“No soy flojo”

POR NEGRO PIÑERA

No soy flojo, porque si lo fuera me quedaría en la casa todas las noches durmiendo. Pero cada noche, a partir de las 9 yo estoy impecable y listo para salir a cantar. A veces tengo hasta tres actuaciones los viernes y los sábados. Soy súper trabajador. Lo que pasa es que me gano la vida cantando y para mí cantar no es un trabajo, es una pasión. Entonces, en mi vida nunca he trabajado. Porque la gran mayoría de la gente tiene que trabajar por necesidad y no por gusto; y eso, pucha que es lamentable.

La vida es injusta y cuando yo miro pa’ abajo veo cómo está la gente esperando el bus durante dos horas para llegar a la pega. Ayyyyy, Señor, ahí es cuando uno se da cuenta de lo privilegiado que es. Porque a mí nunca me ha faltado nada; nunca le he pedido un peso prestado a Sebastián. Aunque tengo que reconocer que es muy cariñoso conmigo, que se raja con los viajes, pero de ahí a pasarme plata… no tengo necesidad. Porque yo siempre he abierto muchos boliches, entonces, canto en mis locales pero no los administro, le dejo la administración a mi socio. Porque durante el día yo duermo un ratito, veo tele, salgo a andar en moto, voy al spa que hay en el edificio, voy al sauna, me hago masajes, nado en la piscina temperada, regaloneo a mi señora, me alimento bien, ME RELAJO… Por eso, ¿haber vivido una vida de oficinista?, ¡Qué Dios me libre y el diablo se haga el sordo! No podría, pero hay gente que es feliz haciéndolo.

Mis hermanos Sebastián y Pablo se levantan a las 6 de la mañana todos los días y están en su oficina y les encanta. Pero yo encuentro que son de otro planeta porque levantarse a esa hora es salvaje. No pueden salir de noche. No se toman un pisquito sour. Y yo en las noches me siento dueño de Santiago. Porque somos muy pocos los que circulamos. No hay tacos. No hay bocinazos, y aparte la actitud de la gente es distinta: andan relajados y no histéricos. La noche es mágica, en cambio, uno va por el Paseo Ahumada y pareciera que te fueran a ladrar. Ahora, si Sebastian sale Presidente, no creo que eso cambie, porque el hombre es creativo y empeñoso, pero no hace milagros. Todavía no es san Sebastián.”

“SIN CONTAR AL NEGRO”

Nadie puede creer que en la casa de Cecilia Morel y de Sebastián Piñera la crisis se nota. Con la mano en el corazón, ¿en qué se nota la crisis en su casa?
-Se dejó de comprar Coca Cola. Y hablo en serio. Pero es obvio que yo no sufro por la crisis. ¿En qué se ha notado? En muchas situaciones familiares delicadas, en los amigos. Le podría decir que entre la familia mía y la de Sebastián hay tres hombres -sin contar al Negro- en edad activa, inteligentes y capaces, sin trabajo.

Cecilia Morel de Piñera, El Mercurio, 26 de abril de 2009.