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Opinión

4 de Febrero de 2015

Penta y la encuesta Adimark

* El mes de enero fue espectacular para la Nueva Mayoría y así lo recoge la última Adimark que, al mismo tiempo, ha demostrado que la caída de la oposición no tiene fondo posible. La natural, es que las coaliciones se desgasten cuando cargan sobre sus hombros con la responsabilidades de ser gobierno y es […]

Fidel Espinoza
Fidel Espinoza
Por

PENTA

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El mes de enero fue espectacular para la Nueva Mayoría y así lo recoge la última Adimark que, al mismo tiempo, ha demostrado que la caída de la oposición no tiene fondo posible.

La natural, es que las coaliciones se desgasten cuando cargan sobre sus hombros con la responsabilidades de ser gobierno y es por ello que el hecho de que la centroderecha llegue a un inédito 11% de aprobación y 78% de rechazo, debe llevarlos a un proceso de reflexión profunda, por el bien de nuestro sistema democrático. La gente cree que ellos lo hacen mucho peor que la Nueva Mayoría, que ellos insisten en señalar que lo hace pésimo…

Antes de criticar la Reforma Tributaria, la derecha debería criticar con fuerza los imperdonables ardides de varios grupos económicos para eludir impuestos. Quizás, si se hubieran opuesto a esos abusos y no hubieran hecho la vista gorda y cómplice durante años, el país no se hubiera visto en la obligación de reformar nuestro sistema de recaudación de impuestos.

Pero el problema es que la derecha no aprende. No se desliga de su tercer piso, de los amigos del ex presidente que se enorgullecían públicamente de “saber hacer pasadas” en los mercados bursátiles y que en 2009 defendían a Sebastián Piñera cuando quedó claro que usó información privilegiada para hacer lo mismo por lo cual su íntimo amigo Juan Bilbao puede caer preso en Estados Unidos.

La derecha le ha permitido a los grupos económicos pontificar sobre lo que debe o no debe hacer el país y no solo eso: repite como loro amaestrado sus argumentos. El año pasado, el gerente general de la CMPC, perteneciente al Grupo Matte, dio una entrevista política en El Sur de Concepción, donde criticó las reformas y anunció que se llevarían las inversiones a Brasil.

Pero donde la derecha tiene la mejor manera de entender su debacle, es observando tres días de noticias en El Pulso, publicadas consecutivamente a fines de un enero en donde tocaron fondo y la Nueva Mayoría comenzó a recuperar posiciones frente a una opinión pública que comienza a valorar el sentido profundo de los cambios.

El 26 de enero, Pulso publica el Ranking de Grupos Económicos elaborado por la Universidad del Desarrollo, donde los Matte desplazaron al grupo Angelini a la tercera posición, gracias al buen desempeño de su filial eléctrica y del área financiera, demostrando que poco y nada les tocó el “traspié” de Hidroaysén. En un trimestre, subieron nada menos que ¡14 posiciones!, para situarse en la segunda posición del listado, que además compartió el segundo lugar del ranking de nivel con el grupo Angelini. En el ranking de crecimiento obtuvo la segunda posición avanzando 28 lugares desde el trimestre anterior, “principalmente por un significativo aumento de los activos del grupo (25%)”, explicó el documento del Centro de Estudios de Economía y Negocios de la UDD.

Un día después, el 27 de enero, Pulso dio a conocer que la Casen 2013 demostró que la pobreza más alta del país se concentra en La Araucanía, El Maule y Biobío, las mismas regiones que le permiten a los Matte alzarse como el segundo grupo económico más poderoso de Chile.

Finalmente, el 28 de enero, nos enteramos que el Grupo Matte quiere invertir fuertemente en Perú y Colombia. Repito, ya meses antes, su gerente general de la CMPC había anunciado el desvío de inversiones hacia Brasil, presidido por nuestra compañera Dilma. Esos dineros, podrían ayudar a las empobrecidas donde se emplazan. ¿Y cómo justificaba esta acción? En la más reciente presentación corporativa de Colbún, la empresa señaló que entre los principales beneficios que veían en Perú y en Colombia se encuentran: “el atractivo ambiente de negocios, las buenas perspectivas económicas, un marco regulatorio definido y estable y una demanda eléctrica creciente”.

He puesto este grupo económico sólo como ejemplo, pero son muchos los que se están comportando de la misma manera errada. No entienden que el clima de negocios es una responsabilidad “público-privado” y que la pobreza donde se emplazan sus operaciones es parte del clima de negocios, lo cual debe ser también parte importante de su preocupación.

Si la derecha sigue justificando las fugas de capitales, con falsas acusaciones de “deterioro de clima de negocios” o “falta de reglas claras” para la inversión, puedo asegurar que no se van a recuperar nunca de su peor momento en materia de adhesión ciudadana en 50 años.

Es un buen momento para escuchar la opinión del ex presidente Piñera, como el ícono de esta simbiosis entre empresarios y políticas que ha terminado por destruir a la derecha, respecto del escándalo Penta, de su subsecretario Wagner y de la responsabilidad de cuidar el clima de negocios. Pero sobre todo, es un buen momento para que la centroderecha termine con la campaña del terror y se conecte con el Chile real, terminando con el tutelaje de los malos empresarios y comprometiéndose con aquellos que quieren ver a Chile crecer con todos.

*Diputado PS

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