Opinión
20 de Abril de 2025

Perfil de Rodolfo Carter, Francisco Chahuán y Luciano Cruz-Coke: ¿Los tres mosqueteros de Evelyn?

Después de conversar con distintas fuentes de Chile Vamos podemos proponer una lectura de esta primaria de última hora: saltar al vacío, cerrar los ojos y ver qué pasa. ¿Rodolfo, Francisco y Luciano serán los rivales de Evelyn o se dejarán perder? Aquí la historia de cada uno.
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Chahuán, siempre listo
La semana pasada, un sector de RN decidió actuar. “Entramos en pánico”, me dice un dirigente. No ir a primarias era un suicidio. Acicateado por un rumor que se expandió como fantasma que recorrió Chile Vamos: “Kast y Kaiser están planificando, en secreto, inscribir una primaria”.
Francisco Chahuán recibió un llamado. Le proponían disponibilidad a participar en una primaria. Dijo OK. Tanteó terreno a través de los medios. Sonó extemporáneo. ¿Cómo RN, que ya había proclamado como su candidata a Matthei, ahora levantaría una opción distinta?
Se lo pregunto a un dirigente de RN. Los políticos hábiles son los que pueden disfrazar la realidad: “En rigor, Matthei es candidata de la UDI. Ellos son los únicos que la pueden nominar. Nosotros y Evópoli adherimos, pero eso no tiene repercusión legal. Sin quitarle el apoyo, lo que haremos es invitar al militante Chahuán a participar”. Finalmente, el viernes el senador optó por renunciar al partido para enfrentar el desafío como independiente, aunque la norma antidíscolos podría decir otra cosa.
Chahuán (1971) es viñamarino. Su familia proviene de Cisjordania, de la ciudad de Beit Jala o Beit Yala, una de las más antiguas de Palestina. Es proselitista de la causa palestina, un espacio más propio de izquierdas que de derechas.
Estudió Derecho en la Universidad de Valparaíso. A los 35 fue electo diputado por Viña del Mar y Concón (2006-2010).
Pero sin duda su gesta épica fue la senatorial del 2010 por la V región. Él fue ungido el candidato de RN; el exalmirante y senador Jorge Arancibia postuló por la UDI.
Arancibia olfateó que la competencia le sería difícil. Se bajó del buque. En un golpe a la cátedra, la UDI decidió enviar a Joaquín Lavín a derrotar a Chahuán.
Carta ganadora según los gremialistas.
Pues no.
Chahuán ganó. Sorpresa. Dicen en RN -preciso: los no tan amigos- que en ese momento el viñamarino vio al final de camino La Moneda.
Y se entusiasmó. Tiene energía. Desde 2013 que ha emprendido carreras presidenciales. Sin éxito.
¿Será belicoso con Matthei? “Chahuán no pasará inadvertido. Pero tampoco se pasará de pueblos. No expartido, la UDI, la puede reelegirse como senador y no creo que le interese ir de diputado. Entonces, su horizonte podría ser ministro de Matthei”, dice un dirigente histórico de RN.

Cruz-Coke, el mateo
Evópoli siempre consigue más de su peso electoral, porque para la centroderecha son cuadros con neuronas. Algunos proponen, no sabemos si en buena o en mala, que debería ser un think tank.
Con Piñera fueron poder: Interior y Hacienda.
Son mateos.
Para Matthei son importantes.
Cuesta entender por qué Luciano Cruz-Coke se aventura en una primaria, por decir los menos, “rara”.
Existe una convicción de que Matthei representa una derecha liberal, muy distante de Kast y Kaiser.
¿Es Luciano Cruz-Coke el más derechista de Evópoli, o sea es el apoyo más liberal hacia la candidata?
Al senador le molesta que lo sitúen en esa interrogante. Evópoli goza o padece esa disyuntiva: marcar diferencias con los otros partidos de derecha desde la opción de la cultura liberal. Republicanos los llama con sorna la “derecha woke”. Entonces, cuando el viento sopla hacia derechas a secas, el centro puede incomodar.
“Cuando se unió a la campaña de Piñera 1, vino a chasconear a la derecha. Le daba un plus distinto a un sector bien poco diverso: era actor, ligado a la cultura y muy famoso”, recuerda un miembro de dicho equipo.
Otro me cuenta que Carlos Larraín, en algún momento, lo persiguió para convencerlo de que se uniera a RN. Luego pasó el entusiasmo: Cruz-Coke fue uno de los primeros de su sector en apoyar el matrimonio igualitario.
Cruz-Coke es el más cercano a Matthei en las primarias.

Carter, el peligroso
Desde el primer gobierno de Sebastián Piñera, la derecha decidió experimentar y buscar potenciales candidatos cuyo baúl biográfico tuviese, al menos, un paso por una escuela con número. O un liceo público, o una infancia en comuna popular o, también, un conflictuado tránsito por una universidad de la élite.
Rodolfo Carter se inscribió ahí. También, en su momento, Laurence Golborne, Sebastián Sichel y Mario Desbordes.
El establishment de la derecha desconfía de él.
“Voy a competir en las primarias y le ganaré a Evelyn Matthei”, dijo hace muchos meses. El entonces alcalde de La Florida dijo que será “el primer facho pobre en llegar a La Moneda, representando a los chilenos que la izquierda no entiende’”.
—”¿Sabe por qué creo que puedo ser Presidente?“– me preguntó.
Y su tesis es: “Los dos grandes nudos por resolver hoy son la delincuencia y la economía. En lo primero, hay que asumir que si de verdad se emprende una batalla contra el crimen organizado, habrá gente que va a morir. Y en la economía, hay que tener cuero para dar malas noticias: debemos bajar impuestos y terminar, por ejemplo, con el exceso de feriados. Para estas dos ingratas misiones se requiere credibilidad y legitimidad. Eso te lo da alguien en sintonía con los chilenos de a pie, que ellos se vean reflejados en su conductor”.
Y agregó desafiante: “Al próximo Presidente de Chile le preguntarán si está dispuesto a aplicar mano dura, a enfrentar juicios por DD.HH. fomentados desde la izquierda y, por ello, a no poder salir del país”.
“Yo estoy dispuesto. Y le digo algo más: dudo que alguien de la élite esté tan dispuesto como yo”, remató.