Colegio Thomas Morus de Providencia lleva tres días sin clases por huelga de sindicato: exigen mejores condiciones económicas y laborales

El sindicato de funcionarios del Colegio Thomas Morus de Providencia extendió por quinto día consecutivo una huelga que reclama mejoras económicas y también laborales.

El pasado miércoles la asamblea de trabajadores que integran el sindicato aprobó iniciar una huelga tras una serie de intentos fallidos de llegar a acuerdos en diferentes materias con el colegio. A finales de agosto, los funcionarios presentaron un petitorio, que sigue en negociación. Ante la negativa de la corporación, la semana pasada inicio la huelga, que ha generado la suspensión de clases en los últimos tres días.

En un inicio el petitorio de los trabajadores tenía una serie de demandas que se han ido desechando en las negociaciones. Sin embargo, la principal tenía que ver con el reajuste salarial por IPC.

“Nosotros originalmente habíamos pedido un 5% sobre el IPC. Ya en mediación estábamos aceptando el 2,5% sobre el IPC. Pero nos están ofreciendo un IPC topado, un IPC con topes, un reajuste que finalmente devalúa el salario”, explica la presidenta del sindicato, María José Andrade.

Esta jornada hubo una nueva jornada de negociación en la que el 100% del sindicato rechazó la oferta del colegio. En particular, el colegio se abrió a un tope con variación gradual. El primer año de 3%, el segundo de 4,5% y para el tercero también un 4,5%. Lo que generó mayor rechazo fue que el reajuste no no sería para todos los trabajadores. Un 15% que tiene cierto reajuste por bienio quedaban fuera del aumento, según señalaron desde el sindicato.

De los casi 170 funcionarios del colegio Thomas Morus, 140 integran el sindicato. Junto con las peticiones económicas, demandan otras innovaciones para las condiciones laborales.

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Las otras exigencias de la huelga

Estos tres días el colegio igual ha recibido alumnos que sus padres no pueden dejar en casa. Para eso han iniciado un protocolo de turnos éticos, y algunos profesores del sindicato han tenido que recibirlos.

El resto del petitorio se enfoca en demandas laborales. Estas no han sido aceptadas por el empleador, lo que ha generado el rechazo de los trabajadores.

Una de estas demandas tiene que ver con flexibilidad horaria. En ese sentido, se exige que en los casos que las funciones sean compatibles se pueda realizar teletrabajo. Esto solo cuando los funcionarios que lo soliciten no tengan que atender público. También solicitan que los profesores que tengan sus últimas clases antes de que termine la jornada, puedan realizar trabajo no lectivo desde casa.

“Se nos ha dicho que no a eso. Le hemos planteado incluso que hacer un plan piloto simplemente que sea para administrativos y solamente un día a la semana para los profesores. Están totalmente cerrados a esa alternativa“, comenta la presidenta del sindicato.

Otra crítica incluida en el petitorio es que la indemnización por jubilación anticipada en el colegio no existe. “No hay. Es decir, tú estás trabajando 40 años acá y te va a ir sin ninguno”, dice la presidenta. Según asegura, el colegio solicitó abandonar estas demandas, y regirse solo a las que tienen que ver con reajuste.

Por último, solicitan restablecer un mecanismo que tuvo vigencia hasta el 2015, que tiene que ver con las becas de escolaridad. Esto permitía a profesores optar por una beca para sus hijos, de manera que puedan pagar el colegio con arancel diferenciado. A la fecha, ester beneficio se otorga solo a funcionarios más antiguos.

Hasta el momento, también se informó que se descontarán los días no trabajados por la huelga. Esto también forma parte de la negociación. Mañana la Dirección del Trabajo irá al colegio a revisar las condiciones de la huelga, y el sindicato está a la espera de retomar la negociación.