Juan Carvajal, ex director de Comunicaciones de Bachelet: “Vamos a ver cómo le va en apoyo a Piñera”

POR JORGE ROJAS G. • FOTO: ALEJANDRO OLIVARES
Es de los hombres más cercanos a Michelle Bachelet y de los que más saben cómo funcionan los gobiernos. Sus acertadas recomendaciones en los momentos de crisis hicieron que la ex Presidenta terminara su período con un histórico 84% de popularidad. Hoy, fuera del gobierno, habla por primera vez de su rol, de lo mucho que les costó imponer un nuevo estilo, de la derrota de la Concertación y explica cómo fueron las últimas semanas en el gobierno.

La elección de la ex Presidenta Michelle Bachelet fue quizás la más revolucionaria de la historia de Chile: fue la primera mujer en llegar al poder y lo abandonó con la más alta popularidad de todos los tiempos. Pero al poco tiempo de asumir, las críticas comenzaron. Los reclamos venían de la Concertación y se le achacaba la diferencia de estilo con su antecesor Ricardo Lagos, muy distinto a la impronta que ella quería imponer. Pero los resultados llegaron y lo hicieron de la mano de Juan Carvajal, quien reconoce que el proceso fue bastante mágico. No niega que detrás de eso existió una estrategia, como en prácticamente todo fenómeno. Pero en el caso de la Presidenta, dice Carvajal, lo fundamental era siempre ella.

¿Hubo alguna idea tuya de blindarla?
No, se hicieron muchas especulaciones, pero eso no fue así. La presidenta ejerció un rol de conducción en el país muy omnipresente y una de las claves de su posicionamiento es que siempre le dio la cara a los problemas. No es común, y ella lo dijo en una cadena nacional al hablar del TranSantiago, que la propia presidenta se pare frente al país y diga que no se han hecho las cosas bien. Además los períodos más depresivos que tienen los liderazgos son cuando entra el invierno y las de alzas son en primavera y verano.

¿La popularidad de los liderazgos varía con las estaciones?
Influyen mucho. En el invierno tenemos desempleo, inundaciones, problemas de salud y la gente se recluye más en su hogar, pero viene el período de primavera y entramos en situaciones de mayor celebración, está el 18 de septiembre, la navidad y el año nuevo.

Para el conflicto con los pingüinos muchos le criticaron que no hablara.
Un Presidente de la República no debe y no está obligado a hablar sobre cualquier cosa. Cuando el Presidente habla es por una sanción, es una de las últimas palabras. Para eso está el cuerpo de ministros y esa visión no sólo es injusta, sino que es incorrecta. Los presidentes hablan en los momentos que son necesarios para referirse a cosas sustantivas y la Presidenta lo hizo en una cadena nacional en la que tomó medidas.

Ella es carismática y cercana, ¿pero quién se dio cuenta que ese es el capital político que tiene?
Eso quedó en evidencia antes de llegar al gobierno. Ella se ganó un espacio con esas características como ministra de Salud. Cuando le pusieron los noventa días de plazo fue tan evidente el cariño que la gente se organizó y le decía al presidente Lagos que no echara a la ministra Bachelet. Ahí se empezó a desarrollar ese fenómeno.

Y tú llegaste y dijiste esta es la veta que hay que explotar.
No, tampoco. Cuando ella era ministra yo era asesor del ministerio de Salud y la conocía de esos años así que no era necesario decirlo, había que implementarlo.

Eso era lo que había que explotar.
Es que nunca he pensado que en comunicaciones hay que explotar algo. Yo prefiero verlo como que en materia de liderazgos hay potencialidades y hay que darles espacio para que se expresen, como pasó en la última campaña presidencial. El ex presidente Frei es un estadista y cuando se expresó como tal logró apoyos que antes no tenía. No lo miro en el sentido publicitario porque no creo que estemos explotando un producto.

¿Pero cuánto de la popularidad que hoy tiene la presidenta es de marketing y cuánto de capacidad política?
La popularidad que la presidenta tiene hoy no tiene nada de marketing. Tienes una persona que en su dimensión de liderazgo la gente la pudo conocer y aquilatar desde las situaciones difíciles que le tocó enfrentar hasta la grandeza de implementar políticas como la reforma previsional. Creo que la valoración que hay sobre ella es la valoración de la gestión que se desplegó con toda sus capacidades.

LA DERROTA

¿Por ese tipo de liderazgos no descuidó demasiado a la Concertación y los partidos? Al final la Presidenta nunca pudo traspasarle al candidato el apoyo que había logrado.
Es que son procesos distintos. Este fue el cuarto gobierno de la Concertación, pero pese a que los mensajes del tipo de liderazgo que andaba buscando la gente fueron súper claros, cuando fue el momento de elegir al candidato optaron por un estadista.

¿Hubo un error de lectura de los partidos para saber lo que la gente quería?
No sé si de lectura o fue un resultado inevitable de la realidad que tenían los partidos. Pero siempre se encuentran líderes cuando uno quiere y era evidente que la gente estaba mucho más conectada con otro tipo de liderazgos. Eso explica por qué MEO tuvo esa explosión y eso no habría ocurrido si el proceso de la Concertación hubiese pasado por la emergencia de liderazgos más acordes con lo que representó Bachelet.

EL TERREMOTO

¿Tuvieron muchos problemas comunicacionales con el terremoto en la última semana del gobierno?
No, acá lo principal era dedicarse a la emergencia y hacer lo que corresponde. Pensar en problemas comunicacionales es pensar en cómo uno hace un diseño comunicacional en una emergencia y creo que sería demasiado mezquino pensando en este caso. A lo que nos dedicamos como gobierno fue a tratar de hacer las cosas bien y en lo que se refiere a la comunicación con la ciudadanía, a tratar de explicarle a la población todo lo que estaba ocurriendo.

Se dijo que no quisieron sacar a los militares a tiempo por la imagen de la Presidenta.
Eso no es cierto. Estás hablando de una presidenta que fue ministra de Defensa, que tiene un magíster en Defensa, que estudió en Estados Unidos junto a los militares, que se crió en poblaciones militares, que tiene una mentalidad absolutamente afín y familiarizada con esos hechos.

Lo preguntaba a propósito de una nota de El Mercurio. Te culpaban a ti y a Rodrigo Peñailillo.
Es cierto, pero lo que te acabo de decir vale para eso: no voy a ser yo el que la asesore en una materia en que ella es mucho más especialista que yo. No me consultaron, ni a ninguna de las personas que está mencionada, porque además no era necesario. La presidenta tenía todos los antecedentes adecuados para tomar la decisión y esa no fue una decisión que se tomó sola además. No tenemos nada que ver nosotros ahí.

PIÑERA

Las seis vocerías de Piñera, ¿no dificultan el trabajo de la vocera?
A mí no me corresponde ahora que acabamos de dejar el gobierno, evaluar lo que está haciendo el gobierno de Piñera. Lo que sí te puedo decir es que más bien la emisión de un mensaje gubernamental siempre va a ser más complicado si uno hace demasiadas vocerías. Pero eso ya no es un problema mío, ya no es mi pega, digamos. Entiendo que en el trasfondo de la inquietud de hablar con la prensa está, y quiero pensarlo así, la necesidad de informar sobre cómo se están enfrentando las cosas. Fíjate: se apagó la luz en casi el 90% de la población y toda la gente estaba con mucho pánico, con mucho susto, quería información, información clara y responsable de por qué ocurría. Y creo que eso lo vamos a vivir por muchos meses más. Eso fue lo que enfrentamos y eso fue la necesidad y esa es la necesidad que está enfrentando el gobierno de Piñera.

Ahora, hubo muchas críticas a cómo enfrentó el gobierno el apagón. Claro, están recién asumiendo y es la primera crisis. Pero a la Presidenta la criticaron mucho.
Bueno, alguna vez en una entrevista dije que otra cosa es con guitarra y creo que ahora se va a empezar a notar lo difícil que es actuar en política y en gestión gubernamental en estas circunstancias. Y lo único que espero es que salgamos luego de esta emergencia y creo todo lo que se pueda apoyar en eso está bien. Pero también me parece que no es conveniente a un gobierno que recién está empezando, que tiene pocos días, uno empiece a enjuiciarlo si habló mucho, si habló poco. Ya llegará un tiempo de verdad para evaluar. Creo que hay que ser responsable en esto y quiero dar el ejemplo.

¿Cuál es el rol de la Concertación hoy?
Bueno, está la tarea de rearmar la oposición y creo que en eso va a haber un período de tiempo que habrá que transitar y me parece que los partidos políticos están en esa misión. La oposición tiene que ser cuando existan razones para hacerla. Hoy lo primero es una tarea nacional.

¿No es el momento para diferenciarse?
Hoy, no. A no ser que haya algún proyecto de ley que no contemple adecuadamente los intereses de todos los sectores.

EL DÍA DESPUÉS

Lagos cuando dejó el poder optó por no entrar en política. ¿Es lo que debe hacer Michelle Bachelet, o eso fue un error de Ricardo Lagos?
No soy nadie para opinar lo que tiene que hacer un presidente, un ex presidente. Creo que lo que está impuesto para cada personalidad, cuando ocurren hechos de esta naturaleza en que dejan de ser un personaje tan protagónico como es el Presidente, es naturalmente alejarse de la cotidianeidad y de la coyuntura. No veo que sea distinto. Ahora, ¿qué va a hacer Bachelet en relación a Lagos? No sé, creo que es muy prematuro decirlo.

Pero la Concertación reconoció que fue un error en cierta forma el que Lagos…
No creo que fuera eso, creo que hubo una campaña para destruir su imagen. Más importante fue que se orquestó una campaña para desacreditarlo y bajarlo como alternativa, que lamentablemente tuvo éxito. Y es algo que se podría esperar en el caso de Michelle Bachelet.

¿Y cómo se tiene que cuidar ella para que no funcione este plan de destruir?
Creo que ella no tiene muchas alternativas personales pero sí creo que va a tener a toda la Concertación, de hecho a todo lo que fue el cuerpo gubernamental, decidido a defenderla si hay cualquier intento por desacreditarla.

¿No te haces cargo de los comentarios que dicen que la convertiste más en una reina que en una Presidenta?
Bueno, esto de la reina apareció hace poco. Ella ha sido una gran Presidenta. El otro día, Piñera dijo que él no iba a reinar. Me pareció una crítica gratuita, un poquito inadecuada cuando lo que se quiere es la unidad nacional. Porque a lo único que llama eso es a que uno responda. Espero que no se repita porque la verdad es que él está empezando un gobierno y vamos a ver cómo lo termina y qué es lo que se dice después, qué nivel de apoyo tiene. Cómo le va, en definitiva.

Cuando la presidenta gozaba de poca popularidad, Pato Navia escribió una columna que se llamaba Las culpas de Juan Carvajal.
Ah, sí.

¿Cuáles fueron las culpas de ese peor momento?
Yo no me hago cargo de lo que diga Patricio Navia. Él ha dicho eso y ha dicho montón de otras cosas. Así que paso.

¿Pero tus culpas, como una autocrítica?
No sé por qué tengo que asimilar alguna culpa. Mi trabajo fue hacer comunicación en el gobierno y creo que cumplí adecuadamente. Las cosas se miden por los resultados, así que sinceramente no me hago cargo de lo que diga Patricio Navia. No he leído ninguna columna de Patricio Navia que diga los éxitos de Juan Carvajal o los aciertos de Juan Carvajal.

EL FUTURO

¿Hay algún proyecto de medio de comunicación concertacionista?
Que yo haya escuchado, no.

Cuáles son tus proyectos.
Por ahora, ninguno en específico. Me estoy reponiendo de largos cuatro años. Cansadores cuatro años.

¿Como crees que será recordado el gobierno de la Presidenta?
Creo que va a ir creciendo en la memoria histórica en la medida que las cosas vayan encontrando su lugar natural. Ella terminó con una popularidad extraordinaria; el gobierno, con un prestigio grandísimo. La alternativa que la gente escogió en Piñera ahora vamos a verla cómo se da prácticamente. Y creo que es muy probable que de aquí a que termine este gobierno, la Presidenta Bachelet sea un factor muy presente y muy actual.

O sea que depende de cómo Sebastián Piñera…
No, me estás preguntando sobre Bachelet, no sobre el gobierno.

Por eso pregunto por el gobierno.
Mucho mejor que ahora, porque creo que por mucho que espero que la reconstrucción y todo resulte bien, creo que en la medida que pase el tiempo va a quedar claro que la Derecha no es una alternativa buena para los chilenos y va a quedar claro que lo que hizo este gobierno fue un cambio social y político profundo en beneficio de las grandes mayorías.

Crees que la Derecha no gobierna ocho años.
No. No soy pitoniso. Creo que lo más probable es que no y espero que no.