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Reportajes

De revelación del gobierno a acusado de violación: bitácora del auge y caída de Manuel Monsalve

Una verdadera bomba estalló en La Moneda esta semana con la denuncia por violación en contra de una de las grandes apuestas políticas del Presidente Boric, el ahora exsubsecretario Monsalve. Hombre de confianza del Mandatario, se perfiló como una muy posible opción para el nuevo Ministerio de Seguridad, aunque lo cierto es que en el último tiempo el suspendido militante PS miraba el Senado. Aquí, la historia de cómo Monsalve se perfiló políticamente para ganarse la confianza del gobernante -estando a cargo, por ejemplo, de la estrategia política en la campaña del Apruebo-, las redes que construyó y su derrumbe en pocas horas.

Por E. Monrroy, R. Córdova y M. Browne
El exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve.
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“Buenos días, ministro”, solían decir algunos diputados de oposición cuando Manuel Monsalve llegaba a participar de comisión de Seguridad de la Cámara. 

La frase, emitida a modo de broma, tenía relación con la creencia entre parlamentarios de que el ahora exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve —quien renunció a su cargo el jueves al conocerse una denuncia en su contra por abuso sexual y violación, y que impactó de lleno en La Moneda— tenía un objetivo en mente: convertirse en la primera persona en liderar el nuevo Ministerio de Seguridad, actualmente en tramitación en el Congreso. 

También le decían “ministro”, porque en Valparaíso -donde actualmente reside- para varios parlamentarios de derecha se hacía más fácil dialogar con él que con la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD).

Pero lo cierto es que en las últimas semanas el mayor interés de Monsalve no era el ministerio de Seguridad. Cercanos al suspendido militante socialista aseguran que aquella idea ya no le seducía porque su real intención era competir por el Senado en las parlamentarias de 2025, representando a La Araucanía. Así se lo dijo a la directiva en las últimas semanas, lo que llamó la atención de varios, porque él mismo había planteado que optaría por seguir en el gabinete meses atrás.

De hecho, estuvo muy cerca de dar una entrevista para anunciar que seguiría en el Gobierno como lo habló en varias ocasiones con el Presidente Boric.

Pero finalmente se tentó con la elección parlamentaria. Y es que en esa zona el senador Jaime Quintana (presidente del PPD) está impedido de ir a la reelección, por lo que el cálculo entre algunos dirigentes es que quedará un espacio abierto para perfilar un nombre ligado al Socialismo Democrático. Y hasta antes de esta semana, Monsalve cumplía con ese perfil.

“Estás prendiendo las luces antes de tiempo”, era una broma que un diputado alguna vez le lanzó al exsubsecretario cuando realizaba actividades en La Araucanía. “Estoy evaluando todavía”, respondía Monsalve, según el parlamentario consultado, que se refirió al caso fuera de grabación.

El mismo Monsalve no tenía problemas en reconocerle a los parlamentarios de su partido que desde la directiva le habían pedido postular al Congreso y renunciar a su cargo.

El exdiputado, por lo demás, ya había transparentado esa intención a integrantes de la directiva del Partido Socialista, encabezada por la senadora Paulina Vodanovic. Pero también lo había conversado con miembros del Gobierno, como asegura un ministro de Palacio. 

Por ello es que en La Moneda se consideraba que Monsalve sería una de las autoridades que dejaría el Gobierno antes del 16 de noviembre de este año, fecha en que la Ley indica que deben cesar en sus cargos los representantes de ministerios que quieran emprender una aventura parlamentaria. 

Ese era el escenario que tenían en mente en el Partido Socialista hasta que el jueves al mediodía se enteraron por la prensa de una grave denuncia en contra de uno de los suyos. Una verdadera bomba que remeció todos los planes del gobierno.

Manuel Monsalve
Manuel Monsalve

El enredo en La Moneda y la peor conferencia del Presidente

Lo sucedido, dicen en Palacio, golpeó profundamente al Presidente Boric, quien confiaba en Monsalve y fue una de sus principales apuestas para la conformación de su equipo en La Moneda. Eso es lo que más le dolió, dicen sus cercanos.

Según ha explicado el gobernante, se enteró el martes de la presentación de una denuncia por violación contra Monsalve, luego de que Tohá tomara conocimiento del hecho. Se trataba de una acción interpuesta por una funcionaria de Interior por un hecho que habría ocurrido el 22 de septiembre, causa que es liderada por el fiscal Xavier Armendáriz.

Ese mismo día Boric se contactó por Signal con el subsecretario para solicitarle una reunión en La Moneda, apenas terminara sus funciones en la sede del Congreso ubicada en Valparaíso.

Todo ello fue narrado por el propio Presidente el viernes en un punto de prensa de 53 minutos en el que, por decisión personal y pese a la visible molestia de su equipo, optó por exponerse y responder cada pregunta de los medios.

El martes, pasada las 19:00 horas, finalmente el Mandatario recibió a Monsalve en Palacio. Dada la gravedad de la situación, su cargo se puso en evaluación, y el Presidente dio permiso al entonces subsecretario para tomarse el miércoles como día administrativo y viajar al sur a conversar del caso con su familia. Ahí se abrió otro flanco, ya que el subsecretario, como acostumbraba la mayoría de las veces que viajaba al sur, se movilizó en el avión de Carabineros.

El jueves, luego de asistir a la comisión mixta de presupuesto para Interior, Monsalve volvió a reunirse con Boric, donde se selló su salida. Pasada las 14:00 horas, anunció su renuncia y dijo tener “la absoluta convicción” de no haber incurrido “en ninguna conducta constitutiva de delito”, asegurando que demostraría su inocencia. Su partido, poco después, decidió suspenderle la militancia.

Toda la tardanza de su salida fue pésimamente evaluada por miembros del gabinete -ya que todo se centralizó en Boric y Tohá-, así como también las explicaciones que salió a dar el Mandatario el viernes en el extendido punto de prensa.

El error, reconocen en el oficialismo, es que el Presidente trasladó la crisis a lo más profundo de La Moneda y terminó exponiéndose a sí mismo, más aún al señalar que Monsalve el martes le relató que había revisado las cámaras de seguridad del hotel donde habría ocurrido el ultraje, acción por la que hoy se investiga una posible obstrucción a la justicia.

El “diputado pm”

Manuel Zacarías Monsalve Benavides (59) entró a la política en 1996 como concejal de la comuna de Los Álamos, siendo “apadrinado”, según importantes dirigentes del Partido Socialista, por uno de los históricos del partido, Camilo Escalona, actual secretario general de la colectividad.

Su entrada al Parlamento se produjo en 2006, logrando mantenerse tres períodos consecutivos como diputado, asumiendo en un período incluso la jefatura de la bancada. Como legislador varios le decían abiertamente “doctor”, dado sus estudios de Medicina en la Universidad de Concepción, lo que le permitió mantenerse por mucho tiempo en la comisión de Salud. 

Hay quienes recuerdan que durante ese período sus más cercanos le apodaban también “el diputado pm”, ya que era usual que Monsalve llegara pasado el mediodía a cumplir sus labores en el Congreso y terminara trabajando hasta largas horas de la noche. Había algunos lunes, recuerdan algunos, en que simplemente no se le veía.

De hecho, en el PS un dirigente recuerda que al asumir en la cartera del Interior en 2022 una broma recurrente era relacionada a que ahora estaría obligado a levantarse más temprano. 

Con todo, sus expares en el Congreso afirman que era un diputado ordenado, que transmitía credibilidad en temas técnicos y demostró un buen manejo político en su rol.

“Todo esto me tiene muy deprimido, porque de Manuel Monsalve no me lo esperaba. Lo conozco, somos ceranos, y es un tipo cuadrado, fue un muy buen parlamentario. De los mejores que conocí, dice el exdiputado Christian Urízar (PS).

Por su parte, el senador Fidel Espinoza (PS), quien posee un departamento en Viña del Mar en el mismo edificio que tiene Monsalve para alojar en esa región, asegura: “Nunca, pero nunca escuché un comentario de un conserje o de alguien que dijera alguna mala práctica (…). Las pocas veces que compartimos era una persona terriblemente cauta y responsable”.

Hombre de confianza de Boric y buena evaluación

Durante su último período en la Cámara, Monsalve era identificado como parte del ala del PS que se conoce como la Nueva Izquierda, disidente a la conducción de Álvaro Elizalde entre 2017 y 2022. A esa facción se asociaba a Escalona -aunque en el último tiempo han estado distanciados- y el exsubsecretario Mahmud Aleuy -de hecho, varios asesores de su gestión llegaron a trabajar con Monsalve en 2022-.

Como parte de la disidencia del PS, Monsalve participó activamente en el apoyo a Gabriel Boric a la presidencia, pese a que el partido tenía como opción a Paula Narváez, quien perdió unas primarias convencionales con Yasna Provoste (DC), senadora que compitió en primera vuelta presidencial de 2021 representando a la centroizquierda.

Y si bien Monsalve no cumplió un papel estelar en la campaña de Boric, como sí lo hizo la exdiputada y ahora ministra de Defensa, Maya Fernández, sí gestó una importante relación con el Mandatario.

Fue el propio Boric el que lo propuso para asumir como subsecretario del Interior, pese a que sus conocimientos más técnicos no estaban ligados a la seguridad, sino que al área de la salud.

El planteamiento de Boric se dio en una reunión con la directiva socialista en la que el entonces timonel, Álvaro Elizalde, estuvo de acuerdo, como recuerdan conocedores de esos diálogos. 

Un punto relevante estuvo sobre la mesa cuando ya se conocían algunos miembros del primer gabinete del Mandatario: se necesitaba una figura con manejo político con quien sería la primera ministra del Interior en marzo de 2022, Izkia Siches.

Ya como subsecretario, dentro del sector aseguran que Monsalve tuvo una relación muy cercana al Presidente y de mucha confianza. Su manejo en los problemas de seguridad lo llevó a ser bien evaluado en Palacio, pero también en los sondeos de opinión, en los que Monsalve marcó entre un 40% y un 50% de imagen positiva, muchas veces estando sobre la ministra Tohá.

Su rol en la campaña del Apruebo

El ahora exsubsecretario, por lo demás, estuvo a cargo de una tarea clave en el primer año de la administración de Boric: la campaña por el Apruebo al texto de nueva Constitución que se plebiscitó en septiembre de 2022.

Durante ese tiempo, de hecho, estuvo a cargo de la coordinación política de la estrategia electoral, participando fuera de horario laboral en reuniones con los secretarios generales de los partidos oficialistas. Dentro y afuera de La Moneda.

Luego de la estrepitosa derrota del Apruebo, Boric decidió realizar un profundo cambio de gabinete, el cual tocó a su comité político. Junto con la llegada de Tohá a Interior, en reemplazo de Sichel, el Presidente consideró a Monsalve para ser el jefe de la Secretaría General de la Presidencia.

Esa vez, durante la mañana, La Moneda comunicó formalmente la renuncia de Monsalve a Interior para aterrizar en la Segpres. El reemplazo del socialista, se indicó, sería Nicolás Cataldo, del PC. Sin embargo, esa definición se mantuvo por solo media hora, al explotar en redes sociales antiguas declaraciones de Cataldo con Carabineros, lo que provocó el reajuste: el Mandatario terminó manteniendo a Monsalve en su cargo.

Empoderado y con una compleja relación con el equipo de Interior

Quienes han conocido más de cerca a Monsalve dicen que como subsecretario estuvo preocupado de ir construyendo una figura política, ahora desde La Moneda, que transmitiera empoderamiento en su cargo, participando incluso de las reuniones de comité político de Palacio.

Sin embargo, en el camino fue generando resquemores con su entorno. Miembros del Gobierno aseguran que en varias oportunidades tomaba atribuciones que no tenía, lo que molestaba a otros ministerios, como la Segegob, liderada por Camila Vallejo (PC).

Se recuerdan, en ese marco, algunas vocerías encabezadas por Monsalve que abrieron flancos al Gobierno, como las relacionadas a la expulsión de migrantes y otras en materia de Seguridad. Desde el equipo de Monsalve reclamaban, en cambio, una ausencia de la ministra en los temas más complejos.

Pero el encontrón más fuerte con Vallejo fue a propósito del incendio en Viña del Mar, por las confusiones que se generaron entre el rol de ministra enlace de la vocera -ya que no avisó el termino de sus funciones- y las atribuciones propias del subsecretario del Interior.

Su relación con el PC, justamente, no era de las mejores. Recordado es también su rol clave para la salida del comunista Juan Andrés Lagos como asesor en la cartera del Interior, que venía generando incomodidad por las declaraciones sobre la coyuntura política.

Tampoco mantenía una buena relación con el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara (PPD). En la oposición, de hecho, recuerdan que en más de una ocasión evidenciaban sus diferencias en las comisiones del Congreso.

Sin ir más lejos, el 25 de septiembre pasado Monsalve se desmarcó públicamente de los dichos de Vergara en relación a los delitos y homicidios ocurridos en Fiestas Patrias, luego de que el PPD ocupara el concepto de “equidad territorial” para explicar lo acontecido en esas fechas. “Tendría que explicarla él, porque tendría que saber qué es lo que él quería transmitir”, dijo el entonces subsecretario del Interior en T13 Radio.

En el equipo de Vergara siempre existió la visión de que Monsalve se quería adueñar de todos los temas de seguridad, dicen conocedores. No fueron pocas las veces que se cruzaron y tampoco las veces que abordaron sus diferencias con otras autoridades del Ejecutivo.

De trato cordial con la oposición: “Era el que más reconocía los errores del Gobierno”

Mientras, con la oposición, Monsalve generó una relación más bien positiva, reconocen dirigentes consultados. Se generó un trato cordial, pese a las diferencias habituales entre sectores políticos.

Pero en la derecha lo que más se le reconocía es que sería de las pocas figuras de Gobierno que a veces les concedía las críticas a la actual administración. “Era el más sincero respecto de la situación que vive el país. Hacía mea culpa, era un poco más objetivo en su análisis y no tan ideológico”, dice un diputado fuera de grabación.

Otro legislador, de hecho, dice que separando todo lo relacionado al posible delito de violación, cree que será una pérdida para el Gobierno porque hay dudas de si Luis Cordero, el nuevo subsecretario del área, logrará empaparse rápido de los conocimientos que se necesitan en esa tarea.

La misma fuente destaca cómo una vez conocida en la prensa la situación de Monsalve, la oposición -en general- no fue tan drástica en las críticas y, más bien, puso énfasis en la necesidad de que avance la investigación, emplazando a La Moneda a explicar los tiempos en que se enteró de la denuncia y a que la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, se refiriera al respecto. 

Ahora, dicen, la estrategia puede cambiar toda vez que la investigación avance. “Ver al subsecretario del Interior, el encargado de las policías, tras las rejas, sería un golpe letal para un Gobierno que no ha sabido manejarse en materia de seguridad”, analiza un parlamentario de oposición.

El diputado Eric Aedo (DC), vicepresidente de la Cámara, pone otra preocupación: “Sin duda el caso Monsalve va a tener impacto electoral. No sabemos cuál será la magnitud. Ha sido muy equívoca la reacción que ha tenido La Moneda”.

Y desde la oposición, que venía dañada por el denominado caso Audio y la controversia por el sueldo de $17 millones de Marcela Cubillos en la Universidad Sebastián, también esperan un impacto para las opciones del oficialismo en los comicios de este 27 de octubre.

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