¿Era mejor la música antes?: Expertos explican por qué las personas siguen escuchando lo mismo que cuando eran jóvenes

Hay un momento en la vida en que, generalmente, se deja escuchar música nueva y anhelas, o te quedas flechado, con la que creciste. Es decir, te pones los audífonos para oír las mismas canciones y artistas una y otra vez. Unos podrán decir que esto ocurre porque antes estas era mejor que en el presente.

Una de las respuestas a esto es de la doctora Rita Aiello, psicóloga musical de la Universidad de Nueva York a CNN. “No es que la música fuera mejor cuando éramos más jóvenes, sino que la música provoca emociones muy, muy fuertes”, dice la académica que estudia cómo las personas procesan la música y cómo la esta y los recuerdos se moldean mutuamente.

“La música es una señal extremadamente poderosa para recordar lo que ha sucedido antes en nuestras vidas”, agrega.

“La música es episódica”, sostiene el doctor Robert Cutietta, profesor de música en la Universidad del Sur de California. “Si miras una obra de arte o algo, puedes mirarlo y marcharte. La música es a lo largo del tiempo. Hay una parte de nuestro cerebro llamada memoria episódica, ahí es donde va”.

La preferencia de una persona por las canciones alcanza su punto máximo cerca de los 23 años, según un estudio de 1989 publicado en el Journal of Consumer Research, con un seguimiento de 2013 en la revista Musicae Scientiae. Una réplica de 2022 de este último estudio en Marketing Letters: A Journal of Research in Marketing encontró que la preferencia musical de una persona alcanza su punto máximo a los 17 años.

“Es parte de tu identidad”, señala Cutietta. “Durante esos años, estamos desarrollando mucho de lo que somos, y nos apegamos a la música”.

De esta forma, las emociones asociadas a la música en edades influenciables forman un vínculo de por vida, con sentimientos que asocian a la felicidad o tristeza. “Si estábamos tristes (al escuchar una canción) hace 20 años, vamos a estar tristes hoy, pero con una distancia de esa tristeza… así que hay una sensación diferente de enriquecimiento en la experiencia”, dice Aiello, señalando que “la tristeza puede ser la apertura de la alegría”.

“Hay circunstancias que hicieron que ciertas canciones fueran particularmente significativas para ti y los recuerdos de esas circunstancias volverán cuando escuches las canciones”, explica Aiello.