Expediente del juez Madrid detalla cómo operaban las escuchas telefónicas de la CNI

A través de la investigación judicial que busca esclarecer la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva, el juez en visita Alejandro Madrid ha podido establecer cómo funcionaba el sistema de escuchas ilegales que efectuaba la CNI. Además, un funcionario del organismo represor confirmó que sí, el ex mandatario y otros políticos fueron interceptados telefónicamente, según publicó hoy el diario La Segunda.

Ahora, en República 475, funciona la Fundación Salvador Allende. Treinta años atrás era un cuartel de la CNI. Y en una pieza del semi subterráneo, la oficina de escuchas telefónicas más grande del país. A pesar del tiempo, todavía está la imponente consola de dos metros de alto con sus cables desgarrados. En esa máquina, el trabajador de la Compañía de Teléfonos de Chile, Luis Vargas Vargas, realizaba las escuchas.

Así lo establecieron varios entrevistados ante el juez Madrid, como el ex empleado civil de la CNI, Jaime Bratti. “Realizaban turnos de escuchas donde grababan todas las conversaciones intervenidas y (…) se recogían los casetes con las grabaciones… una vez que las cintas eran transcritas eran llevadas al comandante Vizcaya”, aseveró Bratti.

El Comandate Jorge Vizcaya Donoso, según publica el verpertino reconoció que “existía una oficina de monitoreos telefónicos de mi dependencia, de carácter secreta, y que no estaba dentro de las estructura orgánica de la CNI”. Vizcaya además agrega que los sobres con la lista de personas cuyos teléfonos la oficina debía pinchar, los recibía del Jefe del Estado Mayor de la CNI, pero que él nunca abrió los sobres para conocer los nombres.

El mayor Patricio Padilla, quien se desempeñó en la Brigada Purén de la DINA a partir de 1977, afirma que el ex presidente Frei fue monitoreado por el organismo represor. “Tuve conocimiento de que se realizaban escuchas telefónicas a integrantes del partido Demócrata Cristiano, incluso a Frei Montalva”, dijo el mayor retirado.

El grupo al que pertenecía Padilla, se dedicaba con atención a la DC, a través de infiltrados. “Un dirigente de apellido Galleguillos, perteneciente a la CUT, quien siempre se juntaba con (el capitán Manuel) Vásquez Chahuán, quien le cancelaba un dinero por la información”, afirma Padilla.

Además, una transcriptora de las cintas, la ex sargento segundo Zunilda de las Mercedes Robles, declaró que otras víctimas de las escuchas ilegales fueron varios teléfonos de la Vicaría de la Solidaridad, como el padre Raúl Hasbún y Carmen Garretón.