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4 de Marzo de 2025El oscuro panorama de la nutrición en Chile: advierten que en 2050 nueve de cada diez chilenos tendrá obesidad
Un estudio realizado por The Lancet advierte las consecuencias de no tomar medidas para contrarrestar los altos niveles de obesidad en todo el mundo. En el caso de Chile, el panorama es de los más complejos, posicionándose entre los 10 primeros países con mayores tasas de obesidad.
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Un estudio de The Lancet advierte que de no tomar las medidas necesarias, y de manera urgente, la obesidad en la población mundial alcanzará niveles preocupantes. En el caso de Chile, se advierte que de seguir en el mismo camino, a 2050 nueve de cada diez chilenos tendría obesidad.
Según detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS), definen la obesidad como una “enfermedad crónica caracterizada por un exceso de grasa corporal que puede afectar la salud y aumentar el riesgo de enfermedades no transmisibles como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y ciertos tipos de cáncer”.
Además advierten que en América Latina y el Caribe, “la situación es particularmente preocupante, con cifras en constante aumento. De acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el sobrepeso y la obesidad afectan a cerca del 60% de la población adulta y a un 33% de los niños y adolescentes de la región”.
“A nivel mundial, nuestro país está entre los 10 primeros países con mayores tasas de obesidad, esto es porque se ha venido acarreando hace más de 20 años y la gente no ha tomado conciencia de que para prevenir la obesidad lo más importante es el autocuidado”, comenta la doctora Eliana Reyes, directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de los Andes.
Desde la Sociedad Chilena de Obesidad (Sochob) señalan que “el estudio predice un aumento sustancial (121%) de la obesidad entre los jóvenes a nivel mundial, y se prevé que el número total de niños y adolescentes con obesidad alcance los 360 millones en 2050 (186 millones más a partir de 2021). Los aumentos sustanciales de la obesidad previstos entre 2022 y 2030 subrayan la necesidad urgente de actuar”.
“La epidemia mundial sin precedentes de sobrepeso y obesidad es una tragedia profunda y un fracaso social monumental”, dijo la autora principal, la profesora Emmanuela Gakidou, del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, EEUU.
“Los gobiernos y la comunidad de salud pública pueden utilizar nuestras estimaciones específicas de cada país sobre la etapa, el momento y la velocidad de las transiciones actuales y previstas en el peso para identificar las poblaciones prioritarias que experimentan las mayores cargas de obesidad y que requieren intervención y tratamiento inmediatos, y aquellas que siguen teniendo sobrepeso predominante y que deberían ser el objetivo principal de estrategias de prevención”, agregó.
Por otro lado, el coautor Awoke Temesgen, profesor clínico asociado en IHME, advirtió que “es urgente adoptar medidas para aplicar iniciativas preventivas, como políticas sobre la comercialización de alimentos poco saludables y planes para incluir instalaciones para hacer ejercicio y campos de juego en las escuelas”.
“Chile enfrenta una crisis sanitaria sin precedentes”
Sobre la malnutrición por exceso en Chile, la subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, asegura que “así como es un problema de salud pública que es importante, también es urgente de abordarlo, porque no ha parado de crecer, sigue empeorando y sus consecuencias solo van a aumentar”.
Gastón Hurtado, médico internista, diabetólogo, académico de Posgrado de la Facultad de Medicina UDP, es categórico al señalar que “Chile enfrenta una crisis sanitaria sin precedentes debido a las alarmantes tasas de obesidad en su población. Según la última Encuesta Nacional de Salud (2016-2017), 3 de cada 4 adultos mayores de 15 años presentan sobrepeso u obesidad, situando al país entre los líderes en índices de obesidad en Latinoamérica”.
“Lejos de ser solo una cuestión estética, la obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial que compromete la calidad de vida y aumenta el riesgo de padecer enfermedades graves. Este problema no solo afecta a nivel individual, sino que también sobrecarga el sistema de salud y tiene un alto impacto económico y social”, agrega.
Junto con eso, recalca que “combatir la obesidad no es solo responsabilidad individual. Se requiere un enfoque multisectorial donde el Estado, la industria, el sector salud y la sociedad civil trabajen en conjunto para crear un entorno que favorezca hábitos saludables”. En ese sentido, destaca que “la Ley de Etiquetado de Alimentos en Chile ha sido un avance crucial, alertando sobre altos contenidos de azúcares, grasas y sodio. Sin embargo, es necesario reforzar su fiscalización y mejorar la educación sobre su interpretación“.
Las enfermedades que acarrea la obesidad
A juicio de Hurtado, “ante este panorama, es urgente tomar medidas efectivas para prevenir y tratar la obesidad desde un enfoque integral”. Esto porque la obesidad puede acarrear enfermedades como:
Diabetes tipo 2: la acumulación excesiva de grasa corporal altera la respuesta a la insulina, elevando el riesgo de diabetes y sus complicaciones, como ceguera, insuficiencia renal y amputaciones.
Enfermedades cardiovasculares: la obesidad favorece la hipertensión arterial, las dislipidemias y la aterosclerosis, triplicando la probabilidad de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular.
Cáncer: estudios han demostrado que la obesidad está relacionada con mayor incidencia de cáncer de colon, mama, endometrio y páncreas, debido a procesos inflamatorios crónicos y alteraciones hormonales.
Trastornos musculoesqueléticos: el exceso de peso somete a las articulaciones a una sobrecarga constante, facilitando el desarrollo de artrosis, dolor lumbar crónico y limitación de movilidad.
Salud mental: la obesidad no solo tiene un impacto físico. El estigma social, la discriminación y la baja autoestima elevan el riesgo de depresión y ansiedad, afectando el bienestar psicológico de las personas.
“Las repercusiones serán devastadora”
“Si Chile no implementa medidas urgentes y efectivas, las repercusiones serán devastadoras. Como por ejemplo, el aumento de enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardíacas y el cáncer seguirán aumentando, generando una crisis sanitaria insostenible”, destaca el profesional.
También afirma que puede llevar a la reducción de la esperanza de vida. “La obesidad severa puede acortar la vida hasta en 10 años, según estudios epidemiológicos recientes”, agrega. Pero no es lo único, se puede sumar un “impacto en la productividad laboral por el ausentismo y las incapacidades médicas afectarán la economía y la competitividad del país”.
“La obesidad es una enfermedad prevenible y tratable, pero requiere un cambio profundo en la forma en que la enfrentamos. Culpar únicamente al individuo no es la solución. Debemos transformar los entornos, mejorar la educación en salud y garantizar el acceso equitativo a tratamientos eficaces”, recalca.