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Pablo Dittborn
Pablo Dittborn, candidato a concejal por Vitacura. Foto: The Clinic

Política

25 de Septiembre de 2024

Pablo Dittborn, candidato a concejal por Vitacura: “La alcaldesa Merino tuvo la valentía de haber destapado una cosa muy brutal”

Exgerente de The Clinic, Pablo Dittborn aparecerá en la papeleta del 26 y 27 de octubre como candidato a concejal —en pacto del Partido Socialista— por Vitacura, comuna de la que valora la gestión de la alcaldesa Camila Merino (Evópoli) en el destape del caso que involucró al exalcalde Raúl Torrealba.

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Comunas “cuestionadas, por ser educado”. Así se refiere Pablo Dittborn a las localidades del sector oriente que tienen un historial municipal relativo a la corrupción. Su impresión no es banal, dado que el vicepresidente de Puerto de Ideas —y exsocio gerente y cofundador de The Clinic— se abrió, nuevamente, a una candidatura: concejal por Vitacura.

En 2021 recorrió el mismo camino sin éxito. Ello, argumenta en esta entrevista, debido a que el progresismo fue separado. En esa oportunidad, obtuvo 1.005 votos, un 1,8% del total emitido.

Lo que le motiva a volver a intentarlo es la homogeneidad que hay en el concejo municipal de Vitacura, comuna actualmente liderada por la alcaldesa Camila Merino (Evópoli), de quien guarda una buena impresión. Inclusive, es proclive a que su modelo de “administración transparente (…) sería fantástico para cualquiera que sea alcalde”.

—¿Qué le motivó a reingresar en la política?

—Hace 4 años fui candidato a concejal por Vitacura en un pacto muy similar al actual. Creo que cometimos un error al haber ido separados. En una lista iba el PPD y el PS, y en otra lista iba la DC con el PRO. Entonces fuimos separados y, en ese caso, ninguna de las dos listas logró elegir un concejal.

Esta vez vamos junto a la DC, va el PS y el PPD. Yo voy como candidato independiente en la lista del PS. La otra vez hicimos, relativamente, una buena votación. No nos alcanzó, pero juntos creo que sí ya es posible, muy posible, conseguir al menos un concejal en una comuna que elige 8 y donde, hoy en día, todos son de oposición.

—Es similar a lo que ocurre en Las Condes.

—Claro. Y eso, más allá de lo político, tengo la impresión que afecta o debilita, al menos, la transparencia y la fiscalización.

—Sobre todo en comunas que han estado involucradas en asuntos de corrupción.

—Cuestionadas, por ser educado. 

—¿Qué tan determinante debiese ser la participación de sectores “opositores” a la alcaldía en el concejo en esos casos?

—Es bueno por lo que mencionaba: fiscalización y transparencia. También es bueno por cuestiones de carácter democrático. Vale decir, encasillar a la comuna de Vitacura o la de Las Condes como comunas de altos niveles de ingresos y casi homogéneas es absolutamente equivocado. Comunas como Vitacura tienen sectores de clase media y algunos de clase media y media baja que necesitan del apoyo comunal del Estado. Del tema salud ni hablar.

Vitacura tiene tres colegios municipales, grandes, importantes, y debe hacer con ellos una labor de que, si tiene recursos como comuna, podría hacer de ellos de los 10 mejores colegios de Chile, sin lugar a dudas. Hay que proponérselo y gestionarlo.  Es bueno que haya presencia de sectores no oficialistas respecto a la actual alcaldía, que tengan ideas que den amplitud y que le den un carácter más democrático a la representatividad de la comuna. 

—Su nombre es asociado a la cultura. En Las Condes hubo un tema en la Corporación del Teatro Municipal de la comuna con sobresueldos. ¿Ve en Vitacura un tipo de problemática similar?

—En la Corporación Cultural en Vitacura no tengo ningún antecedente como para manifestarlo y ponerlo sobre la mesa. La verdad es que no. Creo que lo que sí podría haber es una reorientación de las actividades culturales que permitan que se incorporen otros sectores.

Pienso que es obligación de Vitacura recibir público de comunas vecinas que no tienen la capacidad de producir eventos culturales como acá porque tienen menos recursos. Una mejor integración y evitar, en lo posible, el desarrollo de guetos culturales. Eso me parecería un grave error. En términos de probidad, no tengo ningún elemento, no digo que no existan, pero que me permitan hacer una acusación.

—Ha manifestado quejas contra el Gobierno por el manejo cultural. ¿Su postura sobre el manejo de esos temas fue algún tipo de complicación al momento de levantar su candidatura como concejal en un pacto oficialista?

—No, para nada. Estuve reunido con la directiva del Partido Socialista de la comuna. Conversamos la posibilidad de que yo fuera. Yo dije que ‘bueno, encantado’ y que participaba y ponía mi nombre por la consecución de la mayor cantidad de votos. No tocamos el tema porque entiendo que hay un ambiente crítico dentro del oficialismo respecto a la gestión del Ministerio de las Culturas. Y no lo digo por la actual ministra.

Ella es la tercera en pasar por allí y han habido, creo, tres o cuatro subsecretarios en un período tan corto como el del actual Gobierno. Creo que están receptivos a ese tipo de críticas. Yo he estado 8 años en el Consejo Nacional de la Cultura. Por lo tanto, no estoy disparando desde la vereda de al frente. He estado adentro. Los cargos que yo he tenido han sido no remunerados, son de muy buena voluntad, de servicio público. No tuve ningún inconveniente felizmente.

—¿Por qué elige disponer su nombre nuevamente? 

—Lo que más me motiva es que haya una representación más amplia y más real desde lo que son los ciudadanos de Vitacura. En Vitacura hay entre un 15 y un 17% de gente que hoy está en el mundo progresista, y esa gente tiene 0 representación en el concejo. Esa es mi mayor motivación, tratar de representar a ese sector.

Una vez dentro del concejo, yo tengo, por lo que ha sido mi vida, digamos, mucha preocupación por esos tres colegios municipales que deben ser de excelencia, dado los recursos y la capacidad de gestión que tiene Vitacura. Debe proponerse que sean de excelencia, no sólo buenos. El tema de la salud, porque hay sectores, muchos que son aquellos mismos que reclaman que no pueden pagar las contribuciones hoy en día porque son señores de tercera edad, jubilados. A esa gente tenemos que ofrecerle también un sistema de salud que no los obligue a estar atados a un sistema de salud privada que no pueden pagar.

Pablo Dittborn. Foto: The Clinic

Pablo Dittborn y gestión de alcaldesa Merino: “Tiene mucho mérito”

—Respecto a la gestión de la alcaldesa Camila Merino. ¿Qué impresión tiene?

—Ella tuvo la valentía, y eso hay que reconocerlo, de haber destapado una cosa muy brutal, de alto impacto en la comuna, como fue la gestión del alcalde (Raúl) Torrealba en el tema de probidad, en el tema de dineros mal asignados, mal recibidos, mal gastados. Por eso tiene mucho mérito, haber sido lo suficientemente valiente. 

Lo otro: tengo la impresión, por conversaciones que hemos tenido con gente de ellos, que ella tiene un modelo de administración bastante transparente, con auditorias internas de tal manera que ahí hoy no hay un problema. Incluso, si logran armar un modelo de gestión municipal, sería fantástico para cualquiera que sea el alcalde o la coalición que dirija la municipalidad. Y que esta pueda ser replicada en otras comunas del país, porque no nos olvidemos: hay una cantidad innumerable de municipalidades y alcaldías que están siendo cuestionadas por malos manejos de los fondos públicos, cosa que no sucede hoy en Vitacura. Ahí están desarrollando un modelo y me parece bien. Tengo que agradecerle a ella como habitante de Vitacura que haya seriedad en el manejo de las cuentas públicas. 

—¿Le daría su voto para alcaldesa?

—Mi candidato a alcalde es Juan Carlos Urzúa, que es representante del Partido Liberal. Yo estoy  con Juan Carlos en esa candidatura, que es dificilísimo, porque esta es una comuna donde ya nos ganan 8-0 en concejales y nos deben ganar 80-20 en alcaldías, pero bueno, hay que hacer presencia. Hay que construir a futuro y es bueno que haya disputa en el cargo, aunque las probabilidades de lograr el éxito sean muy lejanas. La elección hay que darlas y ganarlas. 

—¿Ve probable que, dado los conflictos de corrupción dados en distintos municipios, pueda ser la oportunidad de la izquierda de adentrarse más en las comunas del sector oriente?

—No creo, honestamente, que una mala gestión de un alcalde de este sector vaya a hacer que gente de derecha vote por la izquierda. Honestamente, creo que eso no sucede. La gente de derecha sigue siendo de derecha, y si hay un tipo que tuvo problemas legales, simplemente votará por otro de su mismo sector. Es muy difícil. Para no enfrentar esa disyuntiva la derecha cambió a la alcaldesa Peñaloza por otra candidata, cuando la intención de la alcaldesa Peñaloza era ir nuevamente a la elección. En ese caso, no hubieran votado por un candidato de izquierda, sino como lo van a hacer ahora: por otro candidato de derecha.

—Además con el rol de independiente, que es una de las curiosidades que pasó en Las Condes, donde la UDI perdió el trono.

—Eso, si lo extrapolas a otros temas, puedes decir ‘bueno, pero la gente de izquierda que es tan defensora de las libertades, del Estado de derecho y los derechos humanos’, le cuesta mucho pronunciarse respecto a algunos dictadores de América Latina. Y algunos, incluso, no se manifiestan. Contradicciones tenemos todos.

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