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Entrevistas

28 de Enero de 2024

Paula Narváez: “No me sentí cómoda siendo candidata presidencial”

Fotos: Felipe Figueroa

Durante su visita a Chile para la reunión del Consejo Económico y Social (Ecosoc), la embajadora de Chile ante las Naciones Unidas (ONU), aborda con The Clinic la agenda internacional, discute la amenaza de la ultraderecha y comparte por primera vez sus desafíos en la frustrada precandidatura presidencial. Observa con distancia la disputa entre las dos almas del gobierno, pero, aunque evita la política local, su estrecha relación con la expresidenta Michelle Bachelet continúa conectándola a la contingencia política nacional. "La Presidenta Bachelet es reconocida en la comunidad internacional, entonces surge su nombre y, espontáneamente, algunos representantes de países se han acercado y me lo han señalado", afirma sobre la opción de que la exmandataria sea Secretaria General de la ONU.

Por Rosario Mendía

La última vez que Paula Narváez vivió en Chile fue en 2020, cuando se postuló como precandidata presidencial. Hasta entonces, la actual representante permanente de Chile ante Naciones Unidas residía en Panamá -mientras trabajaba en ONU Mujeres-, cuando fue contactada para representar al Partido Socialista en las primarias de Unidad Constituyente. No estaba en sus planes, señala, “pero era imposible decir que no”, agrega, y cuenta que la presidencia era su “deber político”.

Entonces, en medio de una pandemia y después de un estallido social que no había vivido, Paula Narváez perdió las primarias de la centroizquierda. Este episodio marcó su última incursión en la política chilena. Volvió rápidamente a la política internacional, donde sigue desarrollando su carrera política, pero ahora desde un espacio que le resulta cómodo, donde vive una dinámica de gobierno diferente y del que no tiene intenciones de apartarse.

Desde entonces, Paula Narváez ha mantenido un perfil bajo y cuando se le pregunta de temas que generan fricción, divaga y vuelve a la agenda de Naciones Unidas y su rol de embajadora. Nunca se refirió a su derrota y tampoco volvió a ser noticia, hasta esta semana, cuando acaparó la atención de los medios al hablar de su referente, Michelle Bachelet, durante una entrevista con T13 Radio y sugerir que suena como posible secretaria general de Naciones Unidas, como profundiza con The Clinic.

¿Cometió una indiscreción al comentar sobre la secretaría general de la ONU?

-Cuando expreso mis ideas soy muy consciente de las ideas que digo (…) La Presidenta Bachelet es reconocida en la comunidad internacional, entonces surge su nombre y, espontáneamente, algunos representantes de países se han acercado y me lo han señalado. Eso es lo que yo estoy diciendo y, por tanto, estoy nada más que constatando un hecho de la realidad.

¿Se comunicó con la expresidenta después de eso?

-No. La verdad es que no he tenido conversación con la Presidenta Bachelet. La última vez que tuvimos un contacto fue para desearnos feliz año.

-Cuando se anunció su precandidatura presidencial, se le llamó la “continuadora natural de la Presidenta Bachelet. ¿Qué opina hoy sobre esa afirmación?

-Fui una colaboradora muy honrada de sus dos gobiernos, con alta identificación con sus políticas y con su programa de gobierno. En su segundo gobierno fui vocera en el final de esa administración y me imagino que esos elementos, para algunas personas, hacían que se identificara mi candidatura con esa necesidad de continuidad y cambio.

-¿Cuál es su mirada en retrospectiva de esa precandidatura?

-Con el paso del tiempo, porque uno ve las cosas con perspectiva, yo asumí esa candidatura, lo dije entonces y lo reitero hoy día, como un deber. Era un deber y, probablemente, tomaría la misma decisión hoy, si es que retrocedo. Un deber, porque creo absolutamente en la necesidad de la incorporación de las mujeres en política y durante mucho tiempo me dediqué a trabajar en la promoción de la participación política de las mujeres. Por lo tanto, cuando son las propias mujeres las que te piden que uno pueda tomar una candidatura de estas características, era imposible decir que no. Lo asumí como un deber y creo que era lo que correspondía hacer en ese momento.

-Y si el deber volviera a tocar su puerta, ¿estaría dispuesta a correr una nueva campaña presidencial?

-Con el tiempo me he dado cuenta de varias cosas. Y una de esas cosas es que yo no me sentí muy cómoda siendo candidata, en el sentido de que a mí me gusta la acción, me gusta la gestión, me gusta hacer cosas (….). Me siento mucho más cómoda trabajando en equipo, haciendo que las cosas ocurran. Creo que es una característica que tengo y las candidaturas, probablemente, son para otras personas.

-Posteriormente, desde su historial en la centroizquierda, se incorpora al gobierno del presidente Boric. ¿Cuál considera que ha sido el aporte del socialismo democrático en la administración actual?

-Los cambios que Chile necesita experimentar para mejorarle la vida a las personas requieren de una unidad amplia. La incorporación de ese sector, del sector socialismo democrático, refleja esa misma vocación (…). Por lo tanto, creo que el aporte que hacemos los que tenemos una trayectoria en política y que venimos de este sector al gobierno del Presidente Boric, lo hacemos con mucho compromiso. Muy identificados con lo que él está llevando adelante, con su liderazgo y, por supuesto, con lo que Chile necesita.

Paula Narváez
“Los cambios que Chile necesita requieren de una unidad amplia”, dice Paula Narváez.

El presidente de Revolución Democrática, Diego Vela, dijo en una entrevista a The Clinic que se superó la lógica de las dos almas y que el reemplazo político fracasó. ¿Sintió alguna vez, desde el gobierno, la presión de pertenecer a la exConcertación?

-Hay que entender que tengo un cargo de embajadora. Yo soy embajadora de Chile ante un organismo multilateral y represento ahí los intereses de nuestro país. Es una política exterior que conduce el Presidente de la República, que se canaliza, a través de Cancillería, y que se implementa en el espacio multilateral, a través de la misión permanente de Chile. Por lo tanto, la experiencia que tengo es de colaboración, (…) donde no hay este tipo de divisiones ni este tipo de dinámicas que pudieran ocurrir a otros niveles, si es que ocurrieron. Entonces, eso no es algo que a mí me corresponde evaluar, porque lo que vivo en las Naciones Unidas es la representación de Chile en unidad. Es un Chile que realmente trabaja en equipo.

“Formar parte de la comunidad internacional es una responsabilidad, pero al mismo tiempo es una protección para el propio país”

Paula Narváez asumió en 2022 como embajadora de Chile en las Naciones Unidas, designada por el Presidente Gabriel Boric y residiendo en Nueva York. Además de su nombramiento por el gobierno chileno, fue elegida por sus colegas en la ONU para presidir el Consejo Económico y Social (Ecosoc), un órgano clave en la promoción de la Agenda 2030. Un acuerdo global adoptado por todos los estados miembros en 2015, que aborda distintos desafíos, desde la erradicación de la pobreza y el hambre hasta la promoción de la igualdad de género, la acción climática y el acceso a la educación, a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

-Los movimientos de ultraderecha han adoptado como consigna política posicionarse en contra de las Naciones Unidas. Internamente, ¿se está teniendo en cuenta este fenómeno? ¿Cómo podría afectar el auge de la ultraderecha a los objetivos de la Agenda 2030?

-En el año 2015, cuando todos los estados miembros acuerdan la Agenda 2030, habían embajadores que representan gobiernos con distintas sensibilidades políticas. Porque quién podría estar en desacuerdo con la erradicación de la pobreza. ¿Quién podría estar en desacuerdo con la necesidad de la seguridad alimentaria y de sistemas alimentarios para todos y todas que permitan conseguir hambre cero en el mundo? ¿Quién podría estar en desacuerdo con la necesidad de fortalecer las instituciones y buscar la paz? (…) Entonces, la utilización que pudiese ocurrir de parte de algunos sectores debe ser contrastada con la realidad. Con la realidad que ocurre en las Naciones Unidas, que es un foro para toda la sensibilidad.

-El presidente argentino Javier Milei, en el reciente Foro Económico Mundial, señaló que “ideas nocivas” se habían apropiado de los organismos internacionales. En ese contexto, ¿constituye la ultraderecha una amenaza?

-La ONU, más que estar preocupada en campañas que pudieran tener algunos sectores, está preocupada en demostrar con evidencia que podemos avanzar y que esto ha comprometido a sectores de distintas sensibilidades políticas.

-Respecto lo mismo, en Chile José Antonio Kast dijo que si fuera presidente suspendería esa agenda. ¿Qué pasaría si el próximo gobierno de Chile asumiera esta postura? ¿Podría el país dejar de lado su participación?

-Parece un escenario poco probable. Incluso desde el punto de vista de los acuerdos y convenios o resoluciones que Chile ha apoyado en Naciones Unidas durante tantísimo tiempo. A veces se dicen este tipo de cosas sin necesariamente medir o dimensionar el impacto y el alcance de este tipo de palabras o de expresiones.

-O sea, ¿usted cree que es no es posible que Chile pudiese dar un paso al costado dado los acuerdos que existen?

-Pertenecer a las Naciones Unidas y pertenecer al foro más importante en materia multilateral es, sin lugar a dudas, no solamente un aspecto que tiene que ver con nuestra historia y con nuestra decisión histórica de por qué somos parte de esto, sino que también tiene que ver con cuánto el multilateralismo protege a un país como Chile.

Es decir, formar parte de la comunidad internacional es una responsabilidad, pero al mismo tiempo es una protección para el propio país. Por lo tanto, da la impresión de que este tipo de afirmaciones son quizás no midiendo y dimensionando lo que realmente ocurre cuando un Estado pertenece a un organismo internacional como las Naciones Unidas.

Paula Narváez
“¿Quién podría estar en desacuerdo con la erradicación de la pobreza?”, dice Paula Narváez sobre la Agenda 2030 de la ONU.

Paula Narváez: “Necesitamos aumentar la inversión para crear más empleos decentes”

Los días 23 y 24 de enero tuvo lugar la Reunión Especial del Consejo Económico y Social (Ecosoc) en Santiago de Chile. Más de 80 países se reunieron en el edificio de CEPAL para analizar materias de trabajo, centrándose, especialmente, en el trabajo decente y el futuro laboral. En esta ocasión, Paula Narváez, como presidenta del órgano y anfitriona, dio la bienvenida a una reunión que no se llevaba a cabo desde hace 73 años en Chile, cuando estuvo a cargo del diplomático Hernán Santa Cruz. “Necesitamos aumentar la inversión para crear más empleos decentes. Más cooperación, financiamiento internacional adicional y asistencia técnica para ampliar el trabajo decente y el acceso a protección social”, señaló la embajadora.

-¿Cómo se puede aportar desde la política internacional a materias de empleo, en un contexto donde -según la OIT- se proyecta un aumento de desempleo para este 2024?

-Primero hay que señalar que, respecto al contexto de desempleo global, la cifra muestra un promedio del 5.1 de tasa de desempleo a nivel mundial. Esto es un nivel de desempleo pre pandémico. Pero eso, si bien es una noticia que podríamos alegrarnos a simple vista, cuando uno la ve en detalle y hace una radiografía de la realidad del empleo, esa realidad del empleo muestra brechas enormes. Y una de esas brechas tiene que ver con la informalidad del empleo.

Porque las personas pueden decir que están empleadas, pero están en condiciones de desprotección, sin seguridad social. Y por lo tanto, la necesidad de abordar estas dimensiones en reuniones como esta permite vislumbrar alternativas, buenos ejemplos, buenas prácticas que se comparten entre los países. Y por cierto, volver a decir, para tomar las palabras de Hernán Santa Cruz, cooperar o perecer. Es decir, siempre va a estar como un elemento fundamental del multilateralismo y, sobre todo, en el pilar de desarrollo, la necesidad de la cooperación.

-¿A qué se refiere con nuevos mercados de trabajo?

-Tenemos que comprender que, por ejemplo, aspectos como la movilidad humana, que tiene que ver con el fenómeno migratorio, impacta a los mercados laborales y genera nuevas exigencias, tensiones. Por supuesto, también, en aquellos países que son tanto receptores de migrantes, como aquellos países que ven que su población requiere emigrar. Y es por eso que se requiere cooperar entre los estados miembros para buscar soluciones a este tipo de demandas.

Paula Narváez

Por otro lado, no podemos desconocer el impacto que tienen las nuevas tecnologías en el mundo del trabajo. Las nuevas tecnologías se modifican en tal magnitud, en tal rapidez, que el impacto es mucho mayor, porque hace mucho más desafiante el cómo los y las trabajadoras y los empleadores ajustan sus dinámicas para poder estar incorporando estas nuevas tecnologías, pero generando las competencias que los trabajadores y las trabajadoras requieren. Es justamente lo que estamos analizando hoy día en esta reunión.

-¿Y cómo podrían impactar los acuerdos en esta materia?

-El empleo es un tema relevante, que convoca a todas las personas. Especialmente, a los países en desarrollo, donde vemos que el instrumento del trabajo sigue siendo una herramienta fundamental para poder superar la pobreza, aunque no suficiente, pero importante. Para mejorar, por lo tanto, los niveles de igualdad, para considerar, también, disminuir brechas, como la brecha de género, por ejemplo. Es decir, el nuevo mercado de trabajo es una muy buena oportunidad, porque refleja cómo una sociedad se comporta. Y, por lo tanto, lo que suceda en el mundo del trabajo va a darnos señales de cómo una sociedad va a poder alcanzar, o no, mejores niveles de calidad de vida y de bienestar.

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