Así se financia MEO, el hombre que lidera las encuestas

Me gustaría saber cómo financia su candidatura permanente MEO, dijo a principios de diciembre el diputado de la UDI, José Antonio Kast, tratando de meter al lodo -frase muy usada esta semana pasada- al hombre que se encumbra como la figura política mejor posicionada, a juicio de la ciudadanía.

La interrogante que puso sobre la mesa el gremialista cuando su partido empezaba a hundirse, precisamente en el lodo en medio del caso Penta, cobra más vigencias que nunca luego de que Marco Enríquez-Ominami sea uno de los pocos políticos que sale libre de polvo y paja respecto de la relación perversa entre el dinero y la política, y de que la encuesta CERC-MOri lo ubicara en la primera línea de los posibles presidenciables para 2017.

En ese contexto es que el diario La Segunda publicó este último viernes un artículo que habla de las platas del cineasta.

Un auto-oficina y una estructura política “virtual” es parte del funcionamiento del fundador del PRO. Tampoco tiene oficina propia, misma situación que rige para el PRO, el partido que fundó, y la fundación Progresa que él preside.

Así por ejemplo, el vespertino señala que sus “centros de operaciones” han pasado a ser algunos café capitalinos, como el Tavelli del Drugstore o el Café del Autor de calle Manuel Montt.

MEO- cuenta con un chofer-asistente que lo traslada a sus encuentros políticos y a la radio Universidad de Chile, donde conduce el programa “Cambio de Switch” desde el 2013.

“En muchas ocasiones él conduce mi auto. Tengo múltiples reuniones durante el día, algunas de carácter político, otras de presencia en los medios y también reuniones de mi empresa, y para todos los efectos prácticos, mi oficina es mi auto”, comenta ME-O. “La gente valora liderazgos, no oficinas”.

Dice también que se paga un sueldo de Rivas y Rivas Limitada, la productora que creó en 1998 y se dedica a la exportación, distribución y comercialización al extranjero de proyectos audiovisuales.

El cineasta también junta plata con charlas el extranjero, y las clases que de manera periódica dicta en la Universidad Nacional de Rosario en Argentina y en la Universidad Autónoma de Puebla, en México.

En todo cado, la tarifa de ME-O para estos talleres y clases es uno de los secretos mejor guardados por su estrecho círculo.

“Los derechos de los libros publicados, y muchas de las charlas y clases remuneradas que dicto las gestiono a través de mi empresa. Sé lo difícil que es ser Pyme en Chile”, comenta el ex candidato.

En la última campaña presidencial, MEO aportó de su cuenta corriente personal $7.752.598 millones y pidió dos créditos: uno al BancoEstado por $50.000.000 y otro a CorpBanca por $250.000.000.

“Fue lo máximo que pudimos obtener, y aun así es mucho menos que los 2.036 millones que consiguió la actual Presidenta y que los 1.156 millones que le dieron a Evelyn Matthei”, ironiza.

Aporte reservados

Además de esas platas, recibió 8 depósitos que se hicieron de forma anónima por $160 mil y $239.873.370 por la vía de aportes reservados.

“Los aportes reservados fueron una pequeñísima fracción de lo que recibieron mis contendoras, pero no conozco los orígenes de esos fondos”, asegura.

Según La Segunda, entre quienes regularmente lo ayudan están: el cientista político Patricio Navia; el diputado del Partido Liberal, Vlado Mirosevic; el concejal Jaime Parada; el cineasta Cristián Galaz y su tío historiador Rafael Gumucio Rivas.

Cómo para olla

En el plano personal, dice que los gastos de su casa lo hace frente con su mujer, Karen Doggenweiler.

“Los dos aportamos a la economía familiar de forma solidaria. Cuando a uno de los dos le va mejor, ayuda más que el otro. Pero por respeto a Karen, profesional que ejerce exitosamente como periodista por más de 20 años, no voy a entrar a discutir ni sus ingresos, ni la forma en que nos dividimos los gastos en nuestro hogar en 11 años de matrimonio”, dice.

Sólo tiene una propiedad registrada a su nombre, asegura. “Es una casa que compré, y que todavía estoy pagando. No tengo más propiedades”.

En las últimas semanas, sobre todo tras los resultados recientes de la encuesta MORI-CERC, MEO ha hecho algunos guiños al oficialismo, como un almuerzo con diputados oficialistas en medio de la tramitación de la Reforma Educacional, y una frase que quedó dando vuelta: Yo no me fui de la Nueva Mayoría, me fui de la Concertación”.

Luego de que se publicara el artículo de La Segunda sobre la radiografía de sus platas, MEO dijo que le han revisado hasta los zapatos y las chaquetas y no han encontrado nada, y que le encantaría que le aplicaran lo mismo a Sebastián Piñera.