Federación Mapuche de Estudiantes expuso sus demandas ante Comisión del Senado

VALPARAISO.- Más de cuatro horas duró la sesión de la Comisión de Educación del Senado, en donde se discutió una moción con la que se busca dar fin al lucro en la educación, cita en la cual participaron dirigentes estudiantiles secundarios y universitarios, destacando la participación de los representantes de la Federación Mapuche de Estudiantes (FEMAE), José Ancalao y Marta Yañez, miembros a su vez de la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH).

La cita se desarrolló en la sede del Congreso Nacional durante más de cuatro horas y concluyó alrededor de la medianoche. Fue encabezada por el presidente de la instancia legislativa, senador Jaime Quintana. Durante la primera sesión participaron los rectores de las universidades de Concepción, Técnica Federico Santa María y Austral. A su término, el rector de la Universidad de Concepción, Segio Lavanchy, precisó que trataron temas “como tecnologías e innovación; financiamiento, tanto estudiantil como de las instituciones universitarias, la calidad, y el lucro en el sistema de la educación universitaria”.

En la segunda sesión, la más larga, intervinieron los dirigentes estudiantiles universitarios y secundarios. Durante su exposición ante los legisladores, José Ancalao subrayó ante los parlamentarios el carácter plurinacional del Estado, lo que debiera verse reflejado “en un modelo educativo intercultural y respetuoso de la diversidad cultural y étnica del país”, señaló. Destacó el dirigente, alumno de la carrera de Antropología de la Universidad Católica de Temuco, la ratificación por parte del Estado del Convenio 169 de la OIT, el cual “mandata al gobierno a consultar a nuestro pueblo en diversas materias que le conciernen, siendo el tema educacional una de ellas”.

“Nosotros no vemos una propuesta o una política pública seria respecto de los derechos educativos de los pueblos originarios en Chile. Por eso hicimos como mapuches la entrada al CONFECH y logramos posicionar nuestras demandas en el petitorio central. Hoy, aprovechando esta instancia, hacemos el emplazamiento a que esta Comisión del Senado ponga un profundo interés en la demanda educativa de los pueblos originarios, tal como establece la Ley Indígena y el Convenio 169. Como Federación Mapuche solo estamos pidiendo que se respete la Ley”, señaló Ancalao.

Portavoz estudiantil realizó un repaso histórico de la demanda por educación en el movimiento mapuche. “Esto no parte hoy, es una demanda que ha cruzado gran parte del siglo pasado, viene desde la Sociedad Caupolican en los años 20, la Corporación Araucana en los años 40, la Federación de Estudiantes Indígenas en los 70′ y los Hogares Estudiantiles en los 90′”, subrayó Ancalao, quien emplazó a las autoridades a no ver “por debajo del hombro” las peticiones del estudiantado mapuche en la actual coyuntura que vive el país.

Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), respaldó en su exposición la demanda por educación intercultural planteada por la Federación Mapuche e insistió en la férrea oposición que mantienen los estudiantes a considerar el proyecto presentado por el Gobierno para reformar la educación en Chile. Esto fue reforzado por el presidente de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica (PUC), Giorgio Jackson, quien pidió la definición “de una hoja de ruta en la que el Estado sea garante de derechos y no de bienes de mercado” en la educación.

Fredy Fuentes, vocero de los estudiantes secundarios, advirtió por su parte a los parlamentarios que “están contra el tiempo, porque nosotros tenemos toda la convicción y la fuerza para seguir movilizados, y si no tenemos respuestas y soluciones a nuestras demandas, los estudiantes y la sociedad seguirán haciéndose escuchar”. Los dirigentes dieron cuenta de análisis comparados entre Chile y distintas naciones en materia de educación. Enfatizaron que en Chile, pese a su buen desempeño económico, invierte en educación pública un porcentaje inferior en este ámbito y, al mismo tiempo, obliga a las familias más pobres a endeudarse para brindar este derecho a sus hijos.