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1 de Octubre de 2024

Salchichas, bebidas y pan: la lista de alimentos que están en tu despensa y que según un estudio de Harvard aumentan el riesgo cardiovascular

Un estudio de la Universidad de Harvard asocia el consumo de alimentos como las salchichas, el tocino y los chorizos, con un mayor riesgo de accidentes cardiovasculares. El estudio también incluye alimentos con azúcar añadida como las bebidas -normal o zero-, el pan envasado o los snacks salados en el aumento de este riesgo. En Chile, el 28% de las muertes en Chile son causadas por problemas al corazón, siendo los accidentes de carácter cardiovascular la primera causa de muerte en el país. ¿Cómo se puede reducir el riesgo a través de la alimentación?

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La carne de cerdo es una de las que más se consumen y exportan en el país según la organización de Exportadores de Carnes en Chile. Cuando este tipo de carnes se ultra-procesan, estarían provocando un mayor riesgo de accidentes cardiovasculares según múltiples estudios internacionales.

Así, comer tocino de manera recurrente podría estar afectando al corazón. Y eso que según la Encuesta Industrial de Cecinas, se producen cerca de 950 mil kg de tocino y panceta al semestre.

La misma encuesta, reveló en sus últimos datos publicados (2021) que Chile lidera el crecimiento en el consumo de cecinas en América Latina. En promedio cada chileno comía en ese entonces 16 kilos al año de cecinas.

La Universidad de Harvard publicó el estudio longitudinal más largo sobre evaluaciones dietéticas para comprobar que los alimentos ultra-procesados como las salchichas, las bebidas embotelladas con azúcar y endulzante. También en otros productos industriales como el pan envasado o los snacks, aumentan el riesgo de accidentes cardiovasculares, accidentes coronarios y también, accidentes cerebro-vasculares.

El objetivo del estudio fue evaluar cuánto se asociaban la ingesta total de ciertos alimentos con los accidentes cardiovasculares, cerebro-vasculares y problemas coronarios. El grupo de riesgo constó de adultos estadounidenses, en un 97% de raza blanca y con promedio de edad entre 36 y 50 años. Se dividieron en tres grupos. Casi 17 mil de ellos tenían riesgo de accidentes cardiovasculares, 10 mil de enfermedad coronaria y casi 7 mil personas habían tenido riesgo de accidentes cerebro-vasculares.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en Chile. Una de cada tres muertes se debe a enfermedades cardiovasculares y una de cada diez a un infarto de miocardio. Eso significa que el 28% de las muertes a nivel país son por esta causa.

Además, según los datos recopilados por el grupo Interclínica durante el primer semestre de 2024, el aumento de ingresos por diagnóstico de accidente cerebrovascular fue de un 19%, en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Y sobre los infartos o ataques al corazón, la alerta este año está puesta en los menores de 45 años. Según datos de la Clínica Alemana, este centro ha observado un alza de entre 11 a 13% en los infartos en menores de 45 años durante los últimos cinco años

El meta-análisis de los 22 estudios que hizo la Universidad de Harvard, mostró que la ingesta total de alimentos procesados en su categoría más alta se asoció con el 17% de mayor riesgo de accidente cardiovascular, el 23% de riesgo de enfermedad coronaria y el 9% de accidente cerebrovascular.

Este fue el seguimiento más largo respecto al tema, porque abarcó estudios y evidencias de más de tres décadas hacia atrás. Después de observar una relación adversa entre el consumo total de alimentos ultra-procesados ​​y las enfermedades cardiovascular y coronarias, corroboraron estos hallazgos con una revisión sistemática de estudios similares de varios países. Estos también sugirieron un riesgo de accidente cerebrovascular.

Los alimentos que más se relacionaron con este tipo de accidentes fueron las carnes procesadas y las bebidas azucaradas y endulzadas artificialmente. Mientras que se observaron asociaciones inversas, con el pan ultra-procesado y los cereales fríos, el yogurt, los postres lácteos, y los snacks salados.

Además, en los estudios consultados de manera paralela se observó que quienes tienen una ingesta alta de alimentos procesados también tienen enfermedades cardio-metabólicas como la diabetes tipo 2.

Recomendaciones del estudio para prevenir accidentes de carácter cardiovascular

Los investigadores recomiendan reducir lo que más se pueda la ingesta de alimentos ultra-procesados. “Nuestros hallazgos sugieren que se deben desalentar especialmente los refrescos y las carnes procesadas. Esto por su constante asociación adversa con enfermedades cardiovasculares, enfermedades coronarias y accidentes cerebro-vasculares”, dice el estudio.

Además, recomiendan reducir el contenido de sodio, grasas saturadas, azúcares añadidos y aditivos cosméticos no esenciales para la salud humana. Productos sin estos aditivos serían el pan integral, los cereales fríos y solo algunos snacks salados. Consumirlos, según el estudio, también puede mejorar los beneficios cardio-protectores. Vitaminas, minerales y fibra que se encuentran en algunos de estos productos.

El estudio de Harvard, instó a la industria alimentaria a tomar medidas significativas en la reducción de este tipo de alimentos para mejorar la salud pública en Estados Unidos. Eso significaría reducir de manera considerable el contenido de sodiograsas saturadas y azúcares añadidos en sus productos procesados.

La propuesta, tiene que ver con reformular productos comunes que son procesados. Por ejemplo, los panes industriales que tienen azúcar añadida, los cereales, los snacks y las bebidas. Pero la clave, según explican, debe ser “crear opciones más saludables sin comprometer el sabor. Al disminuir estos ingredientes nocivos, los productos pueden seguir siendo accesibles y atractivos para los consumidores. Pero sin los riesgos para la salud cardiovascular“, dicen los investigadores.

Harvard también señala que las políticas gubernamentales podrían jugar un papel importante en este proceso. Podrían promover regulaciones más estrictas que obligan a la industria a reformular productos. O etiquetar de manera más clara los contenidos nutricionales.

El hecho de que la ingesta de alimentos procesados también sugiera “un pequeño exceso de riesgo de accidente cerebrovascular”, fue una de las alertas más críticas que levantó el estudio. “El asesoramiento nutricional para la salud cardiovascular debe considerar las consecuencias diferenciales de la los alimentos procesados específicas para cada grupo. También se necesita hacer división étnica y racial”, concluyeron sobre futuros estudios.

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