El plan de salida y de regreso de Camila Vallejo: las cartas que se barajan para su reemplazo en la vocería de Gobierno
En La Moneda calculan que a mediados de diciembre la vocera Camila Vallejo deje su cargo para iniciar su prenatal. El formato de su reemplazo ya está definido: será alguien que actualmente forma parte del gabinete y lo más probable es que sea la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), o el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde (PS). En todo caso, Vallejo también estima una fecha de regreso para cumplir con lo que prometió: llegar hasta el último día en el gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Por Rodrigo Córdova 17 de Noviembre de 2024Compartir
Fue el 1 de junio mientras preparaban el discurso en el palacio presidencial de Cerro Castillo, en Viña del Mar. Pocas horas antes de la cuenta pública ante el Congreso, que muchos calificaban como la última apuesta del gobierno para encauzar el rumbo, la ministra de la Segegob, Camila Vallejo (Partido Comunista), le entregó una noticia al Presidente Gabriel Boric que justamente tenía que ver con el diseño para la última etapa: estaba embarazada.
La noticia tenía un impacto evidente: Vallejo, la última sobreviviente del núcleo más estrecho del Mandatario en el diseño inicial -y por lejos la ministra más cercana a Boric en términos personales-, hacía, por una buena noticia, ajustar piezas para el último tramo de gobierno, ya que había sido de las pocas secretarias de Estado que había asegurado en reiteradas ocasiones que no iba a ser candidata, ni presidencial ni parlamentaria, y que no iba a renunciar. “Me quedo hasta el final con el gobierno y con el Presidente Boric”, había dicho solo semanas atrás.
Pero esos mismos factores motivaron a que Boric y Vallejo cerraran rápidamente la fórmula para enfrentar lo que venía: no iba a renunciar e iniciará su prenatal a mediados de diciembre. El plan es que regrese en agosto del próximo año a cerrar la gestión junto a Boric.
En junio Vallejo no lo había hablado con nadie del comité político -a los días le contó a la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, y a pocas personas de su equipo-. La ministra pidió a todos los que sabían manejar la información con sigilo y no exponer su privacidad.
La noticia recién se hizo pública el 1 de agosto, dos meses después de que le comentó al Presidente. “Estamos muy felices porque una nueva personita se integrará a la familia. Han sido tres meses de intensos síntomas, pero también de mucha emoción por este nuevo y maravilloso paso en nuestras vidas”. Con estas palabras —y a través de Instagram—, la ministra Vallejo anunció el embarazo de su hijo, que tendrá junto al músico Abel Zicavo.
El posteo en redes sociales de la vocera Camila Vallejo generó un fuerte ruido mediático, pero no sorprendió a sus pares del comité político, ni a la directiva de su partido. Días antes había hablado con el comité político para comentarles la noticia y lo mismo hizo con el presidente del Partido Comunista, Lautaro Carmona.
Desde entonces, surgió una pregunta evidente: ¿Qué pasará con la vocería cuando la ministra esté en su período de pre y posnatal?
La silla
La vocería de la ministra Camila Vallejo (PC) del pasado lunes 11 de noviembre sumó un elemento nuevo. Por primera vez, desde su equipo incorporaron una silla para que la ministra pudiera estar más cómoda con su embarazo ya que, según los cálculos de la Segegob, queda un mes para que la ministra inicie su prenatal. “Va a ser en Navidad”, dice un integrante del gabinete cercano a la ministra.
El cambio tiene que ver con un diseño de su equipo que al mismo tiempo ya alista minuciosamente el plan de salida y también de regreso –según las estimaciones debería volver en agosto del próximo año para culminar la última etapa de gobierno-.
La Secretaría de Comunicaciones (Secom), que depende de la Segegob, ha evaluado diferentes escenarios para preparar la salida de Vallejo. En La Moneda tienen claro que la partida de la ministra no solo es un desafío desde la parte comunicacional, sino que también tendrá un impacto directo en el Presidente, ya que Vallejo -al igual que la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD)- se ha convertido en la principal confidente del Mandatario en el Ejecutivo.
En todo caso, hay quienes dicen que al igual que la mayoría de los voceros que han ocupado su lugar, ya se veía un evidente desgaste en su gestión y que renovar caras también puede darle un nuevo aire a la actual administración. No es menor: Vallejo lleva 982 días en el cargo. Más que la mayoría de sus antecesores como Jaime Bellolio (UDI); Karla Rubilar (RN); Cecilia Pérez (RN); Paula Narváez (PS); Marcelo Díaz, Álvaro Elizalde (PS) y Francisco Vidal (PPD).
De hecho, solo Enrique Correa, en el gobierno de Patricio Aylwin; y José Joaquín Brunner, en el de Eduardo Frei, la superan en días en el cargo.
Entre Jara y Elizalde
Desde que llegó la noticia a La Moneda en el Gobierno se comenzaron a analizar alternativas de reemplazo y también para armar el diseño. De hecho, se revisó formalmente qué había hecho la exministra de Justicia Patricia Pérez en el primer gobierno de Sebastián Piñera, ya que también tuvo que salir por prenatal.
El nombre de Jeannette Jara asomó con fuerza como opción para realizar desde diciembre las vocerías políticas de los lunes y sin dejar su cargo. El argumento era simple: ya había asumido ese rol cuando la ministra Vallejo acompañó al Presidente Gabriel Boric a su gira a China en 2023.
Dentro del Gobierno siempre han destacado la capacidad de Jara como vocera y más aún luego de ese período. Además de las capacidades comunicacionales de la ministra del Trabajo, su signo político soluciona eventuales discusiones respecto a la representación de los partidos en el gabinete, pues es comunista, al igual que Vallejo.
Sin ir más lejos, Jara es considerada una carta presidenciable para el PC, por lo que la vocería podría favorecerle en ese espacio.
Eso sí, Jara también tiene un factor en contra que ha pesado en los últimos días de la discusión: que durante esos meses deberá tramitar en el Congreso la reforma previsional, que es la principal prioridad del gobierno. Y, en ese sentido, exponerla en todos los flancos podría traer consecuencias en la negociación con la derecha.
Por ello es que en los últimos días ha tomado fuerza la opción de que sea el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde (PS) -quien ya ocupó el cargo en el segundo gobierno de Michelle Bachelet- quien asuma la vocería política los lunes, considerando su experiencia.
De todas formas, en La Moneda aseguran que aún está en evaluación y que la noticia será entregada por el Presidente a mediados de diciembre cuando Vallejo empiece el prenatal.
Algo que sí está claro es que la subsecretaria Nicole Cardoch (PS) cumplirá el reemplazo en términos formales. El diseño, eso sí, contempla que el gabinete de confianza de la ministra Vallejo siga funcionando. Así, la jefa de gabinete, Susana González; la directora de Comunicaciones, Emilia Malig; y otros integrantes mantendrán sus cargos en el Ministerio.
Hoy por hoy, Cardoch y Vallejo trabajan de manera colaborativa en materias de proyectos de ley como el reforzamiento del TVN y el de protección a trabajadores de la prensa, pero también en campañas comunicacionales, como la que busca combatir la desinformación.
La ministra ha participado en más de 16 charlas contra la desinformación en el último tiempo. Son encuentros en colegios, universidades junto a la sociedad civil en donde la ministra explica el fenómeno de la desinformación y cómo enfrentarlo.
La ministra hoy acompaña al Presidente en su gira a Brasil luego de que el Presidente Lula Da Silva lo invitara a participar del G20. Algo poco usual en las vocerías de Gobierno, pues se entiende que ante la ausencia del Mandatario, la vocera es quien tiene su voz en el país.
Renovación
En el oficialismo, en todo caso, hay quienes creen que el cambio en la vocería le puede dar un nuevo aire al gobierno. Si bien varios elogian a la ministra Vallejo por haber durado más que la mayoría de sus antecesores, también hay voces críticas que plantean que es porque elige “con pinzas” los temas para hablar. El último ejemplo de ello fue la denuncia de violación contra Manuel Monsalve en que la ministra no se había enterado al mismo tiempo que Tohá y Boric y habló después que el subsecretario del Interior, Luis Cordero.
Esta semana, tras la detención de Monsalve, nuevamente Cordero fue quien salió a hablar primero. Esa, dicen en La Moneda, fue una figura que ya había sido utilizada antes: luego de la crisis de los indultos y también por el Caso Convenios, el entonces ministro de Justicia se convirtió en una especie de vocero sustituto para temas legales y complejos.
La oposición, al ver que Cordero lograba contener la crisis, intentó poner el foco en la ministra Vallejo, acusando al Gobierno de que había una protección a su figura.
“La ministra Vallejo, más que vocera a tiempo completo del Gobierno, pareciera ser solo vocera de las buenas noticias”, declaró el diputado Diego Schalper (RN) en sus redes sociales, incluso antes del Caso Convenios.
El Caso Monsalve también le trajo críticas. Un día después de que se hiciera pública la denuncia por violación contra el exsubsecretario, el Jefe de Estado realizó un punto de prensa de 53 minutos sobre el tema.
Lejos de aclarar dudas, esa declaración asentó la crisis en su figura. Tanto personeros oficialistas como de oposición coinciden en que esa labor, la de contener el primer impacto, correspondía a la ministra vocera.
El anillo desmantelado
El Presidente Boric llegó al Gobierno con sus dos históricos compañeros que se incorporaban al comité político: Camila Vallejo y Giorgio Jackson. A inicios de 2025, sin embargo, estas dos figuras, con las que entraron al Gobierno como miembros del comité político no serán parte del gabinete diario del Presidente.
La historia sobre el trío de dirigentes estudiantiles es conocida. En 2011 fueron los personajes clave el movimiento estudiantil y dos años más tarde, en 2013, fueron electos para entrar a la Cámara de Diputados en marzo del 2014.
El acenso al poder fue rápido. En 2021 se volvieron a encontrar en las primarias presidenciales de Apruebo Dignidad y nuevamente en veredas distintas. Vallejo jugó un rol clave en la campaña del hoy exalcalde Daniel Jadue y, del otro lado, estaba el el candidato Boric que logró inscribirse a penas juntando las firmas necesarias en tiempo récord.
Eso no importó, pues Boric logró hacerse de las primarias y se transformó en el candidato de la izquierda para enfrentar a José Antonio Kast. En ese momento Vallejo pasó a ser una pieza clave del comando de Boric y se hizo cargo de la coordinación política y ejecutiva de la campaña. Eso sí, al día siguiente del triunfo fueron Izkia Siches y Jackson quienes lo acompañaron en La Moneda.
El camino derivó en que Vallejo asumiera la vocería de Gobierno de Boric y, tras la salida de Siches y del exministro Jackson, fue asumiendo un rol cada vez más protagónico en el comité político y hoy es una de las personas más cercanas del Presidente al interior del gabinete.
Prueba de ello es que el Presidente no quiere que Vallejo se aleje aún cuando estará cerca de seis meses fuera. De hecho, fuentes al interior del Palacio comentaron a The Clinic que fue el mismo Jefe de Estado quien le pidió a la ministra que no renunciara.
Desde el círculo cercano de la ministra, además, afirman que Vallejo no dejará de comunicarse con el Presidente, pues pretende acompañarlo y permanecer en contacto de cara a las próximas coyunturas que le toque enfrentar.