Bomberos posan cagaos de la risa junto a casas ardiendo

Fuente: Vice

Idan Hayosh nació en Tel-Aviv hace 33 años, antes de mudarse a Ámsterdam, donde ahora vive y trabaja. Después de terminar sus estudios de fotografía se convirtió en artista, un trabajo que le permite sobrevivir y coleccionar premios locales e internacionales conocidos por del 99% de la gente: hace instalaciones con ventiladores, scooters, paneles solares y, si tiene un par de minutos, pesca fotos de internet para hacer libros.

A finales de 2011 se publicó Fire Guys, testimonio de su impresionante colección de fotos de bomberos posando dignamente delante de casas incendiadas. Es un trabajo espectacular, tanto como para que hayamos tenido ganas de hablar con él sobre estos tipos risueños posando al lado de incendios monstruosos, y de preguntarle cómo casi se carga a un güey con unos fuegos artificiales.

Hola, Idan. ¿Cómo surgió esa idea de reunir fotos de bomberos?
Idan Hayosh: Siempre me ha parecido natural coleccionar fotos; lo hago desde siempre y le dedico horas y horas. Las imágenes que colecciono suelen ser el punto de partida de mis creaciones. Y, en septiembre de 2011, me topé con una foto de una brigada de bomberos alejándose de la carcasa humeante de un coche. Acababan de apagar el fuego. La tensión en las caras de los bomberos mientras se alejaban de la escena –y la posibilidad de que la humareda se transformase en llamas– es lo que se convirtió en el punto de partida de mi trabajo Fire Guys.

¿Dónde has encontrado esas imágenes y, sobre todo, cuánto tiempo has tardado en reunirlas todas?
Todas son de internet, principalmente de páginas de noticias regionales, de asociaciones de bomberos, de forums y plataformas de intercambio de fotos. La operación no me llevó más de tres días.

Ok. Tenías una colaboradora, ¿no es así?
En efecto. He trabajado en estrecha colaboración con Corina Künzli, quien ha correalizado el libro y me ha ayudado a seleccionar las imágenes para que cada una entrara en el concepto y en la concepción del proyecto.

¿Has escogido estas imágenes debido a su procedencia común? Parece que los bomberos que presentas son estadunidenses.
Sí, pero es pura coincidencia. Lo que yo busco es un impacto visual, imágenes que rápidamente te susciten una emoción. Coleccionar tal número de imágenes es comparable a bucear a pulmón libre: intentamos retener cada imagen interesante que vemos. No conservo las referencias de todas esas fotos. Creo que si sabemos demasiadas cosas de una foto se pierde la emoción que esta procura.

Ya veo. Imagino que me dirás lo mismo acerca del momento en que fueron tomadas.
Eso es, no tengo ni idea. Simplemente me dejé llevar y busqué nuevas fotos: en resumen, es como combinar varias palabras clave en un motor de búsqueda y recuperar todos los resultados.

¿Es una tradición que los bomberos se tomen fotos delante de casas en llamas?
Es algo así como una moda, basta echar un vistazo a la cantidad de fotos que he encontrado. También se hace en muchos otros grupos sociales. Por ejemplo, los pilotos posan delante de sus aviones, los futbolistas delante de un estadio, los estudiantes delante de las mesabancos. Todas estas fotos de grupo representan una idea que los liga a un objeto o a un territorio. Aparentemente, para los bomberos ese lazo es, a menudo, un incendio.

¿Por qué lo hacen? Dudo de si lo hacen por la “gloria” o para “cotorrear”.
He ahí la cuestión. Me parece que todos los bomberos tienen un espíritu de pirómanos sadomasoquistas.

Siempre he sabido que estos tipos eran unos cabrones de verdad.
Si miras bien las fotos verás que todos están sonriendo. Quizá sea una risa verdaderamente sádica. Eso te deja realmente desconcertado. No sé cuáles son sus verdaderas motivaciones… y, por otra parte, prefiero no saberlo.

¿Has presenciado ya un accidente pirotécnico?
No, pero he trabajado con herramientas que consumen mucha electricidad y son, por lo tanto, peligrosas. Más recientemente he empezado a trabajar con fuegos artificiales. El año pasado fui a Bélgica a trabajar en un proyecto en el que tuve que colaborar con un pirotécnico: quería que le ayudase en un espectáculo que incluía efectos pirotécnicos en el exterior y especialmente, llamas. De pronto me encontré delante de decenas de botones que había que apretar para activar tal o tal llama mientras él se encargaba del espectáculo para el público, que también incluía herramientas pirotécnicas.

Imagino que fue un desastre.
Hubo un momento en el que activé una llama pensando que el actor saldría por la izquierda, pero me equivoqué y salió por la derecha. La llama le pasó a dos centímetros de la cara. Fue una cagada por mi parte. Al final del espectáculo me dijo que le habían encantado todas mis “improvisaciones”, pero yo estaba traumatizado, jamás volveré a hacer algo así.

¿Qué lazos tienes con los bomberos en general? Es la típica profesión a la que todos los niños se quieren dedicar.
Los admiro mucho y los respeto. Creo que es un modo de vida digno y esencial. Es algo habitual y tranquilizador. Sin embargo, no, nunca he querido ser bombero.

¿Cuál es tu foto preferida de entre todas?
Yo diría que nuestros dos “éxitos” más grandes están en la doble página: el grupo de tipos que sonríen felices delante de una casa blanca. Ellos están adorables pero las enormes llamas de fondo hacen que la escena sea completamente absurda. La otra es aquélla en la que unos bomberos posan mientras otros lanzan agua para apagar un incendio inmenso justo detrás de ellos.

Me dijiste hace poco que coleccionas muchas imágenes. Debes tener un montón de ideas para otras publicaciones.
En lo que respecta a las colecciones de fotos, si nuestras finanzas lo permiten, Corina y yo tenemos el proyecto de publicar tres libros más del mismo estilo que este de los bomberos. El primero se centrará en azafatas que posan al lado de los enormes motores del avión.