Por qué deberías eliminar las cucharas y espátulas de plástico negro: estudios revelan que contienen toxinas perjudiciales para la salud

En octubre de este año se publicó el primer estudio que encontró sustancias químicas cancerígenas en artículos de plástico negro que entran en contacto con los alimentos. Fue dirigido por científicos de la organización Toxic-Free Future y la Universidad Libre de Amsterdam y publicado en la revista científica Chemosphere.

Las pruebas descubrieron altos niveles de sustancias químicas utilizadas para retardar la ignición ante el fuego del plástico -llamadas PBDEs-. Éstas, alterarían hormonas en el cuerpo cuyo deterioro podría derivar en cáncer.

El estudio encontró los niveles más altos de retardante de fuego en las espátulas negras, en una bandeja de sushi y en un collar de cuentas. “Se encontraron sustancias químicas retardantes de llama tóxicas en el 85% de los productos analizados, con concentraciones totales de hasta 22.800 ppm de sustancias químicas, incluida la sustancia prohibida deca-BDE y sus sustitutos”.

Los deca-BDE son parte de las sustancias químicas que hacen que sea más difícil que los productos ardan. Se usan principalmente en combustibles, carcasas electrónicas de los televisores y otros aparatos electrónicos para evitar que se incendien. Pero la investigación descubrió que también se encontraban en el plástico negro de los utensilios de cocina. Y en niveles de 5 a 1.200 veces más altos que el límite de 10 ppm puesto por la Unión Europea.

Los utencilios de plástico negro contaminados identificados fueron espátulas, pisa papas y cucharas ranuradas. De usarlos, una persona podría estar expuesta a un promedio de 34,7 partes por millón de decaBDE cada día.

La autora principal del estudio, Megan Liu, gerente de Ciencia y Políticas de Toxic-Free Future, explicó que “se han realizado estudios previos en otros países. Se ha visto el mismo problema de plástico negro contaminado con retardantes de llama. Así como estudios que muestran que los retardantes de llama pueden filtrarse de los utensilios de cocina a los alimentos y a la saliva de los niños a través de la mordida de los juguetes”.

Cómo estas sustancias tóxicas afectan el cuerpo

La manera a través de la cual las PBDEs pueden entrar o salir del cuerpo, depende de la estructura química de la mezcla. Las personas con los niveles más altos de PBDE en la sangre tienen, según un estudio publicado en 2024 en la revista de medicina JAMA Network Open, un 300% más de probabilidades de morir de cáncer que las personas que están expuestas a niveles más bajos.

En esta misma línea, en 2021 la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos prohibió por completo el componente específico deca-BDE. Esto, después de que las investigaciones lo vincularan con el cáncer, problemas endocrinos, tiroideos, función neuroconductual y toxicidad del sistema reproductivo e inmunológico.

El plástico negro además es pintado con hollín

Otra investigación publicada en 2018 en la revista Elsevier por especialistas de la Universidad de Plymouth en el Reino Unido, dice que “los productos con plástico negro constituyen alrededor del 15% del flujo de residuos plásticos domésticos. De ellos, la mayoría son envases de un solo uso y bandejas para alimentos”.

Este material no se recicla fácilmente, “debido a la baja sensibilidad de los pigmentos negros a la radiación infrarroja utilizada en las instalaciones de clasificación de plástico convencionales”, según la misma investigación. Eso significa, que además de ser nocivo para la salud, éste es muy difícil de reciclar.

La mayoría de los plásticos negros están coloreados con hollín o “negro de carbón”. Es un material compuesto de partículas de carbono que se obtiene producto de la combustión incompleta de productos derivados del petróleo, como el diésel.

El hollín es barato de producir y tiene características que lo hacen resistente a los solventes y a los rayos ultravioleta. “La adición de aproximadamente el 1% suele ser suficiente como colorante en polímeros no pigmentados. Pero se les pueden agregar cantidades de hasta el 40% para modificar la mecánica”, concluye el estudio.