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Felipe Figueroa / The Clinic

Entrevistas

8 de Diciembre de 2024

Lautaro Carmona, presidente del PC, y relación con La Moneda: “La peor lealtad es la que se expresa en un ‘yes, man’ y pierde sentido crítico”

El timonel comunista defiende el criticismo que han hecho personeros de su tienda en las últimas semanas contra carteras dirigidas por ministros del mismo partido. Afirma que integrar el Gobierno no les debe privar de su identidad. Por otro lado, no se adelanta en la carrera presidencial y aboga, más que por el nombre, a un programa que logre convencer al elector, a quien dice que hay que ir a buscar. Sobre Daniel Jadue, adelanta que no hay alternativas cerradas para el exalcalde, hoy con arresto domiciliario. Carmona, exjefe de gabinete en su campaña presidencial, sostiene que la antigua autoridad comunal es inocente.

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Durante diciembre, el Partido Comunista (PC) se encuentra organizando sus congresos regionales, en la antesala de lo que será su gran congreso nacional cerca de la quincena de enero. Mientras tanto, Lautaro Carmona, presidente del partido, mantiene reuniones con la comisión política de la tienda para revisar temas de contingencia, como también los lineamientos que tendrá ese encuentro entre los militantes.

En un jueves de primavera sorpresivamente nublado y frío en la capital, Carmona recibe a The Clinic en Vicuña Mackenna, a pasos de la Plaza Baquedano. Mientras toma un té negro, el timonel comunista —erigido tras la muerte de Guillermo Teillier en agosto de 2023— profundiza en los alcances que ha tenido el Gobierno del Presidente Gabriel Boric, de quien tiene una apreciación positiva en su gestión, pese a los encontrones del partido con el Ejecutivo, marcados por las diferencias sobre Venezuela o por el despido del asesor e histórico militante PC Juan Andrés Lagos.

Como sea, Carmona señala que si algo dejará el Gobierno de Boric es que “se puede” concretar cambios pese a la adversidad. Entre estos últimos menciona los procesos constitucionales fallidos, como también los fallidos intentos legislativos del Ejecutivo de llevar adelante su programa de Gobierno. Y, aunque reconoce que se les privó de sus ministros para que participasen en las elecciones parlamentarias del próximo año, el presidente comunista se encarga de enfatizar que primero están los intereses del Gobierno antes que los partidarios.

—El Gobierno está en su último tercio y ya se pueden tomar algunas conclusiones de su desempeño. ¿Cómo ve el camino recorrido hasta ahora?

—Hay dos o tres cosas que son de coincidencias históricas no obligadas que nos tocó vivir a nosotros. La primera, y más importante a propósito de la revuelta y las movilizaciones del año 2019: la presión para que Chile tuviera una nueva Constitución. Eso coincidió en los tiempos con el inicio del Gobierno y que concluyó el 4 de septiembre con una respuesta inesperada. Fue un dato de la causa que el Gobierno no se puso un plan para los primeros 100 días, sino que estuvo muy vinculado a la expectativa del resultado y ahí cursaron seis meses a lo menos con una situación que afectaron el ritmo y las intensidades posteriores.

Luego se produce la segunda reacción de insistir en un proceso constitucional a pesar del revés fuerte. Y eso consume una cantidad importante en tiempo político que compromete al Ejecutivo y al Legislativo. Eso lo marca. Después viene la irrupción del Partido Republicano por la vía del voto obligatorio. La irrupción fuerte derechiza y extrema todas las posiciones, afectando los espacios de intercambio, de negociación. Se produce la decisión de exparlamentarios DC que toman posición en la centroderecha y cambia la correlación, que estaba al borde, en ambas cámaras. De ahí se hace un ambiente y un control del Congreso que se transforma en un freno, que impide las propuestas de transformación que prometió nuestro Gobierno. La exageración de esto fue el rechazo a la reforma tributaria, a que el Estado de Chile tengo más ingresos mediante una política de redistribución de la riqueza.

Además, está la irrupción de una calidad distinta del crimen organizado, que se modifica en nuestro país. Esto, desde el gobierno de Piñera, se fortalece con las convocatorias que Piñera promete con sus solidaridad con los venezolanos que se movilizan desde su país, pero también en un aire de que aquí estará todo permitido. Crea un hecho que ha sido de preocupación pero que no tenía esta calidad. Empieza a producir un impacto del punto de vista de la tranquilidad de la población que cambian los ejes y las prioridades y seguridad pública.

—¿En ese sentido, se asimila lo prometido en el programa del Presidente con lo recorrido hasta ahora?

—Las propuestas de origen del programa sufren una alteración porque no ganamos en primera vuelta, sino en segunda, con una coalición de segunda vuelta. También eso vive su proceso. Afortunadamente entre políticos nos conocemos, pero hay que afiatar. Y por largo rato se habló de dos almas: Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático, cuando la verdad es que en el primer día de Gobierno y se genera la convergencia, no existe más Apruebo Dignidad. Eso también lleva a un gasto de energía y tiempo político para darle una mejor calidad y fineza a los partidos del Gobierno. La expresión de las propuestas programáticas de origen tienen modificaciones, pero luego viene la respuesta del rechazo por parte del Congreso Nacional, que no permite el avance de políticas emblemáticas en la propuesta programática.

—¿Y la propuesta de origen se toma con fuerza por parte del Ejecutivo? Hace no mucho un diputado del Frente Amplio cuestionaba al Gobierno de no dar una disputa ideológica. 

—Más que cambio en nuestra propuesta, ha habido cambio en la respuesta que uno esperaba de la oposición. Han sido mucho más drásticos, duros, intransigentes, menos sensibles, más inhumanos. Toman de rehén la necesidad básica y urgente como elevar la pensión mínima. No les importa las consecuencias que se pague por parte de las personas. Han mostrado una crueldad política y de humanidad muy fuerte. Eso impide que avancen proyectos de ley con políticas que eran muy claves y de origen en el plano valórico, en los derechos económicos y sociales de la gente. No se trata de que el Gobierno ejerza iniciativas como saludo a la bandera. No se trata de exponerlas, porque uno tiene la convicción de que son necesarias y urgentes.

Carmona y relación con el Gobierno: “Hemos sido absolutamente leales”

En las últimas semanas se han manifestado diferencias explícitas entre personeros del PC de Carmona con el Gobierno. Sin ir más lejos, hubo un reproche cuando la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), señaló que no le encontraba “mucho sentido” a la convocatoria de paralización que hicieron funcionarios públicos por el reajuste del sector.

A ello se suma la ofensiva que han liderado contra el Ministerio de Educación, liderado por Nicolás Cataldo (PC), por la situación de universidades que se encuentran en crisis y que han tenido que ejecutar despidos en su planta académica.

—¿Qué tan leales han sido con el Gobierno?

—Hemos sido absolutamente leales. Conscientemente leales, jugando todas nuestras capacidades a favor del éxito de las políticas del Gobierno. La lealtad no es obsecuencia. La peor lealtad es que la que se expresa en un “yes, man” y pierde el sentido crítico. El más cercano, el más familiar, el de más confianza, tiene que saber en forma, pero también en contenido, indicar lo que ve que no es contribuyente y que no está bien.

Lo segundo: el PC ni ningún partido del Gobierno por el hecho de pertenecer a él pierde su identidad como partido. Los partidos tienen la obligación de ser partidos no sólo para los gobiernos, porque la mayoría de las veces no estamos en los gobiernos, sino para la sociedad y para el pueblo, para los trabajadores. En el caso nuestro, somos un partido de clase, la asalariada, que tiene que siempre estar velando por los intereses de su sector, y hacerlo saber. Por tanto, no veo una contradicción en lo absoluto.

La mejor muestra de nuestra lealtad es que nosotros no obligamos, sino que al revés, comprendemos que los militantes comunistas que tienen tareas de Gobierno tienen prioridad en ese compromiso. Lo cortés no quita lo valiente, que se puede conversar, que se pueden hacer saber las cosas y se puede mantener una identidad (…). Yo no invento que en las universidades hay rectores que están desaforando académicos. Yo no invento que en la administración pública hay una contralora que interpreta y que, por la confianza legítima, comienza a crear condiciones para que mucha gente sea desaforada del trabajo público. Son temas de la situación política real. Lo que yo hago es pronunciarme frente a un hecho o dato que caracteriza el cuadro político.

—¿Hay desconexión del Gobierno con la ciudadanía?

—Hay varios momentos que muestran al Presidente con ciertas iniciativas de políticas de Gobierno con una manifestación de aceptación altísima por parte de la ciudadanía. Esto no es una competencia de quién tiene una fidelidad mayor en ese vínculo con los ciudadanos. Cuando nos definimos como un partido vinculado a una clase social, tiene que ver con el concepto de lo que es un partido, con la manifestación que juega en la estructura de sociedades y sectores que representa. Yo no represento a la SOFOFA o a la CPC. Otros partidos lo hacen. Me toca representar las orgánicas que tengan los trabajadores sindicalizados, del mundo académico, cultural, que constituyen la fortaleza de una sociedad para su desarrollo. No lo hago suplantando esos movimientos, sino contribuyendo en el seno de ellos.

—¿Considera que hay un sector del PC contrario al Ejecutivo?

—No.

—¿Y cuál cree que será el legado que dejará el Presidente Boric?

—El legado final será que con todas las limitaciones que tengan los grados de cumplimiento, es que se puede. Si hay una formulación que habla de cambios estructurales en una recuperación plena de la democracia chilena es el proyecto que encabeza el Presidente. Se puede. Lo segundo que queda como enseñanza es que hace falta no solo ganar un Gobierno, sino también un Parlamento. Lo que hay que lograr es ganar un Gobierno con un programa que tenga raigambre muy sólida en las necesidades de la gente, pero también un Parlamento que respalde el proyecto.

—La idea de ganar un Parlamento pareciera proponerse en una reforma al sistema político, cuestión que su partido no está muy convencido.

—Hay una lectura equivocada. El PC tiene una posición inequívoca: todos los cambios al sistema político para más democracia, no para menos. Todos los cambios sí, pero no aquellos que van en reversa para volver al sistema binominal. Eso es antidemocrático. La composición del debate tiene origen en un grupo de parlamentarios, no en el Gobierno. Cómo no va a ser democrático que exista la posibilidad de iniciativa popular de ley. Qué tiene de antidemocrático eso. Cómo no va a ser democrático que frente a políticas públicas que transversalizan los beneficios y que tienen una trascendencia estratégica porque duran muchos años, como una real reforma previsional, que ponga en debate todo, sea plebiscitada directamente con la ciudadanía. Cómo no será democrático que el presidente sindical pueda ser candidato y ser parlamentario. Eso es democrático.

No lo es que se pretenda que el umbral, no de legalidad de los partidos, sino el umbral de ingreso al Congreso, sea un porcentaje que no toma en cuenta una realidad que es como la Cordillera de los Andes y el Océano Pacífico. ¿Acaso alguien desconoce la densidad de concentración poblacional que tiene el país, donde la mitad de la población vive en tres regiones de todo Chile? Nosotros ponemos tres o cuatro cosas de participación directa: plebiscito, iniciativa popular de ley, paridad de salida respecto al género o aguantar un rango de 60/40. Hagámonos cargo de la sociedad que vivimos.

La no salida de ministros PC del gabinete para la elección parlamentaria: “Pusimos el interés del Gobierno por sobre el del partido”

“No hay cambio de gabinete”, dijo el Presidente Boric hace poco más de un mes, descartando un ajuste ministerial en su equipo a sólo diez días de que venciera el plazo que tenían autoridades públicas para renunciar a sus cargos en caso de querer competir en un cargo de elección popular, como el de diputados o senadores.

La situación le cerró la puerta al ministro Cataldo, quien se especulaba como una opción comunista para integrar la Cámara de Diputados ante la salida que se avecina de la presidenta de la Cámara, Karol Cariola (PC).

—¿Estaba en sus planes sacar ministros del Gobierno para postularlos como candidatos en la parlamentaria?

—Aunque parezca una clase cliché, no cabe ninguna duda que hoy tenemos dos ministras y dos ministros, nombre y apellido de cada uno de ellos, gestión de cada uno en sus carteras, amplísimos grados de visibilidad pública. En una postulación de alguien como cualquiera de ellos nadie se pregonaría quiénes son. Han hecho una gestión que valoro altamente, aunque lo que importa es si lo valora el Gobierno.

Sin embargo, nosotros como dirección, ello puede tener defectos en contra nuestra, de privarnos de destacados cuadros de amplia visibilidad, pero dijimos ‘que no quepa duda. Para el PC, la centralidad de los compañeros que están en tareas de la confianza del Presidente, son precisamente la gestión que aporta a la eficacia en la misión de Gobierno’. Pusimos eso como centralidad, y eso convenido con los propios compañeros que son ministros y subsecretarios. Eso lo compartimos al Gobierno, lo manifestamos. Para nosotros, cualquiera de ellos que hubiera sido liberado iba a fortalecer nuestra lista, pero no pusimos el interés del partido por sobre el del Gobierno. Pusimos el interés del Gobierno por sobre el del partido. 

—Pero el interés estaba, claro.

—Siempre va a estar porque son tremendos cuadros. Van a jugar hoy o mañana un gran papel en la representación del partido, pero no nos perdemos. Ellos son, si así lo estima el Presidente, los más preparados para el Gobierno, que a estas alturas requiere experiencia, y sentimos satisfacción de que el Gobierno haya considerado esta formulación que nosotros hicimos. 

“Jadue saldrá inocente, y va a quedar liberado para cumplir cualquier tarea política de representación”

—Varios nombres se han posado en las presidenciales. Como Vlado Mirosevic, oficializado por los liberales; Tomás Vodanovic (Frente Amplio), aunque le cierre la puerta a la idea; Ximena Rincón en Demócratas, Evelyn Matthei en la UDI y su contraparte, por ahora, José Antonio Kast en los republicanos. ¿Quién es la figura comunista que se perfila como el candidato presidencial del partido?

—Una conclusión que tenemos en este momento es que el PC va a respaldar una propuesta de precandidatura presidencial en el marco de crear las mejores condiciones para fortalecer una propuesta de transformación. Lo haremos. Seguro será parte del debate del congreso del partido. Es lo que menos nos urge. Más nos urge cuál es el programa que estamos trabajando con los aliados, porque hay que conversar con la población para que nos respalden un nuevo Gobierno de nuestro sector. Y eso tiene que ver con los contenidos. Ahí hay que concentrarnos.

—¿Y en nombres?

—Tenemos nombres en nuestras filas y fuera de las filas. Hemos ido a todas las elecciones presidenciales y han sido candidatos nuestros en su momento Jorge Arrate, Tomás Hirsch, el cura Pizarro, Gladys… Y podrá ser o no ser. Ese no es el debate que está planteado hoy.

Sí lo es que reúna las condiciones de empatizar con cuáles son las propuestas que se ponen con urgencia como parte de un programa de Gobierno y quiénes son las personas más dotadas para representar esa propuesta y ganar la adhesión y el respaldo de la ciudadanía. Planteo que debe haber una diversidad de propuestas, porque son todas vinculadas a un matiz de lo que sea una propuesta programática. Todos los nombres que se puedan estar presentando sobre la mesa tendrán la voluntad de hacerse cargo de ese programa, y van a tener un juicio de valor positivo de parte nuestra, pero el PC se guarda el derecho a acordar el nombre de una persona que pueda representarnos en esta batalla, llegue o no llegue a la papeleta.

—Daniel Jadue fue su último candidato presidencial. ¿Su figura sigue vigente?

—Primero, él está, con comprensión de todos nosotros, concentrado en ganar esta batalla jurídica, judicial, de la que estoy convencido que saldrá inocente, y va a quedar liberado para cumplir cualquier tarea política de representación. Al igual que otros nombres que el partido tiene en su acerbo de personas ejerciendo tareas tanto parlamentarias, municipales, hay más de un nombre, en los que no descartaría a Daniel. Pero, no es el tema que la dirección del partido está viendo hoy día.

Sería alterador ver sin saber leer ni escribir; si está sin movilidad territorial. Tiene que estar encerrado en su casa. Pero se abre un debate respecto a que sí o que no en alguien que no nos ha pedido ni nada se ha construido para que él asuma ese debate. Ya vendrá el día. Cada día tiene su afán. Va a venir al calor de lo que es el debate en el congreso interno.

—¿Hay lawfare contra Jadue? Mencionó que sí.

—No he mencionado que sí.

—Dijo que había una batalla jurídica.

—En el plano judicial, que es distinto. Yo no soy abogado, soy político. Y por tanto yo opino, reivindico y defino la inocencia de Daniel desde la mirada política. Hay un equipo de abogados que le toca en el otro plano dar esa batalla. En eso yo no intervengo. No haré nada que no me recomiende ese equipo de abogados. A nadie le cabe duda cuál es mi valoración y mi mirada solidaria con Daniel. No me hace falta agregarle más cosas. Si el día de mañana los abogados que están en la defensa se proponen exponer, serán ellos y yo tomaré eso como un argumento en lo político.

—La ministra Vallejo es su figura más visible en el Gobierno y está próxima a salir por su embarazo. Seguido de ella está la ministra Jara, que integra el comité político y que podría asumir como biministra. ¿Ve en ella una proyección presidencial?

—Sería una falta de inteligencia de mi parte para pronunciarme respecto a los ángulos de la pregunta. El único dotado, capacitado e institucionalmente validado para resolver quiénes son sus ayudantes y misión en la que estarán es el Presidente de la República. Lo que él decida, nosotros lo vamos a respaldar. Si eventualmente llegara a ocurrir lo que es esta hipótesis, vamos a considerarlo con una alta valoración acerca del aporte que han entregado varios comunistas a la tarea de Gobierno. No voy a menoscabar si es que eso no es así.

Si me empiezo a manifestar con figuras nuestras en el Gobierno, yo sé que otros lo han hecho, pero, en mi caso personal, tengo mi mirada y va a ser política: con figuras nuestras en el Gobierno que sean presidenciables, estoy afectando al Gobierno. En eso no voy a interferir, porque estoy debilitando cuál es el tema. Yo no tengo ninguna duda, pero ninguna, que nuestros cuatro compañeros, Jeannette incluida, su concentración no es si son presidenciables o no, es cómo contribuyen más a la gestión y al éxito del Gobierno del Presidente Boric. No están pensando en una segunda misión o tarea. Eso será otro día, cuando esto termine.

Carmona: “Héctor Llaitul ha reivindicado históricamente una posición de comunidades mapuches”

Sobre los últimos temas de contingencia, Carmona asegura que la derecha “está pasando piola” con lo relativo a la ley corta de isapres, que provocó una indignación transversal al conocerse el mecanismo de devolución de algunos afiliados, donde hubo pagos que no superaraban los $1.000 mensuales.

En todo caso, no se cierra únicamente a hablar de eso. También se refiere a Héctor Llaitul, comunero mapuche, reconocido líder de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), condenado a 23 años de cárcel por delitos contra la Ley de Seguridad del Estado.

Aunque señala no estar muy al tanto de la situación actual del excomunero, señala que representaba ideales del pueblo mapuche y no le llama terrorista.

—La ley corta de isapres ha generado un conflicto y culpas cruzadas entre el Gobierno y el Congreso respecto a cómo se desarrolló la devolución de las aseguradoras, que la propia ministra Vallejo ha señalado que la resolución del problema no formaba parte de su plan. ¿Le molestó el tono que tomó el Gobierno? ¿Hubo un error?

Aquí el único error, si alguien comete uno, si un vacío es un error, es que la derecha, que es la principal responsable de esto, está omitida. En el barrio se diría que están pasando piola. La derecha fue la que amplió los plazos de devoluciones. Los capitales que están detrás de las isapres, que primero se apropiaron de plata que eran de los usuarios, también están vinculados a la derecha. Resulta que la hora de que las isapres interpretan la ley de una manera, se dan en el plazo de las devoluciones un absurdo que después de todo esto que se ha hablado.

—Esta semana la diputada Alejandra Placencia (PC) dijo que acudiría al Tribunal Constitucional por una norma que se aprobó en el debate de la ley antiterrorista. ¿Cuál es la posición del PC en la discusión de esa ley?

—Lo que ha llevado adelante nuestra bancada parlamentaria es lo más cercano a nuestra mirada. Estas legislaciones deben tener mucho rigor, porque podemos saltar de las escuchas telefónicas sin limitaciones. Pienso en los chilenos de a pie, que es una afectación brutal en su intimidad. Ya nos tienen muchos datos; las fichas que manejan en el supermercado, donde con sólo el carné saben qué bebida uno toma, qué zapatos les gustan… Tú no puedes hacer que la gente sana asuma normas hechas para gente insana, delincuentes. Proteger eso es un deber de un representante del a comunidad.

—La ley antiterrorista nace de lo ocurrido en La Araucanía. ¿Considera a Héctor Llaitul un terrorista?

—Creo que Llaitul, en su esencia, ha reivindicado históricamente una posición de un sector de comunidades del pueblo mapuche. Y tiene una presentación de eso, hecha pública, lo que permite politizar el tema para estar en contra o de acuerdo… Me gustaría meterme más en ese debate, pero no tengo un dominio exacto de los cargos ni de Llaitul en sí mismo. No sería tan atrevido de darle una clarificación que dificulto sea tan irreductible des del punto de vista de lo que ha hecho la justicia hasta aquí. No he estado en eso. Espero que todo se esclarezca, que las cosas se pongan en su exacto lugar. Y creo en una conveniencia en la diferencia por tal diferencia en un fair play completamente posible de llevar y coexistir.

—¿A qué se refiere con que todo se esclarezca?

—Que todo se esclarezca… ¿Hay un juicio, no? Las responsabilidades que le asignan a él…

—Pero ya tiene condena.

Si tiene condenas, bueno, tendrá que pagar las penas como las está pagando. Si hay apelaciones de parte de él, bueno, es un espacio del Poder Judicial en el que no voy a intervenir, no sólo por prudencia, sino porque uno tiene que estar en lo que tiene manejo de la situación, entonces puede tener posición. Lo otro no es contribuyente, es sólo un juicio que le puede sumar o no sumar a tales o cuales miradas.

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