Precio de envíos de aceite de oliva casi se ha triplicado en la última década: el potencial de Chile para brillar en el mercado del “oro líquido”

“Oro líquido” es el sobrenombre más popular por el que se conoce al aceite de oliva, uno de los productos más antiguos de la humanidad. Sus múltiples propiedades y beneficios para la salud lo convertían en un bien tan valioso y preciado como podría serlo un metal precioso, un verdadero tesoro.

Situación que no ha cambiado mucho al día de hoy, considerando que la sequía y condiciones climáticas han afectado la producción de los principales países exportadores de este este preciado alimento: España y Australia.

Un escenario que si bien para las familias ha significado una escalada de precios importante ante la menor oferta -según información entregada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), solo en mayo su valor saltó un 15,5%. Mientras que, entre enero y mayo, el precio del aceite de oliva en el país se ha disparado, en promedio, un impresionante 42,7%–, da pie para que Chile pueda convertirse en un actor relevante y eleve su posición a nivel global dentro de este mercado.

En rigor, los envíos de “oro líquido” desde Chile hacia el mundo ha sido exponencial en la última década, pasando de US$42 millones en 2014 a US$115 millones en 2023, según datos de ProChile. Sobre esto habla Ignacio Fernández, director general de la entidad, quien señaló a The Clinic que “si miramos los últimos diez años, el valor de las exportaciones de aceite de oliva chileno casi se ha triplicado; especialmente desde el año pasado, en que exportamos un récord de US$115 millones, 63% más que en 2022; y este año, en que en los primeros 10 meses ya superamos todo lo exportado en 2023”.

En cuanto a los destinos, Fernández destacó que nuestro aceite de oliva llegó este año a 26 mercados, principalmente Brasil, Estados Unidos y Europa.

“Detrás de este incremento reciente hay varios factores, quizás el más importante es una menor producción de parte de España, que es el principal exportador mundial durante los últimos años, lo que deja un espacio para Chile. Esta menor producción también ha aumentado el precio, lo que explica en parte el valor récord de las exportaciones”, dijo el director general de ProChile.

El potencial de Chile para brillar en el mercado del aceite de oliva

Al ser consultado por las ventajas que tiene Chile para crecer en la industria global del aceite de oliva, Fernández plantea que “este incremento reciente nos muestra que nuestro aceite de oliva es capaz de aprovechar el posicionamiento que tiene nuestro país como exportador de alimentos saludables, seguros y de producción sostenible, además de las ventajas arancelarias que le brindan los acuerdos comerciales que tiene Chile con mercados mundiales”.

“La alta calidad del aceite de oliva chileno extra virgen ya es conocida en el mundo y eso permite que nuestros productores locales aprovechen esta coyuntura, lo que es muy positivo para nuestra agroindustria y para la diversificación de las exportaciones chilenas”, acotó.

Por su parte, Carlos Smith, docente del CIES-UDD, explica que “si bien también tenemos problemas con el cambio climático, en las últimas temporadas hemos tenido, en general, menos sequía, hemos tenido mejores condiciones desde el punto de vista climático, que nos permiten producir además aceite de muy buena calidad. Y esa calidad es bastante reconocida a nivel mundial, por lo tanto, tenemos esa ventaja, que además se une a que somos un país que en el mundo es reconocido por la exportación de bienes bastante saludables, con una muy buena imagen país en términos de alimentos”.

“Chile tiene una oportunidad de aprovechar esta menor oferta a nivel mundial y puede comenzar a diversificar aún más su mercado exportador. Hoy día la gran mayoría va a Brasil, Estados Unidos, luego Europa y la verdad es que hay espacio hoy día en el mundo, con un consumo que además va creciendo en el tiempo”, agregó Smith.

En esa línea, el académico de la Universidad del Desarrollo dijo que “hoy día es cada vez más fuerte la competencia a nivel internacional, no podemos quedarnos atrás. Y estamos en un muy buen pie para aprovechar esas sinergias que se producen con otros bienes de buena calidad, con el mismo sello de ser saludable, para llegar al mundo con más fuerza”.

Mario Tessada, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Los Andes, advierte que “en la parte norte de Chile, aún queda espacio para crecer. Pero uno debe observar que los actuales precios de aceite de oliva, que han subido mucho, se deben a problemas climáticos que ocurrieron en los lugares en donde se cultiva el olivo. Es decir, existió una menor producción”.

“Como existió una menor producción debido a problemas climáticos, es probable que estos problemas climáticos no se repitan siempre en el futuro, y, por lo tanto, los precios del aceite de oliva deberían tender a bajar en los próximos meses. Se van a demorar en bajar, pero van a bajar (…). Esos altos precios van a converger a la normalidad de equilibrio en el mercado de el aceite de oliva, que sus precios son inferiores a los actuales”, acotó Tessada.