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20 de Noviembre de 2024¿El “me voy de Chile” es berrinche o realidad?: El debate sobre la amenaza de jóvenes de partir al extranjero
La semana pasada inició una larga discusión que se ha extendido hasta estos días por una joven lectora del El Mercurio que argumentó en una carta que abandonaría el país por la inseguridad. Figuras públicas han refutado su punto, y sociólogos comparten con The Clinic su visión sobre este debate. Entre las conclusiones apuntan a una juventud más individualista, y a una idealización, a veces poco realista, de destinos deseados del primer mundo.
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El pasado 11 de noviembre una lectora de El Mercurio abrió un debate por una carta que envío a ese medio con el título “Me voy de Chile”. Pese a que han pasado casi diez días desde que salió, sigue generando réplicas.
En su misiva, incluida en la sección “cartas al director”, asegura que su pololo francés fue asaltado tras solicitar un auto en una aplicación, y tras exponer su caso y otras supuestas incivilidades, determinó que la mejor opción era salir del país por lo “inseguro” que se ha vuelto el país, y la indiferencia con la que se toma este tema.
Su carta fue replicada más tarde por diferentes personas, algunos que respaldaban su punto, y otros que lo desacreditaron. Un estudiante que escribió al mismo medio se subió al barco del discurso “me voy de Chile”, añadiendo además otra causal: la incertidumbre económica. La tesis también generó burlas en redes sociales, por personas que atribuyeron su discurso a una tendencia meramente elitista.
Por otro lado, hubo figuras públicas que cuestionaron el discurso. Como el expresidente de la ANFP y director de los Juegos Panamericanos, Harold Mayne-Nicholls, quien también en El Mercurio respondió con una carta titulada “No me voy de Chile”, o el antropólogo y columnista de La Tercera, Pablo Ortúzar.
El primero abordó el caso desde su experiencia personal, y apuntó a que la forma de enfrentar crisis es contribuyendo, mientras que el segundo toma casos de países del primer mundo para asegurar que esta misma crisis se vive en países que muchas veces son ejemplos para Chile.
En conversación con The Clinic, sociólogos se refirieron a este debate, asegurando que no es algo nuevo. Además, aseguran que la inseguridad puede ser una causa de las intenciones de migrar, pero no única. En ese sentido, se incluyen causas políticas, y socioeconómicas.
Juventud más individualista y un debate antiguo
El sociólogo y académico de la Universidad Central, Emilio Torres, destaca que el discurso “me voy de Chile” tiene varias aristas. “Esto tiene una larga trayectoria de cambios sociales, económicos, políticos. Por ejemplo, el número de estudiantes en el extranjero ha ido aumentando ya hace 15, 20 años. Ha habido toda una oferta deductiva, en términos de becas, mayor disponibilidad económica, estudios o por las visas de trabajo”, argumenta.
Pero a su vez, recalca que esta decisión puede responder a fenómenos como el desempleo juvenil, el bajo crecimiento, e incluso a elementos políticos. También, por poco apego al país y por actitudes individualistas. “Hay que considerar el marco general de los jóvenes actuales, son jóvenes más educados, más individualistas, menos nacionalistas. (…) Tienen poco apego a la cosa tradicional y al nacionalismo clásico. Son mucho más cosmopolitas, y todos conocen a alguien que se ha ido, digamos, a estudiar, a trabajar afuera, eso es mucho más habitual hoy”, señala.
Raimundo Frei, sociólogo y académico de la UDP, agrega que “en sociedades democráticas la opción de irse siempre ha sido una opción. Es también normal que en las organizaciones humanas las personas si no alegan por cambiar lo que no les gusta – en contraste a los que son leales al status quo – opten por salir“.
De todas formas, académicos postulan que no es nuevo el debate. Dante Castillo, sociólogo de la Usach, recuerda que “tomando la canción de Los Prisioneros, te vas a encontrar relatos de los años noventa que dicen que, originalmente ¿Por qué no se van? Y hay otras interpretaciones de este mismo gesto cultural, ¿por qué no me voy? Entonces yo creo que es una cuestión que obedece a esta manifestación que tiene la sociedad en lo económico, en lo cultural, en lo científico, en lo educativo”.
La idealización de la vida fuera de Chile y el anhelo de la elite
Otro punto que ha estado presente en la discusión, es la idealización de otros países. En su columna en La Tercera, Pablo Ortúzar postula que países frecuentemente admirados por Chile, como Holanda o Suecia, también experimentan problemas de seguridad. En ese sentido, reclama que “la cosa mala está en todos lados”.
Dante Castillo postula que “hay una sensación, sobre todo en las élites chilenas, que siempre lo mejor está fuera de Chile. Entonces lo que uno intenta mostrar, que estoy narrando esto para que puedan tener otra voz a compartirlo mejor”. Y agrega que desde el siglo XIX que la elite chilena tiene un polo de atracción a las sociedades modernas europeas.
Algo similar menciona Raimundo Frei, y asegura que “buena parte de las élites idealizan la vida en el norte global, y casi buena parte de la sociedad chilena añora irse a vivir al sur y encontrar un remanso, cosa que los mismos sureños no siempre encuentran”.
Sin quitarle peso al argumento de la inseguridad, agrega que “si la percepción de inseguridad no baja y uno experimenta en persona una situación dramática, la posibilidad de querer irse puede aumentar. El problema aparece cuando el lugar de destino tampoco ofrece tanta seguridad como la que uno quisiera (nuestros vecinos) o los costos de emigrar son demasiados altos (el norte global). Irse puede ser también muy duro, y en ese caso se reevalúa la posibilidad de intentar cambiar la realidad local o de adaptación”.