La estrategia del restobar de Las Condes que recrea el universo Star Wars, sin licencia de Disney, y que abrirá un restaurante inspirado en Harry Potter
Nowa's Cantina lleva poco más de un año funcionando en Centro Parque, convertido en un favorito de TikTok, gracias a su propuesta de experiencia inspirada en la saga de George Lucas. Han sorteado de maneras creativas el uso de licencias y ahora apuestan por más: un gran espacio dedicado al niño mago más famoso del cine y literatura.
Por Isabel Plant 12 de Abril de 2025

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Bajando las escaleras, frente a la cúpula que engloba parte de Centro Parque en medio del Parque Araucano, un restaurante recibe la mirada curiosa de transeúntes y, sobre todo, de niños. Hay una moto de inspiración galáctica que recibe en la entrada, una anfitriona que tiene un vistoso tocado dorado en la cabeza y garzones ataviados en las típicas túnicas-batas que a veces se ven en películas de ciencia ficción. Por dentro es una verdadera cantina al estilo galaxia muy, muy lejana, perfectamente recreada. Un cosplayer de jewi, personaje del mundo Star Wars, da la mano al ingresar.
Pero esto no es Star Wars, ni se permite hablar de jedis, de Luke o Leia. No oficialmente en las paredes o carteles, ni en el menú, que sí ofrece platos de nombres más genéricos -no licenciados- como Hamburguesa Clon o tragos como Flor del desierto o Cosecha Estelar. Detallado, muy bien ambientado. Es pero no es. Nowa’s Cantina, abierta a público desde febrero de 2024, se ha convertido en un favorito para viralizar por TikTok, pero no tiene relación formal con la saga creada por George Lucas.

“Hay que mantener una línea que es muy fina, muy delgada, de respeto por la licencia”, explica Pablo Emilio Fuentes, uno de los dueños y creadores de lo que define es un negocio de concepto y experiencia. “En un inicio yo pensé que Disney iba a ser mi señora, para este hijo en común. Al final fue mi exseñora”.
Fuentes, junto con su hermano Rodrigo y otros socios que incluyen a Gianni y Christian Rossetti -quienes forman parte del grupo que controla los Barbazul, Barbanegra y TPM Bar-, trabajaron dos años para armar el espacio, con cerca de un millón de dólares de inversión, según dice.
Ahora, después de Nowa’s Cantina, el equipo va por más: en el mismo Centro Parque abrirán a fines de mayo otro local, esta vez libremente inspirado en el mundo de Harry Potter, con dragón y tren incluidos.
Un trabajo galáctico
Fuentes es publicista y cuenta que pasó también por arquitectura. Que siempre le ha gustado lo creativo. Su trabajo iba por el lado de la “eficiencia energética y publicidad asociada a ello”. En pandemia hizo otros negocios, como examenes PCR al mundo minero. Tras los encierros, dice, tuvo la inquietud con su hermano de lanzarse en el mundo de los restaurantes. “Y le comenté a Gianni mi idea de armar un proyecto restaurante. Y ahí le hago el comentario que mi idea era una cantina como Star Wars y él también era muy fan. Lo llamé para pedirle consejos en relación a cómo funcionaba un restaurante, cuánto costaba una cocina. Y él me dice bueno, si eso es lo que vas a hacer, juntémonos”.
El tema, claro, era que si querían tener a Luke Skywalker y su pandilla necesitaban permiso de Lucasfilm y Disney, amos y señores de la saga galáctica, compañías que obviamente no ceden libremente su propiedad intelectual. En Chile, por ejemplo, está el famoso caso de “Star Wash”, un lavado de autos hoy con dos locales. En 2022 fueron demandados por los norteamericanos ante el Instituto de Propiedad Intelectual (INAPI), en un lío legal que se extendió por dos años. Finalmente, en 2024, Star Wash pudo inscribir su nombre, pero no el logo que habían tenido originalmente, que imitaba la famosa tipografía de los créditos de las películas (pero siguen usando imágenes alusivas).

En el caso de Nowa’s Cantina, Fuentes y sus socios hicieron un primer intento de ser una extensión oficial de la marca. Su hermano había trabajado en Disney en Chile, e hizo contactos pare una reunión. “Antes de construir nada, de poner la primera piedra, me contacté con Cinecolor, que era representante de Disney, y presenté lo que queríamos hacer: una tienda temática con un restaurante temático vinculado. Nos explicaron que era entrar en un proceso de consulta que podía demorar mucho tiempo; e incluso después de esperar podían decir que no. El consejo fue no transgredir las normas de la licencia. Entonces con ellos ha sido una relación como de una exseñora con la que tienes un hijo en común: te quieres llevar bien”.
–Viendo este lugar, la pregunta es por qué no los han demandado, y a Star Wash sí.
–Porque ellos usaron su logotipo, usaron su tipografía, utilizaron todos los personajes. Dijeron vengan a ver a Darth Vader limpiando el auto. Eso yo no lo puedo hacer. Yo ni siquiera puedo poner el hashtag #starwars en las redes sociales. Ni tampoco, no sé, un plato que se llame Han Solo.
Nowa, se explicó durante el lanzamiento del local a la prensa, es un Wookie (como Chewbacca). Pero su historia y nombre son inventados por el equipo chileno. Otros personajes tienen trajes modificados y adaptados. Cuando sí hay famosos Star Wars dando vueltas son cosplayers, explican, que visitan el local.
Una experiencia viral
La construcción del lugar tomó más de lo esperado y no escatimó detalles; por ejemplo, la escenografía del espacio fue encargada a un equipo que ha trabajado para el Teatro Municipal.
“En ese proceso enviábamos diseños o imágenes referenciales de lo que queríamos ser como local”, recuerda Fuentes. “Disney las miraba, me decía esto sí, esto no, cámbiame esto, bájame esto otro. Íbamos en ese juego. Y se demoró un montón, tanto por cambios que había que hacer, como por ser un proyecto que implicaba un desafío de técnica. Llegamos a un nivel de algo que tú solamente ves cuando viajas afuera”.

Adentro de Nowa’s Cantina -en un espacio independiente- instalaron además una tienda que sí ofrece productos oficiales de Star Wars con licencia, algunos con interés de coleccionistas. El restaurante tiene espacio para 200 personas sentadas y, desde su apertura, comenzó a convertirse en viral gracias a TikTok o Instagram. “Abrimos y teníamos reservas, meses y meses de reservas. Fue increíble. Luego, a partir de este año diría yo, se ha estabilizado, pero sigue siendo muy bueno. Facturamos cercano a lo que son dos restaurantes normales. Este no es un restaurante pensado en que venga solamente el fan de Star Wars, sino que un restaurante para que venga la familia completa. Y eso está pasando hoy día, con una propuesta gastronómica súper rica y a un precio bastante equilibrado, con la experiencia temática”.
–Ahora, no es tan barato: hay pizzas a 14 mil pesos, hamburguesas con papas fritas a 12 mil pesos, entradas o tablas para compartir que van desde los 13 mil a 29 mil pesos.
–¿No es barato, comparado con qué? Puede que no sea el precio del bar La Virgen, que es nuestro vecino. Pero es más barato que ir a meterse Alonso de Córdova. Este es un restaurante temático que dentro de este barrio está un pelo más caro, pero ofrecemos algo que no ofrece el resto. Aquí vienes a vivir una experiencia inmersiva, gastronómica, para celebrar un cumpleaños, para celebrar lo que quieras, o quizás simplemente venir a tomar un trago a la barra y de verdad por un rato pensar que estás en otro planeta. Tu entras acá, y se te olvida el tiempo.
Fuentes comenta que aunque la propuesta inicial tenía cocina y platos de autor, ahora están trabajando en ampliarla con platos más sencillos, para compartir en familia y amigos. Además ofrecen menú de almuerzo, pensando el público del barrio de Presidente Riesco o Kennedy, que baja desde sus oficinas, y que incluye un fondo y bebestible desde $9.000.
De las estrellas a los magos
Incantum no es el nombre de un hechizo enseñado en Hogwarts, ni aparece oficialmente en los libros de J.K. Rowling. Pero es lo suficientemente cercano al mundo del niño mago de la cicatriz para ser el nombre del nuevo proyecto de Fuentes y sus socios, inspirado en Harry Potter. Nuevamente un restaurante temático -prometen ser “el más grande de Sudamérica”- que es, pero no es. Ubicado frente a Nowas’ Cantina, sube un poco la apuesta, ya que tendrá lugar para 250 personas. En teoría no debería ser problema llenarlo: a través de su Instagram -@incantumchile- abrieron una lista de espera para sortear espacio en su primera mesa y ya tienen más de seis mil inscritos.
Aún en plena construcción, el espacio para Incantum se siente grande. Unos trabajadores montan, subidos en un andamio, las decoraciones del techo, donde ya cuelgan candelabros. En el suelo descansan las decoraciones de paredes y hay ya algo parecido a unas vitrinas de tienda inglesa tradicional, donde en el futuro habrá encantos y varitas. La idea es que se replique algo parecido al famoso callejón comercial donde van a comprar Harry y sus amigos -que podría ser también cualquier calle de Edimburgo-, un espacio como el salón principal de ceremonias de los niños magos y hasta un espacio para un par de vagones del tren de la saga.

“Nos dimos cuenta que este era un buen barrio, que vende bien, cualquier local que se pone acá va a tener buena venta”, explica Fuentes, sobre lanzarse a otra aventura “inspirada en”. “Y estaba desocupado el local de al frente. Los socios dijeron bueno, vamos con el siguiente y con el mundo de Harry Potter, pero busquemos la forma de hacerlo también concept, con otro nombre”.
—Si Star Wars es complicado, al parecer la franquicia de Harry Potter es incluso más exigente.
—Claro. Entonces, de nuevo, no podías ponerle nombre a Harry Potter. Hacer todo como un cuento medio inglés y vender productos que no tengan nombre directamente relacionado con la marca. Y tener la tienda con merchandising oficial. Aprendimos cuáles son las reglas del juego para no pasarte de la raya. En Chile el tema licenciado está bastante complicado para las grandes marcas. Hoy día yo veo a un Star Wash que se ha defendido y ha utilizado la licencia a su gusto, sin que Disney pueda todavía hacerles nada. Y se han defendido. Esa es una forma de hacer negocios. Ir al choque no es la nuestra. Nosotros vamos por otro camino. O sea, si mañana me tocan la puerta y me piden cambia esto, lo cambio.
—¿Pero no te pueden decir “ciérralo”?
–No, a menos que hagas algo muy extraño. Tú puedes hacer uso de de la escenografía inglesa y nadie puede venir a decirte que no la ocupes porque no está licenciada. Lo mismo en Nowa’s Cantina: esta es una escenografía tunecina, que fue donde se basó Star Wars para hacer la película. Si no le pongo nada de Star Wars y yo te ofrezco un shawarma, este podría ser un lugar turco.
—Turco galáctico…
–Claro, como moderno. Pero no está la foto de la Princesa Leia. Tengo un logo que inventamos, palabras que inventamos, lámparas que inventamos. Creo que ese es el juego y también un bonito desafío.