Ministra Schmidt: MARICÓN, desvió el poder negativo sin eliminarlo.

Por Julio Cezar Dantas (*)
A los 15, mientras me pateaban en el colegio, me gritaban MARICÓN. A los 19, coordinando una campaña contra la violencia de género y la homofobia me amenazaron de muerte por ser MARICÓN. Las cosas eran claras.

Todo era claro cuando mi papá le pegaba a mi mamá y a mí en público. Su papá lo había hecho con él, así como su abuelo. Como dijo la Ministra del SERNAM, “La violencia contra la mujer es una conducta aprendida…una mala comprensión de la verdadera masculinidad.” Estoy de acuerdo, pero mientras ella ruega por expandir la definición de masculinidad, su campaña encasilla a los hombres.

Me encanta Carolina Schmidt. De verdad. He trabajado en temas de género en los últimos 20 años. Mujeres como la Sra. Schmidt son admirables. Tanto éxito en un mundo tan machista como el de las empresas y del gobierno. No obstante mi admiración, creo que ella cometió errores graves en su lucha contra la violencia de genero en Chile, a través de la campaña “Maricón.”

Re-significación significa sacar el poder, no re-direccionar la violencia.

El argumento que la campaña MARICÓN “re-significa” o redirecciona el término, es erróneo. El buen análisis de la Ministra sobre el rol del poder en la práctica de la violencia se perdió totalmente en este caso. La re-significación no se trata de cambiar la víctima del ataque verbal – del gay o el desgraciado al hombre que golpea a su mujer – Se trata de sacar el poder de la palabra, no simplemente desviarlo.

Cuando yo, como un gay asumido, digo al que me ataca – “Mira, yo he sido maricón desde que nací. ¿Tienes algo más que decir?” En este momento yo saco el poder de la declaración. Finalmente, expreso que el uso de un término misógino -María, Marica, Maricón- está desalineado con la misión del SERNAM.

Hoy día, hombres como Jordi Castell y como yo, podemos defendernos sin mucha dificultad, cuando nos enfrentamos con la homofobia verbal, la que dicho sea de paso subió, de acuerdo con MOVILH, 566% en Chile entre 2008 y 2009. Pero ¿qué pasa con los adolescentes y adultos que aún no saben como enfrentarse a este tipo de violencia? Creo en el radicalismo de esta campaña, pero sin un transfondo que considera a todos los Chilenos/as, ha sido irresponsable.

Lo que el SERNAM hizo lo escuché claramente reflejado en un comentario en un café, “Que buena la campaña MARICÓN, mata dos pájaros de un tiro.”

Miopía y pérdida del sentido

Es obvio que la idea de la Ministra fue llamar la atención y que la sociedad discuta sobre el tema que a ella le preocupa. Sin embargo, con ello, ahora tenemos oficializado el garabato, ha sido aprobado por el Gobierno de Chile. Y, como resulta obvio, este término misógino no ha sido re-significado para ayudar a las mujeres.

Creo en la Ministra, infelizmente, no se dio cuenta que la homofobia aplicada contra los hombres, tiene su origen en el profundo menosprecio que se tiene hacia las mujeres. Les hago presente que en el mundo, es la única forma de discriminación que aun es abiertamente aceptada en el colegio, las familias, el trabajo y la cultura.

El SERNAM intentó y en alguna medida logró, una campaña potente, a costa del mundo gay lo que resulta precario. Por un tiempo el índice de denuncia subirá, pero un cambio cultural es dudoso. Al revés, se está perpetuando la misoginia, la homofobia y el circunscribir al hombre como un ser sin oportunidad de evolucionar en la cultura que hemos construido, tanto hombres como mujeres.

Espero que futuras campañas sean más responsables con todos los Chilenos y Chilenas.
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*Licenciado en Estudios de Género y Sociólogo, UCLA. Magister en Políticas Públicas y Estudios Latinoamericanos UMass, Amherst