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Opinión

23 de Noviembre de 2008

Lector escribe sobre el weón vaca

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Es conveniente aclarar que este artículo corresponde a una extracción de una de las tantas conductas sociales ejercidas por ciertos individuos y agrupaciones con eficiencia casi extrema; generalmente ostentan cargos o liderazgos inmediatos, ejemplo clásico y transversal: el jefe, hombre ducho de poder y no siempre bien ponderado, que pasa hacer el weón vaca casi de cabecera en la vida nuestra. Pero también existen otras partidas recurrentes de especímenes que cuentan con este atributo no menor, por ejemplo: los doctores, abogados, mecánicos de automóviles y el profesor de matemáticas, el que a todas luces es el primer weón vaca que debes enfrentar en tu vida.

Al weón vaca le gusta que le soben el lomo, pero después te caga igual…

Cuando me propuse indagar acerca del término “weón vaca”, lo hice con una actitud jocosa y mucha sutileza, pues podía despertar ciertas susceptibilidades de los consultados y estimular el weón vaca que todos llevamos dentro. Bueno le eché para adelante nomás, y para escribir la palabrita en cuestión, considerando la variedad existente: weón, hueón o gueón, me decidí por la que comienza con “w”, fundamentalmente por darle un mayor hándicap de suitiquería shilensis al término. Bueno, objetivamente me sorprendió la unanimidad del significado con el cual, el weonaje, se refería a la animalización de este tipo de personas: un weón vaca es mala clase, es despreciable, hipócrita, desleal, sarcástico y, generalmente, muestran una sonrisa pequeña, sin abrir la boca, solo dejan ver algunos dientecitos del lado derecho, ejemplo inminente: ministro Velasco. La mayoría de los weones que me respondieron, coincidían con que un weón vaca es un weón amariconado, algo falso, canalla, que hace todo lo contrario de lo que dice o, también, que anda siempre con “catrañas”; literalmente no sé el significado de catrañas, pero que un weón vaca anda con catrañas, todos lo sabemos…

El weón vaca te caga y ni siquiera te hace una seña, simplemente te caga…

Para profundizar más en este tipo de apelativo, le consulté al weón más pillo de la empresa donde trabajo, me respondió: “un weón vaca es el que tira la pelota para fuera”; debo reconocer la calidad de la respuesta, la encontré con gustito a retórica literaria de género poético. La verdad me sorprendió, bastante traslaticio y acomodativo para ciertas circunstancias, sobretodo hoy que los empleados públicos están negociando el reajuste de sus salarios y el gobierno está “tirando la pelota para fuera”, o sea, que pase el tiempo y los weones se aburran, ¡vacuna los weones!… ojo con la expresión weón vacuna, que se refiere específicamente a los weones vaca que más encima te lo mandan a guardar. Un weón vacuna generalmente te ha cagado varias veces y te va a seguir cagando a penas pueda, ¡cuidado!

Un weón vaca es el que siempre está haciendo chanchadas…

Una amiga mía me decía que no sólo existen los weones vaca, sino también, las weonas vaca. Claro que sí, corresponde la paridad de género para estas actitudes, pero con una salvedad, para nosotros los hombres, la conducta de un weón vaca no siempre es la misma que la de una weona vaca. Una weona vaca es por ejemplo la que sale contigo, la invitas a comer, posteriormente a bailar, incluso te aguanta unas punteaditas pero al final no te da la pasada, esa si que es una weona vaca.

Un weón vaca sino es jefe asume el rol para cagarte…

En la historia de Chile han existido y existen una manga de weones vaca e instituciones de weones vaca, un claro ejemplo son las AFPs: trabajan con nuestra platita y más encima nos cobran, o sea, ¡cara de raja los weones!… ojo con la expresión weón cara de raja, que se refiere específicamente a los weones vaca que se ríen en tú cara sin asco después de cagarte. Dentro de los próceres criollos, tenemos al weón más vaca de todos: José Ramón, Augusto Pinochet llamado, este personaje si que fue un weón vaca, imagínense que el presidente electo (Chicho Allende) lo nombró comandante en jefe del ejército y después este weón vaca le bombardeó la casa, le quito el puesto de presidente y se quedó por 17 años en el poder, además weón vacuna. También se cagó a los DC, el weón vaca acopio toda la información que le entregaron los soplones de ese partido, pensando que los posicionaría en el gobierno, pero les hizo la media ni que tremenda tapa, claro que en este caso al hombre deberíamos atribuirle unos 100 años de perdón, porqué se cagó a los políticos más vaca y chanta de la república.

El weón vaca es sinónimo de weón mala leche…

Creo que debemos ser objetivos y hacernos un autoanálisis: ¿en alguna ocasión hemos tenido actitudes dignas de un weón vaca? Corresponde realizar este ejercicio mental para evitar tener alguna recaída. Por ejemplo, en cierta oportunidad, no voy a dar nombres por cuestiones obvias, un amigo me invito a su casa para que compartiéramos un vinito junto a su señora; pero resulta que este amigo se curó raja y se quedó dormido. Bueno, vista las circunstancias tuve que apechugar: era tarde, hacía frío y… me comporté verdaderamente como un weón vaca, pero que diablos, no soy de fierro y al final la carne es débil y se la comen los gusanos…

Finalmente debo agregar que en reiteradas ocasiones a la consulta se me respondió con un rotundo “escoba”… Lo dejo de manifiesto y así evito que un weón vaca vaya a efectuar algún comentario similar, ahora bien, si igual lo hace, indudablemente cambia de estado, pasando a ser un weón chuchesumadre.

Un abrazo

Danilo Vidal Barrera

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