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15 de Diciembre de 2024Jeannette Jara emplaza a la asociación de AFP: “Que le digan a la ciudadanía cuánto han gastado en la campaña contra la reforma de pensiones”
La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, habla con The Clinic en plena semana de negociación sobre la reforma de pensiones. Advierte que, si no hay acuerdo, no habrá aumento de pensiones. Además, busca derribar el lema "con mi plata no", señalando que "a veces, el individualismo cala demasiado fuerte en las personas". También establece diferencias entre las oposiciones con las que le ha tocado negociar, y afirma que en la Cámara de Diputados "fue muy poco constructiva". Un evento que se avecina es el prenatal de la ministra Camila Vallejo y su reemplazo en la vocería. Asegura estar "disponible para lo que el Presidente estime necesario".
Por Rodrigo Córdova y Rodrigo MunizagaCompartir
La ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, enfrenta una de las tantas semanas clave que ha atravesado en el contexto del trámite de la reforma de pensiones. Esta vez, la intensidad no está marcada por la cantidad de sesiones a las que debe asistir en el Congreso, sino por la negociación en sí misma.
Durante esta semana, el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, dijo que su partido estaría dispuesto a destinar el 0,5% del 6% adicional de cotización al sistema de reparto. Sin embargo, esta propuesta no fue bien recibida por el Partido Republicano, lo que generó tensiones y pone en riesgo la disposición de la oposición para alcanzar un acuerdo.
Desde su despacho, ubicado en la calle Huérfanos, en pleno centro de Santiago, Jeannette Jara comenta los últimos pasos para alcanzar un acuerdo en materia de pensiones con la oposición. Además, aborda las diferencias que ha tenido con las derechas de ambas cámaras, reflexiona sobre cómo el sistema de pensiones actual afecta a su propia familia y emplaza a las AFP a transparentar cuánto han invertido en la campaña comunicacional contra la reforma.
Asimismo, la ministra Jeannette Jara reconoce estar disponible para asumir la vocería del Gobierno si el Presidente Gabriel Boric así lo decide -quedando como biministra-, aunque admite que dicha exposición es un factor a considerar en función del avance de los acuerdos en pensiones.
—Dentro de la reforma previsional hay un dilema que se abrió respecto al 1% para las mujeres y que Chile Vamos está dispuesto al 0,5% para el reparto. ¿El gobierno está dispuesto a que se caiga una reforma por un 0,5%? ¿O está abierto a volver a transar?
—El dilema está en que nosotros queremos, con ese porcentaje, compensar las diferencias expectativas de vida entre hombres y mujeres. Y en Chile cada día las mujeres van retrasando voluntariamente su edad de jubilación. Entonces, partir con un 0,5% es algo que puede servir en un principio, pero que no es sostenible en el tiempo. Lo que resulte en estos últimos momentos de negociación debe tener a la vista ese criterio.
—¿Es decir que podría ser escalable, partiendo por 0,5% hasta llegar al 1%?
—O ajustable paramétricamente. Es decir, cuando se requiera más, se tendría que disponer de más. Pero es algo que estamos conversando con la oposición.
—¿Cree que la derecha de Republicanos y Johannes Kaiser ha empujado a Chile Vamos a negar cualquier clase de acuerdo con el gobierno?
—Bueno, lo primero que siento que ha faltado en el debate es tener en la vista los pensionados y las condiciones de vida que tienen. Lo digo con sentido de responsabilidad, porque pareciera que la reforma previsional es una disputa entre sectores políticos más que una necesidad ciudadana imperiosa.
Entonces ha faltado la voz de los pensionados y escucharlos y ponerlos al centro del debate. En términos políticos, creo que cada uno de los sectores políticos puede tener la opinión que les parezca, pero esperaría que pensáramos más en Chile, más en las pensiones y menos en las elecciones.
—¿Qué pasa si la derecha no se allana a entregar un porcentaje de la cotización adicional? ¿El gobierno se allanaría a un 6% para la capitalización individual?
—Si no hay acuerdo, lo que va a ocurrir es que va a haber un 0-0. No va a haber ni un 6-0, ni un 5-1, ni un 4-2, ni ninguno de los escenarios. Si no hay acuerdo, no van a subir las pensiones ni ahora ni en el futuro. Por eso tenemos una responsabilidad tan grande. No va a haber ningún aporte de los empleadores a las pensiones y las pensiones van a seguir en la situación crítica en la que están.
—Todos están de acuerdo en que tiene que haber una reforma de pensiones, pero se instaló en muchas personas la idea de que “no quiero que ni el 1% de mi plata sea para otra persona”. ¿Cree que el gobierno y el oficialismo han sido suficientemente fuertes claros para combatir esa idea?
—Mire, creo que en la reforma previsional, que ha costado más de una década sacarla adelante, hay muchos intereses económicos detrás. Y, sin dudas, los intereses de quienes han hecho un muy buen negocio con las pensiones de Chile, que son la AFP, han hecho todo lo posible porque la reforma no avance.
De ahí se ha instalado, sobre todo en el primer momento, una serie de fake news que trataban de decirle a las personas que sus fondos previsionales se iban a expropiar, que el Estado los quería manejar, que esta reforma era para los flojos. Todos esos elementos, de alguna u otra forma, se han ido desacreditando en el tiempo, porque realmente nada de eso va a pasar. Creo que ha habido una campaña dirigida a desinformar más que informar y que esconde otros intereses. Que es que todo siga igual y que las AFP sigan teniendo las ganancias abundantes que tienen y las pensiones sigan siendo bajas.

Ministra Jeannette Jara: “Lo que ocurrió en el estallido social no puede dejarnos indiferentes”
—Hablando justamente del 1% a las mujeres, ¿por qué cree que les ha costado explicarlo? Hay resistencia, en muchas personas, a ese discutido 1%.
—Bueno, a veces el individualismo cala demasiado fuerte en las personas. En los hechos, lo que uno ve es que como a los pensionados no les alcanza para vivir, igualmente es la sociedad la que se hace cargo de ellos a través de los familiares, de los amigos, de los vecinos. Entonces hay un discurso y una realidad que van paralelas. Creo que Chile necesita cohesión social. Lo que ocurrió en el estallido social no puede dejarnos indiferentes. Fue un gran clamor de justicia social y de basta a los abusos. Tenemos que ser capaces de hacernos cargo.
Los momentos políticos y las contingencias hacen, a veces, que la opinión más contingente gire más hacia la izquierda o más hacia la derecha, pero este problema previsional es algo que está en el centro de la convivencia social. Entonces, cuando algunos digan que les es indiferente el destino de los demás en Chile, les da lo mismo cómo resuelven su problema, creo que los hechos son que los adultos mayores igual son apoyados por sus círculos.
—Hay gente mayor de 65 años que trabaja como vendedora ambulante. ¿Qué le pasa a usted ante la realidad de la gente que no debería estar en la calle trabajando, pero que no se puede dar el lujo de no trabajar?
—Me parte el corazón, realmente. Y veo gente que está en la informalidad y gente que está en la formalidad. ¿Cómo vamos a tener una sociedad en la cual dejemos a las personas mayores en el olvido? Principalmente, pensando que todos vamos para allá. Hay una forma de concebir la sociedad en la cual, si bien el neoliberalismo es cierto, se instaló no solo económicamente un modelo, sino que también culturalmente, en donde prima lo individual. La seguridad y la vejez es algo impensable. Y espero que no tengamos que llegar a viejos nosotros mismos para terminar de hacer esa reflexión.
—¿En su familia tiene una realidad de mujeres, hombres, de tíos o de amigas que ya se jubilaron y que reciben el mínimo de jubilación?
—Sí.
—¿Y cómo lo hacen ellas?
—PGU. Dueñas de casa, como muchas mujeres de Chile. Los apoyamos los hijos y los nietos.
—Así que tiene un realidad muy cercana.
—Es que esa es la realidad de la gente. Ese es el punto. A veces se discute en política que la PGU cambió todo. Y es verdad, porque antes de la PGU y antes del pilar solidario de la presidenta Bachelet, las mujeres estaban en una situación aún más expuesta digamos, a la pobreza, pero no es suficiente. Por dos razones. Primero, porque no les alcanza. Y eso es algo muy real y concreto. O sea, las personas mayores se enferman más, muchas usan pañales, requieren suplementos alimenticios, etc.
Mira, el mes pasado estaba viendo aquí los datos: se pensionaron 7.715 mujeres en ese mes. La mitad de ellas tiene una pensión de $46.000 o menos. Esas son las pensiones de la AFP, pensiones de hambre para la gente. En los hombres, 7.327 hombres se jubilaron y alcanzó la pensión a $155.000. Estos datos son de octubre de 2024. Entonces, si nosotros queremos que, como pensiones, se financia con dos fuentes en Chile, con impuestos a través de la PGU y con cotizaciones a través del sistema FP, lo que tenemos que arreglar es lo que está fallando más. Y lo que está fallando es el sistema donde están las cotizaciones a través de las AFP.
—¿Y esas son personas que habían cotizado y trabajado toda la vida?
—Cuando he entregado estos datos, porque además esta es la foto de un mes, pero si yo te muestro la foto de los últimos siete años, es más o menos lo mismo. Creo que son $48.000 la media, en el caso de las mujeres, en vez de $46.000. Si la extiendo un poquito más, eran $50.000. ¿Qué te indica esto? Que, además, las tasas de reemplazo van a la baja. Pero dentro de estas mujeres, cuando he dicho estos datos, a veces cuesta, sobre todo al principio, que los creyeran.
Pero son reales y ese es el problema que tenemos. ¿Y cuál es el punto? Algunos argumentan y dicen “es que esta es la gente que no cotizó”. Mira, el universo de estas mujeres son 7.715 mujeres. Ahí hay de todo, son todas las mujeres que se jubilaron, entonces, ¿qué sentido tiene en usar de argumento que ellas no cotizaron o cotizaron mucho, si al final el resultado es que la mitad de ellas tiene una pensión de $46.000 pesos?

“Veremos cuánta es la transparencia de la AFP en este debate”
—¿Cuál es su visión respecto al rol que han jugado las AFP en esta negociación por la reforma?
—Nosotros sabemos cuánto gana las AFP. Por ejemplo, según información de la Superintendencia de Pensiones, entre enero y septiembre de este año las AFP tienen ingresos por comisiones y rentabilidad del encaje por US$1.136 millones de dólares, sus gastos operacionales son de US$405 millones de dólares. O sea, la diferencia es de US$731 millones de dólares en el margen para ellas. Si nosotros vemos, ellas se organizan a través de una asociación de AFP, desde donde hacen toda su propaganda.
Esta asociación está fuera del marco de la fiscalización de la Superintendencia de Pensiones, porque no es una AFP. Entonces la pregunta clave, y que es lo que a mí me gustaría emplazarlas, a que le digan con transparencia a la ciudadanía: ¿Cuánto han gastado en la campaña contra la reforma?
Que la asociación de AFP transparente esa información. Es importante tener ese dato. Así como cuando hicieron su minuta sin firma, que hicieron circular en el parlamento. Ahora empezaron a colocar su logo en las propagandas que hacen en la televisión, pero hay que mirarlo con lupa, eso sí.
Pero respecto de los gastos que han hecho, sería bueno que la ciudadanía se pudiera informar cuánto han gastado. Veremos cuánta es la transparencia de la AFP en este debate. Quedamos disponibles para escuchar sus respuestas.
—¿Cuáles son los plazos con la reforma de pensiones, ministra?
—Mire, en el mejor de los casos el proyecto podría ser despachado dentro de las tres primeras semanas de enero del Senado y volver al tercer trámite en la Cámara de Diputados la cuarta semana. Y si esto se convirtió en un buen acuerdo, seguramente va a salir.
En un plazo más probable, lo que va a ocurrir es que esto se va a despachar en enero del Senado, nosotros valoramos el compromiso y la reiteración o la confirmación que se ha hecho de que se va a cumplir la palabra en torno a los tiempos del despacho. Esto, sin embargo, tendría que volver a la Cámara en marzo. Y eso ya empieza a complicar las cosas, porque de marzo en adelante esto se pone en modo elecciones.
—Y luego, ¿cuándo se promulga? La pregunta es: ¿en qué momento comienza a tener un efecto concreto en la gente?
—En el hipotético caso de que este proyecto pudiera estar publicado y promulgado, por ejemplo, en el mes de mayo o de abril, ahí tienen que transcurrir algunos meses, al igual que se hizo con la PGU, que son entre cinco y seis meses para empezar a hacer el pago de los beneficios.
—En el lado más político, en el trámite de la reforma, ¿usted cree que ha imposibilitado el diálogo con la oposición en otras materias, en otros acuerdos?
—Quisiera hacer una distinción en esto. La oposición que tenemos en la Cámara de Diputados fue muy poco constructiva. Realmente hizo todo lo posible porque el proyecto de ley no avanzara, teniendo nosotros en la Comisión de Trabajo mayoría, y con una disposición importante a buscar un acuerdo. Hicimos todos los intentos y eso demoró mucho la tramitación, pero en realidad su voluntad nunca estuvo. De hecho, pusieron como condición que saliera un ministro y tampoco después de eso estuvo. Y por tanto creo que fue más una estrategia política lamentable, porque aquí el que pierde no es el gobierno, son los pensionados.
En el Senado hemos encontrado una actitud distinta, que la valoramos con nuestras legítimas diferencias y que creo que puede servir para resolver este nudo, teniendo a la vista, además, que este proyecto tiene que volver de nuevo a la Cámara de Diputados.
Y sobre si ha afectado a otras discusiones, diría que en general no, porque lo que sí afecta a otras discusiones, y en el marco democrático que tenemos, es que el Gobierno no tiene mayoría parlamentaria. Eso es una realidad y ese es el parlamento que el pueblo de Chile eligió y nosotros tenemos que bregar con esa consideración y más que quejarnos, hacer que las cosas pasen.
—Desde la oposición valoran mucho la participación del ministro Mario Marcel para destrabar los acuerdos. ¿Cómo lo ve usted?
—Bueno, este trabajo lo hemos realizado junto con el ministro Marcel. Es un trabajo que se hace a la par, porque los datos están en el Ministerio de Hacienda y en la superintendencia de pensiones que corresponde al Ministerio del Trabajo. Los equipos de trabajo son conjuntos, hemos actuado coordinadamente, así que me parece muy bien que se valore su participación, porque ha sido uno de los protagonistas de esta tarea a quienes les encomendó el Presidente.
—En algún momento surgieron críticas de que había tenido que enterar el ministro Marcel en acción para “arreglar las cosas”. ¿Le parecieron injustas esas aseveraciones, que iban en contra suya?
—No, mire, yo estoy acostumbrada a que se digan muchas cosas, así es que me concentro en la pega que tengo que hacer, nomás. Creo que a veces hay sectores políticos que quisieran invalidar la participación que tenemos los ministros que somos del Partido Comunista en el Gobierno, pero yo me quedo tranquila, porque sé lo que hemos hecho y lo que hemos podido aportar y que trabajamos en equipo con los demás ministros.
Jeannette Jara: “Aquí quienes pusieron en agenda el tema previsional fueron precisamente los movimientos sociales”
La ministra Jeannette Jara es la primera comunista en asumir la cartera de Trabajo desde el retorno a la democracia. La última fue Mireya Baltra, en el gobierno de Salvador Allende.
Cuando el Presidente Boric la llamó para ser ministra, antes de que fuese público, algunos especulaban que el empresariado no iba a reunirse con una ministra del Trabajo comunista.
Jeannette Jara, dice, leía las notas de prensa que especulaban y prefirió guardar silencio. Ya había sido subsecretaria de la cartera en Bachelett II y confiaba en su experiencia previa. Jeannette Jara cuenta a The Clinic que, además, guardó silencio porque “creo que el Chile en el cual se excluye a los demás por su ideología política o su forma de pensar, es algo propio de las dictaduras y no de las democracias”.
Jeannette Jara sabe que tiene diferencias con muchos empresarios, pero también reconoce que hay puntos en común. Algo de lo que no rehuye, pues “creo que tener una buena relación significa eso, poder decirse las cosas de frente. Lo otro es tener una relación ficticia, basada en el yes-man, y yo por lo menos no estoy aquí para eso”.
—Usted es la primera ministra del Trabajo comunista desde el retorno a la democracia. ¿Cree que marca un hito para derribar prejuicios?
—Espero que haya contribuido a que se derriben muchos prejuicios y espero haber contribuido a que se puedan entender más puentes. Tenemos una muy buena relación con los empresarios, por cierto, en esa relación tenemos muchos puntos en común y muchos puntos de vista distintos.
—A propósito del PC, ¿cómo interpreta usted las palabras del senador Núñez, quien dijo tener “dos pies en la calle, dos pies en La Moneda”? ¿Qué significa eso?
—Las interpreto como parte de la tradición de mi partido, que siempre ha estado ligado a los movimientos sociales. Nosotros, como Ejecutivo, hoy día tenemos la responsabilidad que cumplimos en otro rol y nuestra tarea es gobernar. Pero lo entiendo completamente, en el sentido de la tradición histórica del Partido Comunista chileno.
—¿No cree que con esos dichos se está convocando a una movilización social en pos de hacer avanzar la agenda, cuando en realidad el avance debería darse en el Parlamento con la oposición?
—Creo que esa es una pregunta para el senador Núñez, que le tengo mucha estima. Lo que le puedo decir es que siempre es importante la opinión de los ciudadanos. Y si nosotros lo vemos, aquí quienes pusieron en agenda el tema previsional fueron precisamente los movimientos sociales, a través del “No más AFP”, en 2016.
—Se cuestionó la lealtad del PC con el Gobierno a propósito de que se negaron a votar a favor una norma en específico respecto a la ley antiterrorista y también porque respaldaron las movilizaciones del sector público cuando apenas le habían entregado el petitorio.
—Creo que las vocerías del Partido Comunista están radicadas en su presidente y su secretaria general. Con todo, creo que son roles distintos los que cumplen los partidos y, por lo menos lo que nosotros tenemos claro, es que formamos parte del Gobierno del Presidente Gabriel Boric, actuamos con lealtad hacia él y empujamos, por cierto, para que se pueda cumplir el programa que el Presidente comprometió con la ciudadanía.

Jeannette Jara: “Estoy disponible para lo que el Presidente estime necesario”
El 23 de diciembre la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, comenzará su prenatal. La vocería, entonces, quedará vacante y en La Moneda evalúan que que la ministra Jeannette Jara sea biministra.
Si bien advierte estar a disposición del Presidente, no pocos en el Gobierno ven que Jara, en caso de asumir una vocería, se expondría más de la cuenta y, quizás, crispe relaciones con la oposición en un momento clave del trámite de pensiones.
—El presidente Boric bromeaba el otro día que a usted le iba a tocar “hablar mucho”, refiriéndose a que podría asumir la vocería de Gobierno una vez que la ministra Vallejo comience su prenatal. ¿Está dispuesta a tener el doble trabajo que está teniendo?
—Lo primero que quiero decir es que esta es una definición del Presidente y que todavía no ha sido tomada o informada. Y lo segundo es que como militante del Partido Comunista, ejerciendo una responsabilidad en el Gobierno, estoy disponible para lo que el Presidente estime necesario.
—En el caso hipotético de asumir la vocería de Gobierno, sumado a su función como ministra del Trabajo, ¿no le preocupa la exposición respecto al trámite de la reforma de pensiones en relación a la oposición?
—Me imagino que todos esos temas son parte de la evaluación que se está haciendo para ver quién asumirá la vocería.
—¿A usted le preocupa?
—Creo que son responsabilidades bien importantes. Uno siempre tiene que tener a la vista que las tareas que le encomiendan tiene que cumplirlas con la mayor eficiencia, y en el evento de que eso pasara, haré mi mejor esfuerzo. Pero eso es algo que está lejos de definirse aún, aunque quedan días.
“No creo que haya ninguna razón por la cual el PC debiera inhibirse de tener un liderazgo a una eventual primaria”
—Queda poco más de un año de Gobierno y su coalición no tiene una figura presidencia bien aspectada, como sí la tiene la derecha. ¿Le preocupa de que no haya un presidenciable en su sector?
—No me preocupa, toda vez que creo que hay mucho liderazgo en el sector que pueden asumir esa tarea. Creo que lo más importante, más que tener nombres, es tener proyectos. Y la izquierda chilena tiene un proyecto para el país. Eso es lo relevante.
—¿Cree que su partido debería levantar también una opción?
—Esa es una definición que va a hacer el partido dentro de su colectivo, pero sin duda no creo que haya ninguna razón por la cual el Partido Comunista debiera inhibirse de tener un liderazgo que fuera a una eventual primaria de la izquierda chilena.
—Considerando los tiempos, ¿cree que el oficialismo está un poco tarde respecto a este proyecto único o a este proyecto progresista que debería materializarse en una candidatura?
—Las elecciones pasadas nos dejaron muchas lecciones sobre este punto. Muchas cosas que se veían con anterioridad o con un año de anticipación, que se creían que iban a pasar, no fueron las que después ocurrieron. Así que la política es demasiado dinámica. Más que preocuparme de eso, me preocuparía si no tenemos un proyecto, que eso es lo relevante y lo de fondo.
—¿Cree que fluyó más el diálogo luego de los resultados de las elecciones de gobiernos locales? Que se vaticinaban catastróficos desde la derecha hacia el oficialismo y eso no sucedió. ¿Cree que contribuyó al proyecto de reforma de ustedes los resultados de la elección?
—Sin duda. Creo que el equilibrio electoral de los resultados de las últimas elecciones de gobernadores y municipales muestra que Chile es un país que tiene distintas miradas y que para avanzar nos requiere a todos.