Mina San José: Woodstock

FOTO: Alejandro Olivares

Llegamos hoy a eso de las 2 de la mañana. La imagen ya era impresionante: un campamento de motorhomes como nunca antes hubo en Chile. No sabía que existían tantas disponibles en nuestro país. Encontramos un espacio al lado de dos deshabitadas carpas e instalamos campamento. Cerca de las 4 nos fuimos a dar una vuelta hasta la barrera que impide el paso a la zona donde trabajan los que de verdad trabajan en este lugar, sacamos unas fotos y a dormir. Nos despertó temprano un productor que trabaja para los japoneses el canal NHK, quien reclamaba soberanía sobre nuestro territorio. Dijo que las carpas del Clinic estaban donde tenía que instalar un satélite. Partió amable pero ante nuestra negativa subió el tono y la urgencia de sus requerimientos. La mirada poco amistosa del fotografo Alejandro Olivares, la posibilidad de aparecer en nuestras páginas con algún photoshop humillante y la negativa de carabineros de entrometerse a negociar en el conflicto lo hicieron cambiar de opinión. Al final, amigos. Sólo gajes del oficio. Fue lo más emocionante de una mañana en un lugar donde la relación entre gente que trabaja en medios de comunicación y resto del mundo debe ser de 30 a 1.
Este es por lejos el plantón más grande en la historia de nuestro periodismo. Un Woodstock de la prensa. Nadie corre ni se alborota. Todo está ordenado, la incertidumbre sobe el final se ha reducido y recién viene un dejo de angustia cuando se toma conciencia que bajo nuestra placidez hay 33 hombres atrapados y desesperados por escapar del hoyo. Es una gran noticia con poco relato. No hay manifestantes ni bombardeos ni cambios bruscos en la información. Sólo queda esperar. “Llegó don Francisco”, me avisa el periodista Claudio Pizarro, mientras se prepara una sopa Maruchan para el almuerzo. Puede que sea lo más importante del día.