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Jorge Bermúdez y Dorothy Pérez

Política

1 de Octubre de 2024

Jorge Bermúdez expone su negativa con Dorothy Pérez y su opción como futura contralora: “No es cierto que no hayan otros candidatos, este país no es tan malo”

El excontralor volvió a manifestar sus diferencias con la actual subrogante del cargo que dejó hace 10 meses. En sí, apeló a que quien asuma debe tener una "autoridad intelectual" y debe estar libre de denuncias.

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Han pasado casi diez meses desde que Jorge Bermúdez abandonó la Contraloría General de la República. Desde entonces, el cargo ha quedado vacante, pero con la subrogancia de Dorothy Pérez, de quien se avizora que será ella quien finalmente optará al puesto de máxima jerarquía al interior del ente fiscalizador. Sin embargo, esa idea no le gusta a Bermúdez.

En conversación con Radio Infinita, el abogado, especialista en derecho administrativo y medioambiental, señaló que para optar al cargo que él tuvo “deben haber dos condiciones muy relevantes”.

La primera que señaló guardó relación con una especie de expertise “reconocida y valorada por quienes actúan en el ámbito del derecho público”. En esa línea, se utilizó como ejemplo cuando él fue nominado al cargo. Por entonces, dijo, el libro más citado por la Corte Suprema provenía de su autoría (Derecho administrativo general).

“Tiene que tener esa prestancia o esa autoridad intelectual respecto de sus colegas. Esa autoridad intelectual tiene que ser quien asuma el cargo“, enfatizó Bermúdez.

Por otro lado, y dado a entender su punto, manifestó otra variable que él consideraba pertinente considerar: la persona nominada “debe ser intachable desde el punto de vista ético. Hoy, con la crisis de seguridad pública que tenemos, tiene que ser alguien que a la vuelta de la esquina no puede ser que vaya a tener denuncias o problemas que estén reñidos con la autoridad pública”.

Y ahí rescató un encontrón previo. “¿Por qué cree que usted que la saqué o quise sacarla y la Corte me dijo que no?”, dijo, subrayando que dicho episodio “no es una cuestión de simpatía o falta de simpatía; es una cuestión de comunidad o no, de valores éticos”.

“La Contraloría es una institución jerarquizada. Por lo tanto, quien está arriba es la que puede marcar la dirección de lo que se hace o se deja de hacer”.

Además, casi al cierre, manifestó que las posibilidades de influir con una subrogancia tan larga —como la de Pérez genera problemas. “Pueden dar lugar a que existan compromisos que se empiezan a tomar y que después se tengan que cumplir. Eso es lo que podría ser preocupante”, remarcó.

Y cerró: “Me parece que no es cierto que no hayan otros candidatos. Este país no es tan malo tampoco”.

Diferencias explícitas desde hace 6 años

El conflicto entre Bermúdez y Pérez comenzó cuando el primero era contralor. En 2016 —un año después desde que asumió el máximo cargo—, decidió que la actual líder de la institución fuese su subrogante en el cargo.

Sin embargo, en agosto de 2018, Bermúdez le solicitó la renuncia a Pérez. ¿El argumento? Casi el mismo que expuso en su segundo punto esta mañana: diferencias sobre principios éticos. Asimismo, se argumentó, por entonces, que el conflicto estaba por el rol que tuvo Pérez en un equipo que auditaba a Carabineros entre 2010 y 2014, tiempos del Pacogate. Por su parte, la actual contralora subrogante argumentó en ese entonces que la medida se debió a la negativa que tuvo ella al firmar documentos, como sumarios, que estaban prescritos.

Pese a la solicitud de renuncia, la misma no se concretó, y, aun así, el cargo de Pérez se declaró vacante. Por ello, esta última acudió ante la Corte Suprema para defenderse, saliendo victoriosa dado que el tribunal determinó que su puesto no era de confianza. Así las cosas, la solicitud de renuncia de Bermúdez era improcedente y Pérez volvió a ejercer en la Contraloría. Hoy en día, subrogante desde hace menos de un año, figura como la mejor aspectada.

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