“Nunca pensé que algunos izquierdistas fueran tan ladrones”

Archivo The Clinic

¿Qué tan distinto es Chile hoy comparado con el que dejó en los ‘80?
Chile está engrupido. Es cierto que hay cosas que están mejor, pero está engrupido en el sentido de que la gente siempre le ha dado el poder a las cúpulas para que dominen sus vidas. Las conquistas se hacen luchando y eso la gente todavía no lo tiene claro porque se ha dejado seducir por las sonrisas y las tallas, pero con los palmoteos en la espalda es como te cagan. No pretendan paz ni justicia si el pueblo no se hace fuerte.
¿Ese engrupimiento no se daba en los ’80?
Esto yo ya lo advertía; yo fui el primer censurado de la concertación, el primer censurado de la democracia cuando en el Parque O’Higgins se juntó un millón de personas y estuvieron los Inti illimani. A mí me invitaron y cuando dije que antes de mi presentación quería leer un papelito, me dijeron que no. El papelito hablaba de no engrupirse con los políticos luego de salir de una dictadura de 17 años, que no fueran a creer que ellos les iban a cambiar las vidas si no se las cambian ellos mismos.
En una de sus últimas canciones usted habla de los socialistas renovados, ex rebeldes, que hoy profitan del Estado…
Izquierdistas, renovados, ex rebeldes, escarmentados, un político apernado, profitando del Estado, hoy me ofrezco y me vendo al mejor postor del cuento. Sólo cubro a periodistas pues le temo a los artistas, soy quien roba las ideas de quien con talento crea.
Ácido…
Es llegar al poder por el poder, no para cambiar las cosas, no por ideales sino que por envidia.
¿Envidia?
Claro, la misma gente que veía a los que tenían fundos, yates, autos y todo y luchaba por una revolución una vez que llegó al poder se compró un auto, yate, fundos y todo lo que tenían los otros. Eso es envidia, no son ideales.
¿Qué le parece esta moda de la nostalgia por los ochenta?
Es un proceso natural y lógico de las personas que tienen cierta edad y que se recuerdan de sus años mozos, de sus mejores polvos, de sus mejores romances, de sus ideales, de cuando éramos más puros, más inocentes.
¿Todo tiempo pasado fue mejor?
Obviamente que no es bueno cuando hay una dictadura y la gente no puede expresarse y está restringida por la fuerza. Pero tampoco es bueno cuando ya no está restringida por la fuerza sino que por la argucia porque son distintos métodos pero con un mismo fin: la censura. Nunca pensé que algunos izquierdistas fueran tan ladrones, yo pensé que eran de verdad. A mí me han censurado 14 años… el red set.
Defina red set.
Jaime de Aguirre, Carlos Necochea, es todo un círculo que incluye a la Tati Penna y a todos los que tienen contactos con el poder, los medios y el show business. Ellos me han censurado muchos más años que Pinochet y a la buena.
¿Cómo?
Con sonrisas y cafecitos.
¿Esto es peor que lo que le pasaba con los artistas del canto nuevo?
Ellos me respetaban, me tenían temor.
¿Por qué?
Porque soy más consecuente que ellos y eso molesta.
Usted actuaba en la tele del Martes 13…
Sí y me criticaban mucho los del canto nuevo por ser el niñito de la tele… nunca entendieron mi estrategia.
¿Cuál era su estrategia?
Salir lo más lindo e inmaculado posible y así cantar lo que quería. Eso era lo más importante. Al final me di cuenta que los que usaban barba y pelo largo, están todos calladitos. Espera a que salga un presidente de derecha y van a empezar todo de nuevo, van a sacar el charango y van a soltar los perros. ¿Y ahora qué? Han pasado 14 años y ¿qué han dicho? Nada. Están todos calladitos, todos compuestos en algún ministerio.
Usted ha dicho que salimos de una dictadura militar para entrar en una dictadura televisiva…
Claro, la televisión es un gran instrumento dependiendo del uso que se le dé. Hay una televisión que hace bien y otra que enferma. El otro día escuchaba a un famoso periodista que reconocía que vendía morbo. Y lo decía casi orgulloso sin pensar en lo que significa la palabra: enfermedad. Entonces venden enfermedad y los resultados son altos índices de delincuencia, altos índices de enfermedades mentales, mucho cáncer.

CHICO DISNEYLANDIA

¿Cómo ve el medio artístico en su regreso? ¿Cómo andan las vanidades?
Yo sabía de esto, de las vanidades, de las envidias, de los celos. Es parte del juego. En el fondo, hay que tener bolas, pero hay que equilibrar las cosas porque no todo se transforma con personalidad, porque la tele está llena de tontos con personalidad. En este juego se conjuga gente de distinto tipo: minas ricas, gallos interesantes, locos, fantoches y figurones por doquier. Además, los mismos productores cizañean para que se produzcan noticias en un país donde no hay noticias por talento. Hay que recurrir al conventillo. Hay que vender.
¿Cómo se para en este escenario?
Con lo mío. Hoy canto el “Ego TV”.
Una canción muy dura, que habla de pseudoartistas fracasados…
Hoy dirijo el tinglado, productor y publicista, hago esclavos consumistas. Porque eso es lo que hace la televisión: “compre esta tarjeta, esto vendo, tantas facilidades le doy, bum, bum, bum”. El Hermano Mayor le está dando a la gente y toda la gente tiene 10 mil tarjetas y su vida hipotecada por diez años más, pero no interesa.
¿Qué le respondería a quienes aseguran que la televisión le da a la gente lo que quiere ver?
Ahora vienen elecciones presidenciales y obviamente hay que hacer harto cahuín para no tocar los temas más importantes como la redistribución del ingreso. Yo no quisiera ver una revolución nunca en mi país, pero cuando los tipos prolongan, prolongan y prolongan la injusticia, les están dando semillas a cosas por el estilo.
¿Qué opina de los candidatos a la presidencia?
Lo peor que podría pasar es un continuismo donde los empresarios sigan mandando porque esa ha sido la tónica de los últimos gobiernos. Estoy seguro de que Lavín perteneció al club Disneylandia. Se le nota. Todavía está con Cañita. Yo fui capitán del club, pero Lavín debe haber llegado a coronel.
No cacho…
Había un club Disneylandia donde te inscribías y te mandaban las medallitas de Mickey o Donald y dependiendo del personaje era el escalafón. Yo fui un chico Disneylandia, soy un chico Disneylandia. Lavín también. Se le nota en las ideas, son muy de Disney.
Es perno ser un chico Disney…
Es light, populista, y hay que tener bolas para tocar los temas profundos del país, pero al mismo tiempo hay que tener sabiduría para conciliar las partes. Por otro lado, analizar a Piñera esa muy fácil, es cosa de ver cuánto le paga a sus trabajadores y cómo los trata. Hablamos de un gallo que ya tiene un pequeño país propio y quiere tener el país completo. La Bachelet es una mujer que ha vencido cosas personales muy profundas como que mataran a su padre y luego trabajar con la misma rama que lo hizo. Superó esto y eso habla muy bien de ella, pero me gustaría verla mejor rodeada.
Volvemos al red set…
Si ella sigue con los mismos papasnatas de Lagos, es un continuismo.

NADA QUE AGRADECER

Según lo ha dicho, en Alemania usted encontró una intelectualidad mucho más estimulante…
Claro, es que llegué a una ciudad muy especial, a Weimar, a la cuna del clasicismo, al segundo reich de Alemania. Una ciudad chiquitita donde han vivido gallos increíbles como Goethe, Nietzsche, Schopenhauer, Kandinsky, Bach, Bauhaus, Thomas Mann, Herman Hesse, Shakespeare, etc.
De Alemania al Rojo Vip…
Bueno, es entretenido, un desafío. Creo que Violeta Parra era la que decía: “el escenario no hace al artista sino que el artista al escenario”. Rojo Vip ha sido completamente distinto a cualquier otro Rojo porque ya nos cagaron muchas veces y venimos de vuelta.
¿Por qué los cagaron?
A los artistas se nos desecha después de los 30 años porque aprendemos a hacer contratos. Porque despertamos y acá hay derechos que no se pagan. A mí en Alemania me pagan 70, 80 millones de pesos, al año solamente por componer. Toda la plata que los sellos multinacionales pagan por debajo para que toquen sus discos en las radios, va para cantantes que no son buenos y que normalmente cantan canciones de amor en un país con injusticia. Hemos sido víctimas de una confabulación entre las radios, la televisión y los sellos discográficos para dejarnos ignorantes.
¿Qué tiene en común con los otros artistas del Rojo Vip?
No sé si hay que tener tantas cosas en común. No me siento parte de un grupo, esta carrera es individual. Me siento eso sí, parte de un gremio.
Todos los del rojo Vip se han deshecho dando las gracias por esta segunda oportunidad….
Se equivocan, no hay nada qué agradecer. Nos llamaron porque nos necesitan, no nos llamaron para hacernos un favor ni porque estábamos cagados porque eso lo sabían hace tiempo. Yo estaba cagado porque estaba en un medio muy lejano y no en el país que yo amo. A mí me cerraron la puerta por dentro, me dijeron “chao que te vaya bien” y me echaron.
Dentro de todo usted estaba mejor que el promedio de sus compañeros del programa…
Estaba en Alemania pero no en el lugar que más me gusta. Tú me dices que estaba mejor. Claro, 25° bajo cero, 16 mil kilómetros de distancia, más solo que la una, sin familia.
Me refiero a que sus compañeros de programa han mostrado pequeñas tragedias…
Todos hemos tenido tragedias. El otro día, Antonio Vodanovic, -un animador absoluto de la dictadura que tiene las patas de decir que no sabía muchas cosas en circunstancias de que las sabía-, lo primero que dijo cuando yo marqué el peak de rating el martes pasado en el Rojo Vip fue que había que recordar que los otros canales estaban en comerciales. Eso nunca se lo habría dicho a Miguel Bosé porque es un chupamedia de los artistas extranjeros.
…
Y cuando él dice que yo tuve depresión, claro que la tuve, al igual que el resto de mi generación, es cosa de ver el Rojo Vip. Entonces, cuando toda una generación ha caído en depresión ¿quién lo hizo? Fue el sistema. ¿Quién pertenecía al sistema? Él.
Usted habló de mediocridad en el medio…
Es que los artistas están intimidados sicológicamente. Yo no estoy para ganar el Rojo Vip, no es lo que me quita el sueño. Yo quiero arreglar la situación mía y ojalá la del resto. Yo me demoré 15 días en firmar un contrato que los demás firmaron el mismo día que se lo propusieron. Yo dije casi 10 veces que no.
Quizás usted no estaba tan necesitado como los demás…
¿Crees tú?
Es que las historias de los otros artistas son para llorar…
Yo me he mamado la mierda más callado. Una mierda bien grande. ¿Sabes lo que es andar en Berlín solo, sin conocer a nadie, sin alojamiento y sin comida?
…
Empiezas a rezar, a caminar con tu guitarra al hombro pidiendo al cielo que te oriente para que te salven. Recuerdo que vi una iglesia, y sin ser beato ni nada, caminé hacia ella, ciego, y cuando voy doblando veo un restorán que se llama “La batea”. Entro cagado de hambre y el dueño me dice: “Vo’ soy Óscar Andrade. Entra, toma asiento, qué buena onda, sírvete lo que quieras”. Me comí cinco empanadas. El sábado que siguió hice mi primer concierto y gané mis primeras platas. O sea, he vivido tantas huevadas extremas que las voy a contar en un libro.
¿Cómo lo promocionaría?
Es un libro de fe en la vida. Nada más. No hay que tener miedo.

LA VERDAD DE LA VIDA

¿Usted dijo “el Estado, el colegio y la familia valen hongo”?
Eso merece una conversación larga. Es como cuando analizan a Nietzsche y dicen: “ah, el gallo que dijo que Dios había muerto”, ¿pero se tomaron la molestia de leer el libro y los fundamentos para que concluyera que Dios ha muerto? Cuántas veces he visto y experimentado eso de decir: “yo he sido un hueón honesto, trabajador, leal, de derecho. Nunca he sido un hueón envidioso, malintencionado ni cagativo. Nada. Y, sin embargo, estoy cagado y este otro gallo que ha sido un sinvergüenza, un chupamedias y un hueón sin valores, está la raja”. Habría que hacer un análisis más profundo y preguntarse cuál es la verdad de la vida.
Heavy…
Si tú miras la naturaleza y ves que a las gacelas se las come el león por más lindas que sean, te preguntas ¿esta es la verdad de la vida? Por más que rece la gacela, por más que haga yoga, por más que sea budista, el león la pilla y se la come igual. Por lo mismo, el pueblo se debe hacer fuerte, debe crecer y adquirir cultura. Ahora leo a Maturana y estoy cada vez más alucinado. A Maturana lo tenemos aquí al lado y lo usamos sólo para “La belleza de pensar” y debería estar en cualquier estelar de televisión, por qué no en el Rojo Vip y hacerle dos preguntas. Resultado: todos crecemos. Qué bonito sería. Dos preguntas existenciales y después Luis Dimas. Care raja. Precioso.
Inalcanzable…
No hay que tenerle miedo a la vida. Hablamos de la verdad de la vida.
La verdad de la vida…
El otro día, un amigo me dio un ejemplo: un tipo le dice al maestro que quiere conocer la verdad. El maestro lo agarra de las mechas, lo remece, le mete la cabeza dentro de un balde con agua y lo comienza a ahogar. El tipo desesperado patalea y patalea y cuando ya está en las últimas el maestro lo saca. El tipo está exhausto, a punto del colapso y el maestro lo sienta y le dice: “ahora que estuviste ahí, ahora conocerás la verdad porque la verdad se conoce no por curiosidad sino que por necesidad”. Te digo una cosa, casi todos los del Rojo Vip la hemos conocido por necesidad, por eso es que hoy somos fuertes.