Opinión
10 de Noviembre de 2024Entender la semana: Cambio de estación
Carolina Urrejola repasa una semana marcada por el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos y por la decisión del Presidente de no hacer un cambio de gabinete. "Boric golpeó la mesa y rechazó un cambio de gabinete. Sacar a algunos ministros para que compitan en las parlamentarias efectivamente parece una frivolidad tras la grave crisis propinada al gobierno por Manuel Monsalve", escribe la periodista.
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Primavera en Chile, otoño en Estados Unidos. El eco de las elecciones locales en el país fue moderado, sin siquiera obligar al gobierno a hacer un cambio de gabinete profundo. ¿Se perdieron decenas de alcaldías oficialistas? Sí. ¿Se desfondó la centroizquierda? No. Las fuerzas políticas siguen equilibradas, con ventaja para la derecha.
Pero, ¿cómo no? si en 2021 fueron arrasadas por los vientos a favor de la izquierda post estallido y a la oposición no le quedaba más que crecer. Destacable sin duda fue la estrategia de Chile Vamos que, de manera indirecta, fortalece a Evelyn Matthei. Los Republicanos por su parte no se hacen cargo de las críticas por haber ido solos sin hacer fuerza común con la centroderecha para obtener más gobernadores.
El partido de Kast defiende la estrategia. Se aferra a sus buenos resultados en Cores y proyecta repetir la estrategia para las parlamentarias. Con Chile Vamos ni a la esquina. Y con los socialcristianos u otros experimentos de derecha más dura, como los socialcristianos o el mundo de Johannes Kaiser, tampoco, me aseguran fuentes de la colectividad.
En Estados Unidos el apoyo de las estrellas más rutilantes del espectáculo y la amenaza inminente de un retroceso autoritario no sirvió para detener a Donald Trump. Pareciera que mientras más artistas de Hollywood se comprometen, más se le allana el camino al poder al delincuente convicto, como tituló Vanity Fair. Kamala Harris no logró retener el éxito donde antes ganó Joe Biden, y la paliza del magnate dejó temblando a casi la mitad de Estados Unidos. El carisma y el momentum que pareció tener la vicepresidenta no fue más que un espejismo, dados los resultados.
La polarización sigue asegurada en una nación dividida. Los hombres blancos y con educación incompleta marcaron la diferencia a favor de Trump. Todos los otros supuestos funcionaron: las mujeres optaron por Harris un 10% más que por Trump, el 85% de los electores negros apoyó a la vicepresidenta, hasta los latinos la prefirieron. Pero el enorme grupo demográfico de los blancos sin educación definieron la paliza del exmandatario.
De regreso en Chile, la primavera viene de la mano de la discusión del presupuesto. La economía tuvo una semana negra, al punto de que al siempre circunspecto ministro de Hacienda le está costando mantener el aplomo. No es para menos. El lunes supimos del crecimiento cero en el mes de septiembre. Y el viernes del alza de un 1% en el costo de la vida en octubre. Mala cosa.
No hay estrategia comunicacional que pueda contra las duras cifras de nuestra economía. La vocera de gobierno y sus frases contra los “economistas agoreros” aparecen extemporáneas, equivocadas. Razones para no repuntar hay muchas. Pero ya no es sostenible apoyarse en el contexto internacional. Somos el país de la región que menos crece. Según el economista Joseph Ramos, el gobierno y el país pagan el precio de la guerra fría que se instaló entre el Ejecutivo y el mundo privado.
En otros asuntos, el Presidente Boric golpeó la mesa y rechazó un cambio de gabinete. Sacar a algunos ministros para que compitan en las parlamentarias efectivamente parece una frivolidad tras la grave crisis propinada al gobierno por Manuel Monsalve.
Varios en el gabinete se quedaron con ganas de dejar sus puestos y emprender nuevo rumbo. Lo que sí hizo el Mandatario fue un cambio de subsecretarios, para renovar los equipos en que la dinámica entre los ministros y los segundos a bordo no estaba funcionando. Razonable.
Carolina Leitao asumió en la subsecretaría de Prevención del Delito, poniendo fin a la deslucida gestión de Eduardo Vergara. El PPD lloró bastante su partida, un infantilismo parecido al del PS, picado por el fortalecimiento del Partido Comunista en el gabinete, con cuatro ministros. Ok, los equilibrios en las coaliciones hay que mantenerlos, pero en medio de los sucesivos cataclismos que enfrenta el Ejecutivo un poquito de resiliencia no está de más. Se llorará después.
Si de resiliencia se trata, llegando a su límite se vio hace unos días a la ministra Carolina Tohá por las innumerables dudas del manejo del Caso Monsalve. Pero la crisis comienza a quedar atrás. En la oposición se desinfló la posibilidad de una Acusación Constitucional. El gobierno defendió a la titular de Interior con uñas y dientes y la fiscalía tarde o temprano va a formalizar al acusado de violación. La ministra vuelve a respirar.