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Opinión

26 de Marzo de 2013

Daniela Rodríguez: “Se quiere construir un personaje ficticio que tiene todas las características de un terrorista peligroso”

Daniela Rodríguez, la esposa de Hans Niemeyer, el sociólogo que permanece prófugo desde el 7 de diciembre de 2012, decidió hablar con la prensa para terminar con la imagen que según ella se está construyendo de su pareja. Dice que estos tres meses que estuvo con él viajando por Chile le sirvieron para que el hijo de ambos pudiera compartir con ellos como familia y para demostrar que Niemeyer está en el país y no escondido en un búnker ni recibiendo ayuda de anarcos europeos como se ha dicho.

Pablo Basadre
Pablo Basadre
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Daniela Rodríguez, la pareja de Hans Niemeyer Salinas, se encontraba en Plaza Ñuñoa horas antes de que el sociólogo entregara ayer una declaración a radio Biobío e hiciera un contacto telefónico para criticar a la fiscalía y al Ministerio del Interior por los dos allanamientos que afectaron a su madre en estos días.

Niemeyer fue detenido el 30 de noviembre de 2011 luego que estallara una bomba de ruido en una sucursal del Banco BCI en la comuna de Macul. Según se informó esa noche, la bomba se escuchó a cuatro cuadras a la redonda.

Funcionarios de la Brigada de Investigación Criminal de Macul, que patrullaban por el sector, según la versión policial, detuvieron a Niemeyer cuando se desprendía de una polera y un par de guantes.

En el comunicado de prensa que entregó Niemeyer ayer, quien está prófugo de la justicia desde el 7 de diciembre de 2012, reiteró que no aceptará los cargos que se le imputan: la bomba a la sucursal del BCI además de la construcción de otros artefactos que estallaron en el memorial al senador UDI Jaime Guzmán, en un poste de electricidad en Las Condes y en una automotora. También insistió en que las acusaciones se basan en “mentiras y conjeturas” y criticó duramente al ministro Andrés Chadwick. El texto lo firmó así: “Desde un lugar del país, moralmente entero y burlando a la policía, se despide… Hans Felipe Niemeyer Salinas”.

Daniela, que lo vio por última vez el 10 de marzo pasado, confiesa que tiene miedo. Pese a que Hans le dijo que tenía que ser fuerte, las últimas semanas han sido difíciles. Dice que los allanamientos y su hijo de dos años pronunciando la palabra “papá”, le han puesto todo cuesta arriba. Daniela afirma que teme por futuras represalias y por el comportamiento que los policías tendrán el 6 de mayo próximo, día en que se iniciaría el juicio en contra de Niemeyer. El mismo día en que Daniela se encontrará con Hans nuevamente luego de pasar tres meses con él recorriendo Chile.

“El tiempo que pudimos estar juntos fue muy importante. Mi hijo sólo había aprendido a decir mamá, pero ahora dice papá y pregunta por él. Yo le digo que su papá está de viaje”, explica a The Clinic Online.

-¿Por qué decidiste hablar con la prensa?
Porque se quiere construir un personaje ficticio que tiene todas las características de un terrorista peligroso con el fin de dar una señal de eficiencia y de enmendar lo que no se ha podido probar todavía. Y para construir ese personaje nos tienen en una situación de vulnerabliidad absoluta. Hans se ha sentido congelado, en una situación donde no podemos hacer nada. Siempre hemos dado todas las señales de que nosotros queremos llegar al juicio, pero en este proceso el camino se ha visto totalmente accidentado.

Daniela aún recuerda el día que Hans cayó detenido. El 30 de noviembre de 2011 habían acordado comer juntos un plato vegetariano. Daniela había cocinado durante la tarde mientras cuidaba a su hijo y Hans llegaría después del trabajo. Pero no llegó. “Cuando recibí la noticia estaba en el departamento que compartíamos con Felipe (ella lo llama por susegundo nombre) en un sector de Grecia. Cuando me llamó mi mamá, apagué el teléfono y me afirmé en un mueble de la cocina… después me comuniqué con mi suegra y comenzamos a hacer gestiones para ubicarlo y saber cómo estaba”.

Desde ese minuto, recuerda Daniela, se desarmó todo: “Tuvimos que entregar el departamento donde vivíamos porque yo había tenido a mi hijo y no estaba trabajando. Era Felipe quien mantenía la casa. Fue terrible deshacer el hogar que habíamos formado. Resulta que este era un terrorista que trabajaba, pagaba un arriendo y cuentas”.

El trekking

El 7 de diciembre de 2012 junto a Daniela, Hans tomó la decisión de no presentarse a la audiencia que revocaría su arresto domiciliario por prisión preventiva. Niemeyer piensa hasta hoy que se trataba de una situación ilegal debido a que su juicio estaba suspendido. Ese día junto a Daniela y su hijo pequeño decidieron viajar y pasar un tiempo como familia.

-Cuéntame sobre la decisión de este viaje que hicieron junto a Hans y tu hijo
Cuando pasó todo mi hijo tenía 8 meses, hoy tiene dos años y no habíamos podido compartir juntos. Hans, por ejemplo, nunca ha estado con él en su cumpleaños. Y la única manera de hacer esto, era salir del domicilio. Fueron días emotivamente intensos, pese a que estábamos viviendo momentos de “libertad”, sabíamos que eso tenía un final.

Daniela dice que los tres meses junto a Hans en la clandestinidad en algo ayudaron a olvidar la imagen de él detenido en la Cárcel de Alta Seguridad. “La primera vez que lo vi fue terrible, me dediqué a llorar, no podía hablar. Era un lugar frío, nos revisaron y nos llevaron por unos corredores como un laberinto en un subterráneo”.

Daniela dice que Hans, como siempre, estaba tranquilo. Le preguntaba por su hijo. Quería estar con él y enseñarle trekking, deporte que le gustaba practicar en sus ratos libres. Por eso, cuando se reunieron nuevamente visitaron un camping y recorrieron senderos. “Estuvimos en distintos lugares, recorriendo Chile junto a nuestro hijo. Íbamos a comprar, tranquilos, no con la actitud de estar prófugos”.

Y agrega: “Nos dedicamos a revivir nuestra vida familiar. Mi hijo decía mamá y no decía papá y tratamos de reincorporar esa vida familiar que perdimos. Felipe pudo escuchar por primera vez que su hijo le decía papá”.

-¿Hubo algún minuto en que se lograron sacar de encima todo lo que estaba pasando?
Sí, pero eran chispazos. Era una felicidad prudente. Caminábamos, recorríamos senderos. A Felipe le encanta hacer trekking, así es que salíamos a caminar. Queremos inculcarle a nuestro hijo el amor que tenemos por la naturaleza.

La despedida

¿Ustedes habían acordado la fecha en que se separarían luego de este viaje?
Habíamos acordado que nuestro tiempo juntos, luego de pasar navidad y año nuevo, terminaba con el cumpleaños de mi hijo. El cumpleaños coincidía con el de mi suegra. Ese era el acuerdo. Por eso te decía que Hans no ha podido estar en ningún cumpleaños de nuestro hijo.

¿Cómo fue tu despedida con él?
Muy triste. Cuando nos despedimos, nos abrazamos y nos dimos un beso. Me dijo que tenía que ser fuerte.

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