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Cultura

11 de Julio de 2009

El Rumpy estrena película y defiende la píldora: “Soy partidario de quemar la catedral con todos los curas adentro”

The Clinic
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POR MACARENA GALLO
El próximo jueves 9 de julio estrena en todo Chile “Grado 3”, una comedia más donde abunda el sexo hecho a la chilena. Acá el Rumpy -su director- habla del filme, y también de la píldora, de cómo culean los jóvenes hoy y de cuando él mismo culeaba en el Forestal. Además, nos saluda en nuestro número 300: “ Me gusta mucho cuando THE CLINIC se va en volada”, asegura.

¿Cómo surge el proyecto de chilenizar la película gringa “Young people fucking”?
-Esta película me la ofrecieron para dirigirla. La vio uno de mis socios, Carlos Hansen, en el Festival de Toronto y me dijo que había que hacer una versión latina. A mí me la mostraron sólo para que la dirigiera, pero después la tuve que ver y ahí me metí más.

La original es una comedia más romántica.
-Es media rara, media cuica. Es divertida, los guiones son entretenidos, pero está mal filmada. Está hecha con varias cámaras, una cosa media rara. Nosotros hicimos varios procesos para llegar al resultado nuestro.

¿Quiénes?
-Nos juntamos con el Mateo Iribarren, que hizo toda la chilenización, en conjunto conmigo. Además, nosotros sacamos una historia de la película y la cambiamos por una nuestra, donde actúa Fernando Farías.

Tus películas suelen ser criticadas por la abundancia de clichés. ¿Ésta en qué se diferencia de las anteriores, o sigue la misma línea?
-Ésta está hecha para cagarse de la risa, me metí en hacer reír y en que todo fuera en ese sentido. Seguramente, y ojalá, caiga en clichés.

¿Por qué?
-Para que la gente se sienta identificada. La película no es perfecta y no pretende serlo. Solamente pretende hacer reír y que a la gente, cuando la vea, le den ganas de hueviar y también de culear, jajaja. No es para provocar emociones y llorar. ¡Esa hueá no!

CULEANDO EN EL PARQUE FORESTAL

Tú llevas harto tiempo trabajando con el tema del sexo en la radio. ¿Has notado algún cambio en la mentalidad del chileno? ¿Son más abiertos o siguen siendo cartuchos en la cama?
-Ahora el escándalo está situado más lejos, aunque yo no me escandalizo con nada. Para que quede la cagada, tiene que ser una cagada más grande que antes, digamos.

¿Cómo?
-Porque antes era como: “ayyy, salió un maricón al aire”, mientras que ahora es como: “chucha, se está comiendo a la mamá y a la hija”. La barrera del escándalo está más al borde, pero en general las mujeres no han inventado otro hoyo ni los hombres se han hecho otro. Las cosas siguen siendo las mismas.

¿Te llaman también pendejos calientes a la radio?
-Llama de todo. Poco pendejo, eso sí.

¿Qué te llama la atención de sus llamados? ¿Qué te dicen?
-Puta, no me acuerdo. Me llaman tantos… No sé, hueón, yo no tengo por qué saber eso. Yo hago un puto programa de radio y tengo que preguntar por dónde culean y eso tú crees que me interesa. Yo no sé de todo.

Pero eres una especie de profeta del sexo…
-Yo no analizo. No soy sicólogo. No me voy pensando para la casa en la gente que me llama. ¡Me importa una mierda! No es mi tema. No sé, habrá otro hueón que estudie y que mirará mi programa para investigar más… Pero yo no soy la esponja de la hueá, además me parecen reflexiones bastante inútiles. Me cargan esa hueá de aterrizar a los jóvenes diciéndoles que son más calientes que antes…
Pero ahora hay una mayor erotización de los pendejos con todos estos programas como Yingo…
-No creo que haya una mayor erotización de los pendejos, porque yo a los quince años andaba vuelto loco con las minas y me corría la paja todo el día igual que ahora. Entonces no veo algo muy diferente.

Pero antes no se veía a los pokemones teniendo sexo en el Forestal…
-Yo culiaba en el Parque Forestal. No es nada nuevo. Lo único nuevo es que tienen unos peinados raros, pero sí es así, yo también tenía unos peinados raros. Para qué cargarles la mata tanto. En todo caso no veo Yingo ni nada de televisión. No sé si erotizan esos programas. Así que no cacho.

Pero sino basta con salir a la calle y mirar la publicidad…
-Mmmm, no sé… Me sorprende la poca noción de los pendejos eso sí.

¿A qué te refieres?
-Creen que tener sexo con una mujer es lo mismo que salir a tocar timbres. Un juego de adultos. Nada más. Es muy serio que queden embarazadas de uno y de otro, que los pendejos queden botados y que digan que “éste es mi tercer hijo con un papá diferente y voy a cumplir 21 años”. Yo entonces digo: “chucha, ¡esta hueá no es webeo!”. Eso es lo que me sorprende.

“QUEMARÍA LA CATEDRAL”

¿Quién tiene la culpa de eso? ¿la poca o nula educación sexual?
-No es solamente culpa del Estado o de la iglesia católica, sino de mis propios intereses.

¿Por qué?
-Porque si quiero investigar sobre sexo, voy y lo hago. Pero los pendejos saben más de grupos de rock que de cómo evitar un embarazo, ¿cachai? Con o sin campañas de sexo, igual van a haber pendejas embarazadas y pendejos pasteles. Eso no va a cambiar nunca. Lo que encuentro más preocupante de que los hueones culeen en el cerro, lo que encuentro preocupante es cuántos orgasmos tienen esos hueones, si es que esas minas acaban o los hueones tiran el moco y se van. De eso habría que preocuparse más que dónde lo hagan o a la vista de quién o de las estadísticas. Porque siempre va a existir eso.

Pero algo se debe hacer.
-La Iglesia no va a cambiar. Yo sería partidario de ir y quemar la catedral, hueón, con todos los curas adentro. Eso hay que hacer, para evitar que salga un cura diciendo que prohíbe las pastillas. ¡Váyase a la chucha! ¿me entendis? ¡Váyanse a la concha…! Me parece terrible que se haya prohibido la píldora del día después, es una de las cosas que avergüenzan a un país, ¡es patético que sólo los ricos puedan acceder a comprarla y los pobres no!

Un cinismo tremendo.
-Éste es un país para avergonzarse. Es un país doble estándar, un país que avala la mentira. Me parece terrible. Si la mujer quiere seguir con su huevo frito en la raja, qué siga, pero si hay otra que no quiere, ¡qué cague su huevo frito pa afuera! Nadie la puede obligar.

“THE CLINIC DEBIERA SER DIARIO”

Por último, cumplimos 300 números, ¿qué piensas de The Clinic?
-A mí me gusta THE CLINIC. Lo leo, lo comparto con los demás. Que sea semanal me parece poco, debiera ser diario. Es necesario en el prisma, en el color, que viene a poner en la prensa escrita chilena bastante vergonzosa. El nivel de colores que tiene en la paleta, es bastante agradable y coloca un contrapunto interesante. Me gusta mucho cuando THE CLINIC se va en volada y se manda cagazos porque no todo tiene que ser correcto. Me gusta que sea pasado pa la punta y que se coloque la capa de súper héroe para encontrar la verdad, ¡me encanta!

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