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Nacional

10 de Diciembre de 2011

Vuelta de falda: Schmidt le presta ropa a Piñera por su tallita machista

Primero fue no y ahora sí. La ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Carolina Schmidt, defendió ayer a su jefe después de la polémica que se generó tras la tallita sobre las mujeres que se mandó en México. “Lamento que mi comentario sobre una broma haya sido usado para intentar dañar al Presidente y […]

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Primero fue no y ahora sí. La ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Carolina Schmidt, defendió ayer a su jefe después de la polémica que se generó tras la tallita sobre las mujeres que se mandó en México.

“Lamento que mi comentario sobre una broma haya sido usado para intentar dañar al Presidente y tratar de armar un escándalo de una anécdota”, escribió ayer en su cuenta de Twitter la ministra Schmidt, antes de viajar hasta la casa de veraneo del empresario en Cachagua, donde le dio sus disculpas en persona por haber criticado la tallita.

Según trascendidos, Piñera habría llamado a Schmidt para hacerle saber su molestia por las reiteradas críticas a su rutina de humor.

“Ese tipo de bromas no me hacen mucha gracia”, dijo Schmidt a principios de semana, agregando ayer en una entrevista publicada por la revista Qué Pasa que el chiste “no sólo era fome, sino que hiriente para muchas mujeres”.

Tras las críticas de la ministra, la polémica creció e incluso, un grupo de parlamentarias oficialistas se sumó al rechazo al humorista. Las diputadas Marcela Sabat (RN), Mónica Zalaquett (UDI), Marisol Turres (UDI) y Claudia Nogueira (UDI) calificaron como un “error” la controvertida broma de Piñera sobre mujeres.

En ese escenario y luego del llamado del Presidente Piñera, la ministra matizó sus reparos, señalando por Twitter que “no confundo un minuto lo que es una anécdota con la profunda obra del Presidente Piñera por (las) mujeres de Chile”.

“(Es) un orgullo para mí ser su ministra de la Mujer”, agregó la secretaria de Estado.

Y ante la entrevista publicada ayer, Schmidt también fue enfática en señalar que no había vuelto a hablar con un medio “en más de dos días”.

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