plata de todos los chilenos”, cuestionó Kast ante la presencia de la expresidenta.

Un llamado similar hizo la UDI, en donde su grupo de senadores habló de “intervencionismo electoral” por parte de Bachelet, atendiendo una hipotética nueva aventura presidencial. Ello, a pesar de que ha sido ella misma, en varias ocasiones, que lo ha descartado.

Desde el municipio, en todo caso, también lo descartaron. Incluso, aseguran que fue mera casualidad que la actividad se desarrollara esta semana ya que estaba coordinada para la anterior y se pospuso por el frente climático.

Ícono de campaña

Sea cual sea el escenario futuro, lo que no pareciera negarse en el círculo de la izquierda —en su conjunto— es de que la marca Bachelet sigue siendo un símbolo de adhesión.

Al menos así lo han visto diversas candidaturas a las alcaldías de la Región Metropolitana. Cercanos al círculo de Bachelet confirmaron a The Clinic que son varias las solicitudes que les han llegado a la Fundación Horizonte Ciudadano, organización fundada por ella en 2018, para participar de actividades y tomarse fotografías. Inclusive, los llamados, según contaron, provienen de todos los escalones del pacto progresista, los que están sujetos a evaluación.

Entre las solicitudes explícitas está la que hizo la candidata a la alcaldía de Independencia, la concejala Daniela Parada (FA).

Desde su comando electoral dijeron que, además del apoyo que se está gestionando con otros líderes del sector —al que incluyen el del gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego—, “sin duda contar con el apoyo de la expresidenta Bachelet sería muy valioso para nuestra campaña”. Ello, señalaron, “por la gran experiencia que puede aportar a nuestra propuesta”.

En Peñalolén el caso no distaría mucho. Así lo cuentan cercanos al candidato a la alcaldía del oficialismo, Miguel Concha (FA).

El antiguo colaborador de la expresidenta —fue parte de su equipo en la dirección de prensa de la Presidencia durante su segundo mandato— se reunió con ella para pedirle apoyo.

En las conversaciones que ha sostenido Bachelet con los candidatos, ha replicado el mismo mensaje: que tendrá un rol activo para apoyarlos durante la campaña. Uno de ellos es el gobernador Claudio Orrego, quien va por la reelección en la Región Metropolitana.

Otra petición de apoyo provino desde el Partido Socialista (PS), tienda en la que milita la expresidenta. Se trata del alcalde de San Bernardo, Christopher White. De hecho, el edil acudió a la timonel de su partido, Paulina Vodanovic, para hacerle llegar la solicitud expresa a Bachelet.

En lo relativo a la agenda y las actividades en las que participa la expresidenta, desde su entorno confirmaron que es ella quien las define, pero aseguran que Vodanovic —una de sus amigas más cercanas— es quien hace de interlocutora con los partidos políticos y candidatos. Es más, la presidenta del PS la ha alentado insistentemente para que asuma un rol protagónico en la política nacional.

Bachelet 3: las dudas del Partido Socialista

“El fortalecimiento de Bachelet en las encuestas no tiene que ver con su candidatura, porque lo ha dicho en todos los términos: no es candidata“.

Esa es la impresión que tiene el senador Gastón Saavedra (PS) al ser consultado respecto a su posición sobre una eventual tercera candidatura de Bachelet. Y es que para el representante de la región del Biobío, el auge de Bachelet en los estudios de opinión no responde a que sea un nombre efectivo para la presidencial.

“Sólo es la mención que se hace en torno al reconocimiento de su liderazgo, de su trabajo político, a sus dos presidencias. Pero, nosotros no le hemos pedido que sea Presidenta de la República“, aseguró.

Al interior del comité socialista en el Senado el nombre de Bachelet para otro periodo no es muy apetecido y así lo han conversado en diferentes ocasiones y también con algunos diputados.

“El problema es que es muy procomunista”, le dijo un integrante del PS en la Cámara Alta a uno de sus pares, y quien, ante el escenario generado a partir de las diferencias entre el Partido Comunista (PC) con el resto del oficialismo por el episodio electoral de Venezuela, advirtió que la conversación de la continuidad de un pacto con ellos vendrá.

Pero las miradas sobre Bachelet no tienen que ver únicamente con el trato hacia los partidos. También la queja está en que la sola presencia de la exjefa de Estado “impide que hayan nuevas figuras“. Ese escenario, si es que ganase una nueva presidencial, dijo la fuente, reiteraría el “fracaso” de Gobierno que fue la Nueva Mayoría.

Aunque algunos alienten el nombre de Bachelet para un tercer mandato, dicho soporte no estaría, al menos, en una parte de la directiva del PS. Tal sería el caso del secretario general de la tienda, Camilo Escalona, quien ha insistido en otro nombre para la presidencial: Mario Marcel.

En tanto, en la vereda de sus compañeros más directos del Socialismo Democrático, el PPD, el panorama es más distinto. En la tienda dirigida por Jaime Quintana, el nombre que buscan impulsar es el de la ministra del Interior, Carolina Tohá, militante de sus filas. Sin embargo, a la buena apreciación de Bachelet como mala noticia, se suma que la secretaria de Estado no despega en encuestas.

La situación dada en la Cadem fue motivo de conversación en la reunión que sostuvo la directiva el lunes por motivos de la campaña electoral. Allí, inclusive, postularon la idea —para hacerle peso a Bachelet— de que Tohá participara de la campaña. Eso sí, dicho escenario lo ven complejo, dada la política interna del Gobierno respecto a elecciones y la nula exposición de sus ministros.

Naciones Unidas, ¿el próximo destino?

En la tienda socialista, sin embargo, afirman que la atención de Bachelet en este momento está centrada en la Secretaría General de Naciones Unidas (ONU).

En enero, la embajadora de Chile ante la ONU, Paula Narváez, señaló que el nombre de Bachelet se ha posado en varias bocas de Nueva York (sede de la organización) para nominarla como la sucesora de António Guterres, quien dejará la posta en diciembre de 2026.

El nombre de la también exalta comisionada de DD.HH. flotó, además de ser expresidenta, por otros motivos.

Uno guarda relación con que sería el turno de Latinoamérica para la sucesión del puesto de máxima jerarquía de la ONU. El último representante de Sudamérica —y del continente americano en su totalidad— fue el peruano Javier Pérez de Cuellar. El cargo lo ostentó entre 1981 y 1991.

En tanto, en los casi 80 años desde su fundación, de los nueve secretarios generales que han pasado por allí, todos han sido hombres.

Esa definición, en todo caso, está en manos de Bachelet. De ahí en adelante, una vez presentada la candidatura —que es unipersonal—, el Estado de Chile podría apoyarla a través del Ministerio de Relaciones Exteriores. De hecho, la misma cartera afirmó que la nominación no consiste en una “candidatura país”, y que los Estados suelen actuar cuando existe acuerdo respecto a un nombre.

Para esas negociaciones, en particular, Bachelet tendría un plazo acotado. Ello, atendiendo que son procesos largos y que requieren varias conversaciones, de uno y otro lado. Y, en términos estrictos, es el Consejo de Seguridad de dicho organismo quien lleva el nombre a la Asamblea General. Esta última es la que toma la decisión final de ratificar o no al postulado.

Aunque han pasado casi ocho meses desde que se comenzó a hablar de la posibilidad, las voces a favor que Bachelet asuma el cargo —cuentan desde Estados Unidos— sigue vigente.