Muerte de Liam Payne: fiscalía argentina imputó a tres sospechosos y pone en duda un acto voluntario en la caída del artista

La investigación sobre la muerte de Liam Payne en Buenos Aires sigue su curso. Fue el pasado 16 de octubre cuando el exintegrante de One Direction cayó desde el tercer piso de un hotel en la capital argentina. Tras una serie de indagatorias, la fiscalía de ese país imputó en las últimas horas a tres sospechosos. Además, concluyó que el artista no estaba plenamente consciente al momento de su caída, por lo que descartaría un acto voluntario.

El artista británico falleció en el hotel CasaSur, ubicado en la calle Costa Rica en el barrio de Palermo el pasado 16 de octubre. Este 7 de noviembre, la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°14, a cargo del fiscal Andrés Esteban Madrea, informó, luego de levantarse el secreto de sumario, que en el marco de la investigación por la muerte del músico británico Liam James Payne se descubrieron conductas ilícitas, a partir de las cuales tres personas fueron imputadas por los delitos de abandono de persona seguido de muerte, suministro y facilitación de estupefacientes.

Según el comunicado de la fiscalía, “se recibieron en la sede del Ministerio Público Fiscal varias decenas de testimonios, que incluyen al personal del hotel, familiares y allegados, profesionales médicos, bioquímicos y psiquiatras”.

En el marco de la investigación también se realizó un análisis de más de 800 horas de videograbaciones de diversas cámaras de seguridad del hotel y otras de la vía pública, con personal de la fiscalía y analistas especializados.

Además, se logró realizar la extracción forense del contenido del celular del músico fallecido. A partir de esto, se analizaron sus llamadas, mensajes, chats en aplicaciones de mensajería y redes sociales.

También se revisó el registro de los huéspedes y las comandas del bar/restaurante del hotel para saber quién visitó al músico y sus hábitos de consumo de bebidas y comida, informó la fiscalía trasandina.

Las imputaciones

En el dictamen, el fiscal Madrea imputó a quien acompañaba de manera cotidiana al artista durante su estadía en la Ciudad de Buenos Aires. Según Infobae se trata de Rogelio Nores, polémico magnate argentino que fue acusado como autor del delito de abandono de persona seguido de muerte, además de suministro y facilitación de estupefacientes.

El segundo imputado es un empleado del hotel, quien deberá responder por dos suministros comprobados de cocaína a Liam Payne durante el período en que se encontraba en el hotel. El tercero, también proveedor de estupefacientes, está imputado por otros dos suministros, según la fiscalía, claramente comprobados en dos momentos diferentes del 14 de octubre. A ambos se los imputó por el delito de suministro de estupefacientes.

Según la investigación encabezada por Madrea y su equipo de trabajo de la fiscalía, se acreditaron de manera visible, concreta y contundente al menos cuatro suministros de estupefacientes de terceros y otras facilitaciones de consumos adictivos por parte de su entorno directo.

Los resultados de los estudios toxicológicos —ya comunicados a su familia— revelaron que, en los momentos previos a su muerte y en el lapso de al menos sus últimas 72 horas, Payne presentaba en su cuerpo rastros de un policonsumo de alcohol, cocaína y un antidepresivo recetado.A esta conclusión llegó la fiscalía gracias a los análisis toxicológicos completos de orina, sangre y humor vítreo, realizados en muy corto tiempo.

Los tanatólogos del Cuerpo Médico Forense (CMF) concluyeron que la muerte de Payne se produjo por “politraumatismos” y “una hemorragia interna y externa”, producto de la caída que el músico sufrió desde el balcón de la habitación del tercer piso del hotel del barrio de Palermo donde se alojaba, y se descartaron lesiones atribuibles a terceros.

Finalmente, en las primeras conclusiones de la fiscalía, la falta de reflejo del artista junto a otros datos relevantes por su consumo, “permiten concluir que Liam Payne no estaba plenamente consciente o atravesaba un estado de disminución notoria o abolición de la consciencia al momento de la caída”.

Para la fiscalía, “esta situación también descartaría la posibilidad de un acto consciente o voluntario por parte de la víctima, ya que, en el estado en el que se encontraba, no sabía lo que hacía ni podía entenderlo”.