Presidenta de un centro de padres en Concepción es acusada de quedarse con el dinero de las cuotas: faltan más de $170 millones en la cuenta

Cada año, el Centro de Padres y Apoderados (CPA) del Instituto de Humanidades de Concepción (IHC) recibe un pago de 25 mil pesos por familia y en el año 2018 registró un ingreso de $103.800.000 por la venta de un terreno. Sin embargo, parte de lo recaudado desapareció. En la cuenta solo quedó $124.149.

Por esto, el Juzgado de Garantía de Concepción ordenó el levantamiento del secreto bancario de las cuentas corrientes de la expresidenta del centro de padres, ya que la investigan por una querella de delito de apropiación indebida. El trámite fue ingresado por la actual directiva del colegio contra la mujer, quien dirigió el CPA entre 2014 y 2024.

“Entre los años 2015 y 2024 ingresaron a la cuenta corriente del CPA un total de $171.999.25 y los egresos corresponden a un total de $171.644.165“, indica la querella.

Según publicó Las Últimas Noticias, Diego Muñoz, abogado que patrocina el trámite judicial, señaló que hasta el 2015 la cuenta del centro de padres funcionaba con una tarjeta de débito. “Nos encontramos con numerosos giros de 200 mil pesos de cajeros del Casino marina del Sol de Talcahuano”, dijo.

Un año después, la cuenta comenzó a operar con cheques. “Los cheques se hacían a nombre de la expresidenta del CPA, de su madre o su pareja. En 2017 cobró cerca de 48 millones de pesos; el 2018, 24 millones; el 2019, 21 millones y así, sucesivamente”, agregó.

Segunda querella

El exvicepresidente durante el mismo periodo de la mujer acusada, el abogado Julián Martínez, también presentó una querella, en nombre de la antigua directiva, por los delitos de apropiación indebida y falsificación de instrumento privado.

Martínez explicó que se enteraron de la situación porque “hubo una confesión expresa de ella. Primero ante mí. Luego ante el rector del colegio y después ante la nueva directiva del CPA, reconociendo que tomó el dinero. Ofreció devolverlo con un bien raíz y el resto en cuotas, que no aceptamos. Eso quedó registrado en dos actas”.

Añadió que la expresidenta no dio ninguna explicación y tampoco dijo en qué gastó el dinero. “Literalmente respondió ‘me mandé una ca…, yo fui”, habría dicho al confesar.

También explicó que no se dieron cuenta de que cada vez faltaba más dinero de la cuenta, porque descubrieron que las cartolas y estados de cuenta “fueron adulterados de una manera bastante fina” cuando les eran presentados.