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Nacional

16 de Febrero de 2012

Trabajadores portuarios en paro piden que les devuelvan los descuentos salariales instaurados con norma de la dictadura

Los trabajadores portuarios cumplen hoy un segundo día de paro. Es un paro de advertencia, dicen. Exigen que el gobierno se haga cargo de una enorme deuda que el Estado tiene con ellos. “Por lo bajo, unos 150 mil millones de pesos”, dice Robinson Ávalos, de la Unión de Trabajadores Portuarios. La razón de la […]

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Los trabajadores portuarios cumplen hoy un segundo día de paro. Es un paro de advertencia, dicen. Exigen que el gobierno se haga cargo de una enorme deuda que el Estado tiene con ellos. “Por lo bajo, unos 150 mil millones de pesos”, dice Robinson Ávalos, de la Unión de Trabajadores Portuarios. La razón de la deuda es sencilla: en 1981, en la salsa de la dictadura y recién aprobada entre gallos y media noche la constitución de Jaime Guzmán, los milicos aprobaron una norma que fijaba el cobro del impuesto de segunda categoría a la renta de estos trabajadores.

En pocas palabras, la medida les aplicaba un descuento salarial calculando sus ingresos por montos mayores a los reales. A pesar que el Estado reconoció su “error” en la norma, los trabajadores acusan que se ha hecho el loco con la deuda.

Se espera que hoy los puertos de Antofagasta y Arica se unan a las plazas de Iquique, Mejillones, Chañaral, Caldera, Puerto Huasco, Coquimbo, Lirquén, Schwager, CAP, San Vicente, Puchoco, Talcahuano y Coronel en este paro de advertencia. A ellos, se les integran los puertos de San Antonio y Valparaíso, que a pesar de no estar asociados a la Unión de Trabajadores Portuarios, realizarán actos de apoyo.

La razón del paro es simple: “Exigirle al Estado la devolución del impuesto a la renta de segunda categoría que se descontó por 30 años, hasta el año 2010 y afecta alrededor de 30 mil trabajadores, entre jubilados, montepíados y activos”, dice Robinson Ávalos. Además, exigen que se le haga una indemnización a los trabajadores desvinculados del sector en el puerto de Coquimbo y Talcahuano por la privatización de éstos.

“También una jubilación digna para los más antiguos, no menos de 380 mil pesos. Un seguro catástrofico, fondos que pueden salir del 2% de impuesto a la transferencia de carga que sale de todos nuestros puertos, para no cargar a las ciudades. También que se nos tome en cuenta para la futura reglamentación portuaria”, agrega Ávalos.

El tema principal del paro es la plata descontada. En 1981, una decisión de la dictadura aumentó el impuesto que cada trabajador portuario debía pagar. “En Chile cada trabajador que renta sobre las 13,5 UTM, debe pagar un porcentaje al Estado. Entre 0,5% y 2%. A los trabajadores porturarios nos cobraban desde el primer turno del mes. Y eso arrojaba, según ellos, unos 30 turnos mensuales. Se ganaban unos 29 mil pesos por turno, se multiplicaba por 30 y te da una cifra cercana a los 900 mil pesos. Por tanto, se tenía que rentar sobre 13,5 UTM. Pero la verdad el trabajador portuario no trabaja 30 turnos, trabaja entre 3 y 15 turnos mensuales. Si no llegan naves todos los días. El resto del tiempo se es cesante. Nosotros firmamos un contrato diario y un finiquito diario”, aclara Ávalos.

Pero la cosa no termina ahí, explica:

-Se hizo un estudio, a través de un cuerpo jurídico que nació en la Unión Portuaria del Bio Bio, de compañeros que estaban estudiando, se logró descubrir que todo esto estaba mal descontado. Se hizo la presentación mediante la diputada Clemira Pacheco, que hizo la presentanción en la cámara de diputados, la cámara aprobó e instruyó al ejecutivo a que devolviera las platas. Efectivamente se están devolviendo desde Octubre del 2010 en adelante, pero hacia atrás, hasta el 25 de septiembre de 1981, cuando se aprobó, nada. A algunos trabajadores se les debe entre 12 y 15 millones de pesos. En promedio se le deben unos 5 millones a cada uno. Multiplicados por 30 mil, da mucha plata, unos 150 mil millones de pesos.

La diputada Clemira Pacheco es certera: “El Estado tiene que asumir su responsabilidad. Acá hace falta una regulación laboral. Durante el gobierno de Michelle Bachelet, una ordenanza de la Dirección del Trabajo instruyó a los puertos a devolver las platas, pero no todos están cumpliendo como deben”, dice.

Además, agrega que el gobierno actual también elude la responsabilidad en el caso. “Lo que los trabajadores piden es que se cumplan acuerdos. Yo le he pedido al subsecretario del Interior que nos reunamos para confeccionar una carta Gantt para resolver el tema. Además, junté 50 firmas para crear una comisión especial en la Cámara. Acá falta, en general, una política portuaria clara, ojalá la formación de un Ministerio del Mar para ver estos temas”, afirma la diputada.

Los trabajadores portuarios no cuentan solo con el apoyo de la diputada. Recaredo Gálvez, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, quien se hizo conocido con la falsa acusación de Carabineros de lanzar una molotov, apoya a los trabajadores. “El endeudamiento que tenemos que sufrir para poder estudiar nos vincula con ellos, uno de los sectores con condiciones laborales más precarias. Pretendemos generar mayor cohesión entre los movimientos sociales, esperamos que la causa estudiantil y la causa de los trabajadores de a poco vayan convergiendo y de esa forma tengamos un movimiento social mucho más potente, que logre quebrar la intransigencia que hasta el momento ha presentado el gobierno”, sentencia Gálvez.

Ayer, los líderes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile también manifestaron su respaldo a los trabajadores portuarios y adhirieron al encuentro de protesta realizado anoche en la Plaza Brasil.

“Hemos decidido solidarizar, porque entendemos que la reivindicaciones de los trabajadores portuarios son transversales, en la medida que atacan una estructura tributaria sumamente injusta, que grava con más fuerza a los más pobres”, dijo el secretario de la Fech, Felipe Ramírez.

Asimismo, Ramírez explicó que el apoyo al paro de dos días que concluye esta noche es parte de las estrategias que tiene para este año el movimiento. “Las lecciones más importantes que nosotros podemos sacar de las movilizaciones que se desarrollaron el año de 2011, es la necesidad de que los distintos sectores sociales puedan avanzar en la unidad de sus propias. Y le anunciamos a los políticos, a los empresarios y al Gobierno que este primer gesto solamente es el comienzo”, advirtió.

En esa misma línea se pronunció el presidente de la Federación de trabajadores Walmart-Líder, Manuel Díaz, quien advirtió que el respaldo a las movilizaciones de los trabajadores portuarios se repetirá en el tiempo con otros sectores productivos.

“Queremos dejarle en claro al Gobierno, que este es el primer paso de la unidad de los trabajadores y los estudiantes. Hoy estamos apoyando la movilizaciones con los estudiantes y en así será en el futuro”, señaló.

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