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Poder

19 de Agosto de 2011

Corte de San Miguel ordena procesar a siete carabineros por homicidio en los hornos de Lonquén

Los ministros del tribunal de alzada Claudio Pavez, María Teresa Díaz y Marta Hantke, estimaron que los hechos son imprescriptibles e inamnistiables, ya que por su “naturaleza, modalidad y circunstancia... deben ser interpretados como crímenes de lesa humanidad”. La resolución afecta al capitán (R) Lautaro Castro y a los carabineros, Juan Villegas, Félix Sagredo, Manuel Muñoz, Jacinto Torres, David Coliqueo, José Belmar y Justo Romo, todos en calidad de autores del asesinato de 15 personas ocurrido el 7 de octubre de 1973 y cuyos restos fueron hallados en noviembre de 1978.

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La Corte de Apelaciones de San Miguel ordenó someter a proceso a siete ex carabineros por el homicidio de 15 personas en el caso de “Los Hornos de Lonquén”.

La decisión del tribunal de alzada afecta al capitán (R) Lautaro Castro Mendoza y a los carabineros, Juan Villegas Navarro, Félix Sagredo Aravena, Manuel Muñoz Rencoret, Jacinto Torres González, David Coliqueo Fuentealba, José Belmar Sepúlveda y Justo Romo Peralta, todos en calidad de autores del delito de la muerte de los quince detenidos el 7 de octubre de 1973.

La resolución contó con el voto de los tres ministros de la Cuarta Sala Claudio Pavez, María Teresa Díaz y Marta Hantke.

“Que del estudio de los antecedentes reunidos en este proceso, aparece que la naturaleza, modalidad y circunstancia de los hechos, deben ser interpretados como crímenes de lesa humanidad y en tales condiciones y atendido el estado actual de la investigación no es procedente aplicar prescripción, amnistía o media prescripción atendido que, como se dijo, se trata de hechos que caben dentro de la consideración internacional que se designa como crímenes de lesa humanidad”, señala el documento que publica The Clinic Online.

De esta manera, los ministros revocaron la decisión adoptada por su colega Héctor Solís, quien había rechazado encausar a los ex policías con un breve “no ha lugar”, solicitud formulada por los abogados Nelson Caucoto y Francisco Ugas del Programa de Derechos Humanos del Ministerio de Interior.

Las víctimas -de entre 17 y 51 años- según la información contenida en el Informe Rettig, fueron Sergio Maureira Lillo y sus cuatro hijos, Rodolfo Antonio, Sergio Miguel, Segundo Armando y José Manuel; Oscar Hernández Flores y sus hermanos Carlos y Nelson; Enrique Astudillo Alvarez y sus dos hijos Omar y Ramón; y los cuatro jóvenes Miguel Brant, Iván Ordóñez, José Herrera y Manuel Navarro.

De acuerdo al proceso judicial -que en su oportunidad sustanció el ex ministro Adolfo Bañados- la última vez que se les vio con vida fue en la Tenencia de Carabineros de Isla de Maipo, dirigida por Castro Mendoza. Bañados se declaró incompetente y traspasó la investigación a la Justicia Militar que en 1979 procesó a los ex uniformados y les aplicó la Ley de Amnistía.

Negra inspiración

La historia del caso Lonquén, el mismo que inspiró uno de los capítulos de la serie de TVN “Los Archivos del Cardenal”, comenzó el 30 de noviembre de 1978 cuando la Vicaría de la Solidaridad, en esos años a cargo de Cristián Precht, reunió a un grupo de personas para verificar la información de un lugareño que aseguraba haber encontrado osamentas en las minas de cal abandonadas en la zona de Talagante.

Ese mismo día se dirigieron al lugar el propio Precht, el obispo auxiliar de Santiago Enrique Alvear, Javier Egaña, entonces secretario ejecutivo de la Vicaría junto a los abogados Alejandro González, Máximo Pacheco y los periodistas Jaime Martínez (director de Qué Pasa) y el subdirector de Hoy, Abraham Santibáñez.

Los integrantes del grupo, al volver a Santiago, presentaron una denuncia ante la Corte Suprema. Su presidente Israel Bórquez designó a la jueza del crimen de Talagante, Juana Godoy para que verificara la información.

La magistrada decidió trabajar con la PDI, pero no esperó a que los efectivos llegaran y partió al lugar junto al sacerdote Gonzalo Aguirre y al fotógrafo Luis Navarro. La Vicaría, según el sitio Memoriaviva, contrató a una empresa constructora para remover la tierra. Pasaron tres días y la escena dantesca estuvo a la vista de todos.

“Trozos de cráneos amarillentos, con huellas de cuero cabelludo; pelos sueltos, negros; ropas desgarradas en las que se reconoce un blue jeans, un chaleco de hombre”, así dejó plasmada la imagen el propio Santibáñez en un artículo que apareció publicado en el libro La Memoria Prohibida.

Debido a la gravedad de los hechos, el Pleno de la Suprema decidió nombrar, el 6 de diciembre de 1978, al ministro del tribunal de alzada capitalino Adolfo Bañados Cuadra para que investigara.

Cuatro meses más tarde Bañados decidió declararse incompetente y pasó los antecedentes a la justicia militar, no sin dejar establecido que las víctimas habían fallecido por impactos de bala atribuibles a Carabineros del lugar.

Ironías de la vida, la entonces jueza Godoy funge hoy como la jefa de la Secretaría Civil de la Corte de Apelaciones de Santiago y sin duda muchos no saben que fue la primera miembro del Poder Judicial que encontró a las víctimas -que hasta ese momento- figuraban como detenidos desaparecidos.

Y Bañados, en 1994, sería el encargado de condenar a 7 y 6 años respectivamente a Manuel Contreras y Pedro Espinoza, jefe y subjefe de la DINA, como autores intelectuales del homicidio del ex Canciller Orlando Letelier, ocurrido en Washington en 1976.

Revisa más casos en el sitio www.casosvicaria.udp.cl

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