Maite Alberdi y Elisa Zulueta estrenan en Netflix “El lugar de la otra”: “A las mujeres nos cuesta mucho decir que no a los trabajos”

El domingo 22 de septiembre, la directora chilena Maite Alberdi alcanzó un hito en su prolífica carrera. “El lugar de la otra”, su primer largometraje de ficción, se exhibió por primera vez al público en el marco de la 72ª edición del Festival Internacional de San Sebastián, donde la cinta forma parte de la selección oficial del tradicional certamen.

“El lugar de la otra”, la más reciente película de Maite Alberdi, está producida por Fábula y distribuida por Netflix. Se estrenará a nivel global en esta plataforma el 11 de octubre, y el elenco está conformado por Elisa Zulueta, Francisca Lewin, Marcial Tagle, Pablo Macaya y Gabriel Urzúa. El guión fue escrito por la comediante Paloma Salas e Inés Bortagaray.

Maite Alberdi y parte del equipo, incluyendo a Elisa Zulueta y Paloma Salas, viajaron al norte de España para participar en el festival. Tienen programadas cinco proyecciones, incluida una función con la presencia del equipo este lunes en el Kursaal, la sede principal del certamen.

Semanas atrás, Netflix organizó una proyección especial de la película en Chile con la presencia de la directora. En esa ocasión, Alberdi comentó que el proyecto llegó a sus manos a través de Fábula, quienes le hicieron llegar el libro Las Homicidas de Alia Trabuco Zerán. El libro de la escritora chilena presenta aproximaciones biográficas a Corina Rojas, Rosa Faúndez, Carolina Geel y Teresa Alfaro, cuatro mujeres que cometieron asesinatos en el siglo XX, y relata cómo la sociedad chilena abordó dichos casos.

“El lugar de la otra” cuenta la historia de Carolina Geel, una popular escritora, interpretada por Francisca Lewin, que asesinó a su amante, Roberto Pumarino Valenzuela, en el extinto Hotel Crillón, ubicado en Agustinas 1035, en abril de 1955. El caso cautiva a Mercedes (Elisa Zulueta), una tímida actuaria del juez (Marcial Tagle) a cargo del proceso judicial, quien comienza a involucrarse personalmente en el hecho que atrae la atención mediática.

Por circunstancias de la investigación, Mercedes debe visitar el departamento de Carolina Geel, un luminoso piso en un barrio tradicional de la capital, con detalles que revelan el bohemio estilo de vida de la escritora, marcado por un aire fresco de libertad propio de una mujer moderna. La escena luminosa contrasta con el hogar de Mercedes: una casa pequeña y oscura, que durante el día funciona como el estudio fotográfico de su esposo (Pablo Macaya). El espacio para Mercedes es limitado, y su labor es ser dueña de casa. A partir de ahí, comienza a cuestionar su vida, su identidad y el rol de la mujer en la sociedad, encontrando en el departamento de “la otra” un oasis.

Antes de viajar a España, Maite Alberdi y Elisa Zulueta conversaron con The Clinic acerca del estreno mundial de “El lugar de la otra”, la importancia de presentarlo a través del gigante del streaming, cómo Alberdi eligió a la actriz para el papel de Mercedes, las otras propuestas que recibió la directora nominada a los premios Oscar y las expectativas frente a su primer largometraje de ficción.

Una de las escenas más difíciles de grabar, según recuerdan las protagonistas de esta entrevista, es en el momento en que ese espacio de tranquilidad de Mercedes se rompe por lo que hay afuera. “La escribimos 20 veces y la terminamos de escribir el día antes de filmarla. Primero, era una escena con muchas explicaciones, pero después sentimos que no era necesario explicar tanto”, dice la directora.

Por su parte, la actriz asegura que fue “la escena que más me costó. Porque con una frase tengo que explicar todo lo que hago, y hay veces que uno no puede explicar todo. A veces, la realidad es mucho más elocuente que las palabras”.

¿Por qué te interesó esta historia para que fuera tu primer largometraje de ficción?

Maite Alberdi: Me interesó esta historia precisamente porque no era ficción. Partimos de un libro de no ficción con un caso, una historia y una investigación 100% reales. La película se escribe desde el expediente, desde toda la investigación que hizo Alia Trabucco, desde el archivo personal, policial y la prensa de la época. Entonces, mis materiales de construcción eran reales, y para mí fue una invitación, de alguna manera, a hacer un documental de época. El juicio lo habría firmado tal cual. Los documentos, como las cartas de María Carolina, son sus cartas. Me gustó la invitación a transformar este relato de no ficción en un documental de época, una ficción que refleja el hecho histórico de ese momento, pero observada desde un personaje ficticio. Ahí sí siento que somos nosotras observando.

¿Pensaste inmediatamente en Elisa Zulueta para interpretar a Mercedes?

Maite Alberdi: Yo siempre pensé en Elisa. Desde el día uno. Te diría que, con Paloma y con Inés, estábamos escribiendo siempre para ella. Veía otros castings porque tenía que hacerlo, pero nunca tuve dudas; la escribimos para ella, aunque no le habíamos avisado.

¿Elisa, sabías de esto?

Elisa Zulueta: No lo sabía en ese momento. Siempre le digo a Paloma: “¿cómo no me avisaste?” Y me respondió: “Pero es que una semana el personaje tenía 20, la semana siguiente tenía 30, y después 40.” Así es el proceso de escritura. Yo también he participado en procesos de escritura y es así: desaparece un personaje, aparece otro. Bueno, igual me debería haber avisado.

¿Cómo fue para ti recibir el llamado?

Elisa Zulueta: Me preparé mucho para el casting, más que nunca. Me encerré, escuché música de los años 50 y memoricé el texto. No era tan difícil porque el personaje, en realidad, no hablaba mucho, pero lo entendí; estuve en una especie de meditación de personaje. Cuando llegué a hacer ese casting, sentí que era posible que yo fuese la elegida, porque me concentré mucho. Eso es algo que sentí. No sé qué sintió la gente cuando vio el casting, pero en ese momento sentí que algo encajaba. Entendía muy bien la necesidad de esa mujer.

¿Hubo un desafío al pasar de las teleseries al cine?

Elisa Zulueta: Yo he hecho muchas películas y el teatro también es muy distinto. La capacidad de adaptación es la característica principal de un actor. Te tienes que adaptar a lo que haya. Puedes estar preparado para una escena y que de repente cambie: ahora es en el mar, está lloviendo y no es dentro de una habitación, y tienes que adaptarte. La gran característica de mi oficio es la adaptación, que también ayuda en la vida. Soy infinitamente más histriónica que Mercedes; tengo mucha más confianza en mí misma que ella. Yo no le recojo el plato a nadie, grito: “¿Están los platos acá?” Soy mucho más dueña de los espacios. Eso sí me costó. Más que los géneros, más que pasar de una teleserie al cine, me costó mucho más que mi personalidad no se impusiera en ese pobre ser que es Mercedes.

Con miras a los Premios Oscar

La Academia de Cine de Chile eligió el primer largometraje de ficción de Maite Alberdi para representar al país en los Premios Oscar y los Premios Goya. La directora recibió su primera nominación al Oscar con El agente topo, que fue nominada a Mejor Largometraje Documental en 2021, siendo la única película latinoamericana nominada ese año y la primera de una realizadora chilena. En 2024, Alberdi fue nominada con La memoria infinita.

Por su parte, Elisa Zulueta continúa en la senda de una carrera productiva que va desde la literatura hasta la actuación. Entre 2023 y 2024, Zulueta lanzó los libros infantiles “El niño cocodrilo” y “El ratón Morón”. Es parte del elenco de la película chilena “El Fantasma” y de las teleseries “Como la vida misma” y “Secretos de familia”. Su podcast “Expertas en nada”, junto a Paloma Salas, fue el octavo más escuchado en Spotify. Además, “Gladys”, obra escrita y dirigida por Zulueta, sigue sumando ciclos.

Ambas continúan acumulando nuevas experiencias, pero coinciden en que los criterios para evaluar en qué proyectos participar han cambiado con el tiempo. También coinciden en que el tiempo con la familia es fundamental y han tenido que aprender a decir que no, algo que, según ellas, a las mujeres les resulta difícil frente a las ofertas laborales.

¿Recibiste otras propuestas de películas luego de “La memoria infinita”? ¿Cómo manejas eso hoy en día?

Maite Alberdi: Llegan propuestas de proyectos todos los días. Al final, se trata mucho de elegir aquellos con los que uno se va a conectar emocionalmente. Las propuestas llegan todo el tiempo, y uno no puede hacer todos los proyectos que quisiera o que le gustaría, lo mismo que con los documentales. Hay que considerar cuánto tiempo, corazón y vida se va a invertir en las ideas; realmente tienen que comprometerte y desafiarte. Es decir, deben comprometerte emocional e intelectualmente. Entonces, creo que por ahí van las elecciones. Propuestas hay, lo difícil es elegir.

¿Y cómo haces para no marearte entre tantas propuestas?

Maite Alberdi: Tengo un equipo que me ayuda a elegir, y también leo mucho. Lo mismo me pasa con los documentales. Cuando veo algo que me provoca y me queda dando vueltas, siento lo mismo con las propuestas. Si no te conecta emocionalmente, para mí no es una propuesta viable. Además, tenemos hijos, lo que es un freno muy efectivo para decir que no puedo hacer todo. El impulso es hacer un montón de cosas. Hace diez años podías aceptar más, pero ahora tratas de equilibrar un poco y poner freno. Creo que los hijos nos han enseñado a decir que no. A las mujeres nos cuesta mucho decir que no a los trabajos porque sentimos que estamos agradecidas, que podría ser la última oportunidad y que no habrá otra.

Elisa, esta producción de Netflix no solo es para Chile, va a salir a todo el mundo. ¿Qué significa para ti estar en esta plataforma que te da esa visibilidad?

Elisa Zulueta: No lo había pensado hasta ahora. Es que tengo un mecanismo de defensa importante. Solo estoy pensando que la película la va a ver mi amiga, no pienso mucho en ello. Me sirve estar presente en el día a día, con lo que cuesta. Este año ha sido completamente una sensación despertar todos los días y sentirme privilegiada y agradecida. He estado sintiéndome muy realizada. ¿Qué tiene que ver esto con la película? ¿Qué tiene que ver con las cosas que hago? ¿Con mis libros? ¿Mis relaciones personales? ¿Con la salud de mi gente? Entonces, me despierto cada mañana y digo… Estoy feliz. Pero para una actriz, esto es importante. Es enorme.

¿Es un sueño internacionalizar tu carrera como actriz?

Elisa Zulueta: En mi caso, no es un sueño internacionalizar la carrera. Mi sueño es poder seguir trabajando en lo que elegí. El contexto y el entorno van cambiando. Esta es una oportunidad enorme, una oportunidad hermosa que agradezco profundamente. Estoy contenta de poder sentirme realizada. Los contextos cambian, y de repente estaré en San Sebastián, pero también volveré y estaré en una comuna haciendo mis cuentacuentos, igual de feliz y realizada. Te lo digo con total honestidad. Es real. Esta película ya me ha traído cosas increíbles, y sé que me seguirá trayendo cosas hermosas. Es una ventana enorme. Netflix es una ventana enorme a un montón de posibilidades, a gente que te va a conocer, que va a conocer tu trabajo, que le va a gustar y que también puede no gustarle. O sea, también es una ventana a la crítica.

Maite Alberdi: Ella no lo piensa mucho, pero yo lo pienso todo el tiempo. Estoy muy feliz de que todo el mundo la vaya a ver en tantos países porque la admiro tanto. Y es cierto, el día de mañana estará en el cuentacuento. Desde mi profunda admiración, siento que necesito que el mundo la vea.

¿Tienes sentimientos encontrados por generar películas pensadas para verse en televisión o en un dispositivo móvil?

Maite Alberdi: No tengo ningún sentimiento encontrado. Me parece fascinante, como directora, tener la posibilidad de hacer una megaproducción de época en Chile que, si no fuera por Netflix, no se podría haber concebido. Eso implica que se verá en plataformas y también estará en el cine. Lo que he aprendido con mis películas anteriores, como lo que me pasó con “El agente topo”, es que no pudimos estrenar en salas por la pandemia, y mucha gente la vio. De la plataforma aprendí que crea un ambiente familiar para ver películas y atrae a otro tipo de público.

En este caso, la película también estará en salas. Quien quiera verla en casa, la verá en casa. Creo que esto solo diversifica las audiencias, llegando a personas que jamás irían a una sala de cine a ver una película como esta. Así que tengo acceso a un público diverso, transversal, impresionante, y ademásse repiten las películas, algo que nunca me había pasado. Así que solo lo agradezco.