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Opinión

10 de Enero de 2012

“Nadie anda con el pico parado todo el día”

René Rojas es algo así como el híbrido entre el ideólogo y el maestro chasquilla de andar en pelota en Chile. Hace 11 años fundó Playa Luna, la única playa nudista reconocida en el país y ahora logró que la capitanía de puerto de Puchuncaví le asignara la concesión del balneario a dos kilómetros al […]

Sebastián Alburquerque
Sebastián Alburquerque
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René Rojas es algo así como el híbrido entre el ideólogo y el maestro chasquilla de andar en pelota en Chile. Hace 11 años fundó Playa Luna, la única playa nudista reconocida en el país y ahora logró que la capitanía de puerto de Puchuncaví le asignara la concesión del balneario a dos kilómetros al norte de Horcón. Además, por esta temporada, Rojas es el salvavidas de la playa. Como si fuera poco, también organiza viajes en bus a las únicas arenas donde se puede ver gente en pelota.

Desde chico que a René le gustaba el mar. Pero siempre con ropa. Hasta que un día fue a Brasil. Y ahí cambió todo.

-Un día haciendo fotos caí en una playa nudista. Fui a Florianopolis, en playa Gaheta, y estaba buscando una locación para unas fotos. Y ahí las personas que organizaban esto, me aceptaron la propuesta y me dijeron que me desnudara, que pasara el día con ellos y que al final de la tarde hiciera las fotos. En un principio no lo hice. Me dio pudor, nunca lo había hecho, lo encontré incluso un poco extraño. Pero fui al día siguiente. Y cuando llegué a esta playa y me saqué la ropa y me metí al mar, lo encontré genial. No caché el tema de los pudores ni que me iba a dar vergüenza ni nada, sali tan relajado, me gustó tanto la sensación, que inmediatamente se me puso un swicth de “¿por qué esto no existe en Chile?”.

Entonces la empresa estaba en marcha: René averiguó y, sí, había una playa de piluchos en Chile, se llamaba Caucau, pero en la práctica era exclusiva, no más de 10 personas.

-Seguí todo un sistema para poder contactarme con ellos, llegué a ese grupo y ellos practicaban una actividad clandestina, ilegal y reprimida. Entonces, aparte de practicar nudismo, había otra constante de estar siempre pendiente que no llegaran los pacos y muchos se fueron detenidos porque los pacos bajaban de civil. Y era medio tenso. Yo había visto otra cosa. Había visto una playa donde había organización, donde la gente compartía, todos disfrutaban, nadie incomodaba a nadie. Y empezé a buscar la forma de hacerlo acá en Chile. Me propuse que iba hacer mi proyecto de vida: generar un lugar público donde hacer nudismo y ese lugar tenía que ser una playa.

¿Cuando decidiste eso?
-En Brasil, 15 años atrás. Y la única persona que tenía que contarle era a mi padre, que siempre me había apañado en toda mi vida. Así que para mostrarle lo que quería hacer, lo invité a Brasil, a la playa nudista. Él fue la primera persona que me dijo que estaba loco. Después siguieron todos. Me decían “Estai loco, no podí, no vai a poder, vai contra la corriente, te vai a meter en problemas, estamos en Chile”. Después de eso más ganas me dieron de hacerlo. Me fui varias veces más a Brasil, recorrí todos los puntos naturistas del sur de Brasil. Comencé a aprender cómo lo hacían.

Y tú antes de que te sacaras la ropa allá en Brasil, ¿qué pensabai de eso, de sacarte la ropa en público?
-Nada si ni siquiera existía en Chile, es como si tu me preguntaras “¿Qué pensai de la gente que usaba armadura en el medioevo?”, no tengo idea. No existía en mi vocabulario, ni en mi convivencia… no lo conocía, era absolutamente ignorante en la materia. Sin embargo cuando lo conocí, me deslumbró tanto que quise, en eso plasmar mi vida. El naturismo brasilero me enseñó que habían etapas que pasar. Cómo se organizó allá, para organizarlo acá. No sacaba nada con sacar un ejemplo europeo. Es otra cosa.

En España por ejemplo en todas las playas las mujeres pueden hacer topless.
– Claro, es que no existe una ley que diga cómo vestirte, tan simple como eso.

Y acá sí.
– Acá sí. Acá te dice que si tú estás sin ropa, estás en una falta.

Pero acá en la playa no es ilegal.
– Mhh, no po, es que no existe ninguna ley a favor, como tampoco existe ninguna en contra. Aquí el nudismo no viene dictado por una ley o por un permiso, lo hacen las personas. La gente viene a este lugar y se saca la ropa. Y todos están de acuerdo en lo mismo.

Igual está siempre la imagen que el nudismo es algo sexual.
– Sí, claro, pero basta que te informes un poquito, te das cuenta que esas opiniones están basadas en la ignorancia, nada más. Te informas media hora en internet y te das cuenta qué es el naturismo. Y quién piense otra cosa es problema de él.

¿Y qué es para ti el naturismo?
– Es la aceptación de un estado natural, que es el desnudo, si ninguna otra connotación. Es una actividad en base al respeto, al sentido común. Es sano, recreativo, natural. No tiene nada que ver con la sexualidad.

¿Y has tenido problemas con eso acá en la playa?
– Algunos, sí. Pero no tanto. Hay algunas personas que confunden la desnudez y la vinculan con el sexo. Conciben el desnudo sólo en dos ocaciones, cuando se bañana y cuando tienen sexo. Entonces aquí como se están bañando en el mar, les queda corta la cabeza y piensan que también tienen que vincularlo con el sexo. Muchas veces basta con darse cuenta cómo alguien mira a los demás para saber qué actitud tiene. Y está el tema de algunas personas que se acercan, te obligan a conversar, te fuerzan a ser amigos. Sociabilizan en demasía.

Vienen a conocer minas.
– Claro, a jotear. Pero nada serio.

Oye pero escuché una historia que le pegaste a unos tipos que estaban medios fondeados…
– Ah sí pero casi ni me acuerdo. Yo nunca le pegué en todo caso.

¿No le pegaste?
– No

¿Y cómo fue la historia?
– Había una pareja de gays, uno haciéndole sexo oral otro, en un lugar que todos visitamos, simplemente les dije que eso no se podía hacer, empujé a uno y les pedí que no volvieran. Y no lo hicieron. Sabían que estaban actuando fuera del sentido común, incluso un gay. Acá no hay ningún problema con los gay, mientras se comporten nadie les va a decir nada. Teniendo sentido común, todos pueden visitar la playa.

El otro prejuicio es lo que siempre dicen, eso de “yo no podría ir a una playa nudista porque andaría todo el día con el pico parado”. ¿Qué pensai de eso?
– Quien no conoce el nudismo puede pensar eso. Conociendo, se da cuenta que eso no existe, que es un mito que sólo pasaba en su cabeza por creerse super macho. Nadie puede andar todo el día con una erección por andar en una playa. Caen en una ridiculez. No es real. Y si en algún momento alguien llegara a tener una erección por accidente, nadie es tan estúpido como para pasearse con una. Lo disimulan, se sientan boca abajo y pasa. Nadie anda con el pico parado todo el día.

Ahora que la playa está concesionada me contabas que tenías problemas con un grupo.
– Ah sí, hay algunas personas que no están conformes con la concesión, porque el concesionario tiene que hacer regir una norma que prohibe acampar en la playa.

¿Y esta gente quiere eso?
– La gente se queda en la playa, contraviniendo la norma. Existe un poco de rebeldía, pero nosotros la hemos desestimado y no le damos ninguna importancia.

Aparte que esté prohibido, ¿por qué es un problema acampar en la playa?
– Porque la playa no tiene baño. No hay autorización para camping. Este lugar fue decretado por la CONAMA desde el año 2004 un sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad. La información la tenemos en un cartel, que no hemos puesto porque han quemado los otros dos.

Ah como leña…
– Uno lo quebraron en mi frente y otro lo quemaron. Entonces tampoco queremos entrar en más conflictos, se han encapsulado en una rebeldía un tanto absurda, incluso en frente a la autoridad, vinieron unos marinos fiscalizando que nadie acampara y dijeron que estaban pernoctando, no acampando. La mayoría de las personas son inteligentes y tienen una buena cultura como para entender que si hay una norma, si hay un concesionario, es por el bien del lugar. Aquí no se puede hacer fuego, aquí no se puede defecar en la playa. Bueno, pero es como en todas partes, en la oficina, en la escuela, en todas partes puedes tener problemas con tus pares. La playa es un reflejo de la sociedad chilena. Acá bien gente de todo tipo y se ven todos iguales. Acá hay ingenieros, taxistas, abogados y empresarios y sabí que en pelota, no sabes quién es quién. Los que no están de acuerdo serán máximo unas 20 personas. Y acá en la playa viene más de 200 personas.

¿Y cómo dirías que es la gente que viene?
– Hay de todo. De todo. Yo trabajo con turismo, tengo buses que vienen todos los domingos con personas y el grupo es super heterogeneo, no les voy a hacer un interrogatorio para que la gente compre un pasaje de bus, yo vendo un pasaje, la gente viene a la playa y ellos conocerán el lugar. Yo ofrezco ese especio no más.

¿Y por qué tú salvavidas? ¿Por qué elegiste ser tú?
– Por costo.

Es más barato.
– No, es que no hay plata. Tomé la concesión el 2004 y el 2005. La primera vez la tuve que entregar porque ya era enero y no tenía plata para pagarle a un salvavidas que sale un millón y medio, los tres meses. El segundo año traté de buscar los recursos y nuevamente tuve que cederla porque no había financiamiento. Después de eso me alejé de la playa, pero este año decidí definitivamente asumir este trabajo y desarrollar de mejor de manera un producto que es super interesante para el turismo, y ese proyecto se llama Playa Luna. Quiero que sea la mejor playa.

Y tú vives de esto, entonces
– Sí, yo vivo de esto.

¿Y te ha tocado rescatar a alguien ya?
– Todavía no. Pero cuando era guardaparques en el parque de aquí al lado, había unos tipos atrapados en los acantilados entre Quiriyuca y Playa Luna. Me enteré por radio que venían los marinos y como yo conocía el lugar, fui, me identifiqué y les tiré una cuerda. Así que cuando llegaron los marinos los estábamos esperando en el estacionamiento. Por eso cuando yo fui a hacer el curso de salvavidas con ellos estaban super conformes con que yo fuera el salvavidas.

Oye pero los salvavidas tienen que usar ropa, ¿no?
– Sí, tienen que andar vestidos.

¿Y no te da lata eso?
– Mucha lata, imaginate, vivo del nudismo, amo estar en pelota en la playa, entonces lo que estoy haciendo es un sacrificio. Sé que por el momento, por los costos, el salvavidas tengo que ser yo. Pero si a esto le empieza a ir bien, ten por seguro que el próximo año el salvavidas no voy a ser yo, jaja.

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